Capítulo 3. El coche

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—¡Joder! Estará loca —Dentro del coche, Amelia se dijo a ella misma, que la rubia que estaba persiguiéndola detrás suyo debió haberse escapado hace poco de un hospital psiquiátrico —¡Esto me pasa por hacerle caso a Alfonso y a la estúpida cita que me hizo ir!

La mujer con la que había quedado la noche anterior —amiga de Alfonso— terminó de alguna manera emborrachándose nada más al comenzar la cita, así que Amelia tuvo que hacerse cargo de ella durante lo que quedaba de la noche, la tuvo que llevar a su casa como si estuviera llevando a una adolescente de 15 años luego de su primera embotellada. Terminó cansada, así que su cuerpo solo le dio las fuerzas para poder echarse sobre el sofá largo de esa casa, sin saber que se quedaría dormida al instante.

—¡Pero querrá matarnos! —Volvió a gritar la morena sacándola de sus pensamientos mientras observaba como el coche se había puesto a su lado e iba a la misma velocidad, así que en un intento de terminar está persecución, bajó la ventana de su lado —¡Nos vas a matar!

—¡Detente de una vez ladrona! —Gritaba la rubia con un brazo levantando y la mano en forma de puño por fuera de su ventana

—¡Yo a ti no te he robado nada!

—¡Es mi árbol!

—¡No, es mío porque lo he comprado!

—¡Con engaños! ¡Detente de una vez, que juro que soy capaz de estrellarte por el costado!

—¡Por dios, realmente estás loca!

Con más miedo que rabia, Amelia tuvo que detener el coche a un lado de la carretera, aunque, antes pensó en tratar de engañarla otra vez a la joven rubia, y volver a pisar el acelerador cuando tenga la oportunidad

—¡Bájate!

¿Pero cómo coño había llegado tan rápido al lado de su coche?

—Bueno ya está, dejémonos de estos jueguitos —Dijo la morena al bajar del coche

—Si, mejor —Anunció la rubia con una mirada hacia el coche, luego hacia ella y otra vez hacia el coche —Terminemos de una vez

Y acto seguido, cerró de un portazo la puerta del coche de la morena

—Pero ¡qué has hecho! —Amelia dio un grito en seco al acercar el rostro a la ventana del coche viendo las llaves colgadas dentro —¡JOOODER!

Rápidamente Luisita trataba torpemente de jalar por la base el árbol de pino y se preguntó cómo había hecho la morena para cargarlo si sentía que pesaba diez toneladas. De pronto sintió un brazo jalarla por la espalada del suéter con fuerza, haciéndola perder el equilibrio y tumbándola sobre la espesa nieve

—¡Auch! —Gritó adolorida, pero no tanto porque la nieve amortiguo su caída

—¡Cómo te atreves! ¡Las llaves se quedaron dentro!

—Pues muy lista no eres que digamos —Dijo levantándose del suelo limpiándose con las manos los restos de nieve —Bueno, dame mi árbol y terminemos esto

—¿Pero serás hipócrita?

—Dice la ladrona

—¡Pagué por este árbol, así que es mío!

—No puedes pagar por un árbol que no es tuyo

—¿Y tú si? —Preguntó Amelia con las manos bien abiertas sobre ella gesticulando todas sus acciones —Mira ¡Basta!

—Oye que... —Empezó a decir la rubia, pero con un extraño cambio de voz mirando al frente

—¡Oye nada! ¡Esto se termina ahora!

—Es que...

—¡Es que nada! Que yo no sé de dónde vienes, ni quién te ha hecho creer que eres la reina de este país para tener prioridades frente a otros

—¡Chica cállate de una puta vez!

—¡Que no me calles!

—¡Que no le has puesto el freno de mano a tu coche!

—¿Qué?

Esta vez Amelia fue la que giro para presenciar la escena, y no pudo más que observar el leve movimiento del coche en bajada directamente hacia un muro de nieve espesa y dura, mientras se colocaba las manos alrededor de la cabeza con la boca en forma de "o" y Luisita con una mano sobre los labios.

El golpe del frente del coche fue acompañado del sonido del vidrio de las luces de adelante rompiéndose en pedazos.

—Oh no...

Es lo único que pudo pronunciar Luisita al imaginarse otra vez su lápida brillante sobre la fresca tierra recién reposada al tapar su tumba.

"Excelente hermana, la mejor cocinera de la familia, muerta a manos de una desconocida tras destrozarle su coche (1997 – 2021)"

Tal vez el perder el Pino había sido solo el comienzo de sus futuras malas decisiones... ¿O buenas decisiones debería decir?

𝐕𝐈𝐀𝐉𝐄 𝐈𝐍𝐄𝐒𝐏𝐄𝐑𝐀𝐃𝐎 (ʟᴜɪᴍᴇʟɪᴀ, ᴇsᴘᴇᴄɪᴀʟ ɴᴀᴠɪᴅᴇɴ̃ᴏ)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora