—Que sí, que sí, ya te oí...
La voz de Luisita se perdía entre la brisa que empezaba a correr cada vez más fuerte, estaba llenando el coche de combustible en el grifo con una mano y con la otra sostenía su teléfono en la oreja. El coche de la morena estaba sujetado con una cuerda detrás del suyo, habían intentado encender el coche en más de una ocasión, pero no lo lograron. Por las grandes ventanas del pequeño minimarket podía observar a Amelia recorriendo los pasillos y tomando algunas cosas.
—No Luisi, has hecho de todo menos escuchar, ¿cómo terminas haciendo un trato con una mujer que acabas de conocer?
—María, ¡destruí su puto coche! O el coche de su novio ¡no lo sé!
—¡Madre mía! Cuando te decides a no utilizar la cabeza, lo haces sin objeción
—Mira que solo te llamaba para decirte que tardaré un par de días más para llegar a casa, pero que sí llegaré antes de las navidades
—¿Por qué vas a demorar más días?
—Iremos a la otra ciudad a buscar otro árbol
—¿Cómo que a otra ciudad? Pero tú te has vuelto loca
—Eso o terminar en la cárcel
—Mira no me cuentes más, soluciona tus cosas, pero te quiero ver aquí antes de nochebuena y lo digo enserio Luisi.
Su hermana colgó la llamada sin opción de dejarla hablar. Luisita terminó de cargar el combustible y se dirigió al pequeño minimarket a pagar.
—Buenas tardes —Saludó al encargado —Cóbreme porfavor —Dijo entregándole la tarjeta
—¿También lo que está llevando su amiga?
—¿Qué? —Preguntó volteando a su lado y vio como Amelia esparcía en toda la mesa todo tipo de comida, entre frituras y bebidas.
—Si, ella también lo paga —Dijo comiendo con una fritura de papitas ya abierta —Usted cárguelo
El encargado le dio una mirada tranquila y procedió a hacer las cuentas
—¿Algo más que quisieras llevar? —Preguntó sarcásticamente la rubia
—No pienso viajar hasta la otra ciudad con el estómago vacío
—Lo que estas llevando no te puede llenar el estómago de ninguna manera
—¿Eres doctora, acaso?
—No, solo racional
—No te definiría como una persona racional después de lo que le hiciste al coche
Luisita rodó los ojos y volvió la mirada al hombre que terminaba de realizar el pago
—Es un tiempo muy malo si van viajar durante la noche—Anunció entregándole el recibo —Y lo es más con un coche averiado —añadió —Deberían hospedarse en el Eros, es el hotel más cercano
—No lo creo, estoy segura que podemos llegar antes que llegue la noche
—Deberían tener cuidado, muchos árboles viejos suelen caerse en esta época porque no resisten el peso de la nieve encima suyo
—Lo tendré en cuenta, gracias—Respondió Luisita con poco interés antes de salir del lugar para dirigirse a su coche
—Si el tiempo se pone malo cuando ya hayan pasado el Eros, van a tener que hacer una gran travesía hasta llegar al siguiente hotel —Dijo el hombre mirando por la ventana como el fuerte viento empezaba a soplar —Y así como anda el clima, yo que ustedes trataría de quedarme en un lugar seguro
Cuando Amelia salió del lugar no sabía si aceptar el consejo del hombre o proseguir con la misma idea de su acompañante. Lo que si estaba segura es que no quería morir congelada en el camino si el coche se quedara averiado.
ESTÁS LEYENDO
𝐕𝐈𝐀𝐉𝐄 𝐈𝐍𝐄𝐒𝐏𝐄𝐑𝐀𝐃𝐎 (ʟᴜɪᴍᴇʟɪᴀ, ᴇsᴘᴇᴄɪᴀʟ ɴᴀᴠɪᴅᴇɴ̃ᴏ)
FanfictionLa última semana a las fiestas navideñas, Luisita tiene el compromiso de llevar el árbol de pino tradicional de la familia. Sin embargo no podrá lograr su objetivo tan fácilmente, pues ha decubierto que solo queda un pino dentro del vivero y no es l...