𝐕𝐈𝐀𝐉𝐄 𝐈𝐍𝐄𝐒𝐏𝐄𝐑𝐀𝐃𝐎 (ʟᴜɪᴍᴇʟɪᴀ, ᴇsᴘᴇᴄɪᴀʟ ɴᴀᴠɪᴅᴇɴ̃ᴏ)

Capítulo 12. Pierde el miedo

—¡Amelia! ¡No me sueltes! —Luisita gritaba tratando de dar uno o dos pasos con los patines de hielo que llevaba, mientras Amelia decidía soltarla para que lo lograra sola

—Es que no debes caminar... —Dijo finalmente soltándola y por ende Luisita dando un pequeño grito — lo que debes hacer es patinar —Con esa frase Amelia empezó a andar alrededor de Luisita de manera suave y elegante

—Joder, ¿cómo lo haces tan bien?

—Es que hasta que no se te quite el miedo, no lo vas a poder lograr Luisita —Volvió a decir alejándose un poco más de ello, pero sin lograr acercase a todas las personas de su alrededor

—¡Amelia Ledesma! ¡Si me caigo, serás culpable!

—Pierde el miedo, Luisita, solo piérdelo... —Dijo girando en ella

—La dignidad es lo que voy a perder— masculló entre dientes

Luisita se tranquilizó por un momento, dio un respiro y trató de intentarlo otra vez. Solo debes pensar que estás arrastrando los pies, pensó. Lo logró un poco, pero eso era lo único que le faltaba para empezar a ganar confianza

—¿Lo estoy haciendo? ¡Joder, lo estoy haciendo!

—¡Claro que lo estás haciendo, cariño!

¿Me dijo cariño?

—Luisita espera, más lento, ¡más lento!

—Ay ay ay...

Lo siguiente que sucedió fue ver a Luisita caerse en una de las orillas de la larga pista de hielo, entre la nieve. Su mano amortiguo la caída, pero su rodilla llevó la peor parte

—¡Me cago....

—¡Luisita!

Amelia llegó con paso rápido a ella y vio como Luisita ya se había colocado con la espalda en el suelo tomándose la pierna

—¿Estás bien?

—Si, solo quise ver qué tan frio estaba el piso ¡Pues claro que no estoy bien!

Amelia se llevó un gran susto cuando vio a la rubia caerse, pero luego de observar que estaba bien no pudo evitar empezar a reírse

—Ah, pero ¿te estás riendo?

Amelia volvió a reír y se colocó al lado al lado de ella, también de espaldas mirando al cielo

—¿Has visto la Luna hoy?

—No, he estado más concentrada en ver si no me había roto algo

—Estas bien, cariño —Dijo la morena y tomó la mano de Luisita. La rubia al sentirla, dejó su pierna de lado y se colocó igual que ella con la espalda sobre la nieve.

—Bueno... —Dijo al fin mirando al cielo —la noche está muy preciosa hoy

—¿Verdad que sí?

Amelia giró a ver a la rubia, esta se había quedado concentrada viendo las estrellas, podía ver el perfil de su rostro iluminado por las luces de la ciudad y la forma de sus pestañas

Que guapa

—¿Conoces la historia de la Luna y la Estrella? —Pregunto Luisita aun viendo las estrellas

—No, ¿cómo es? —Pregunto Amelia con bastante interés

Luisita se giró para verla y le dio una sonrisa

—Te lo cuento luego

La rubia se apoyó en un brazo sobre la nieve y buscó los labios de Amelia. La beso despacio, buscando que cada beso fuera diferente pero igual de intenso.

Necesito estar a solas contigo —pensaron al mismo tiempo al terminar de besarse.

Referencia: Luna y la Estrella —Capítulo XII "En tus recuerdos"