𝐕𝐈𝐀𝐉𝐄 𝐈𝐍𝐄𝐒𝐏𝐄𝐑𝐀𝐃𝐎 (ʟᴜɪᴍᴇʟɪᴀ, ᴇsᴘᴇᴄɪᴀʟ ɴᴀᴠɪᴅᴇɴ̃ᴏ)

Capítulo 18. Despedirse

Nochebuena.

Con un ligero uso de la fuerza, Amelia quitó su maleta del coche de Luisita, esta la esperaba al lado cruzada de brazos, ¿por qué siente otra vez que ese vacío en su pecho aparecerá una vez que ella se fuera?

Después de muchos días viajando en la misma dirección, este sería el punto donde ambas irían en caminos opuestos. Amelia a Zaragoza y Luisita a Madrid. De un golpe cerró el maletero del coche y se dirigió a su rubia.

—Me gustaría tener algo ahora mismo para regalarte —anunció Luisita tomando el rostro de Amelia

—Regálame la certeza de saber que irás donde tu familia —Le dijo acariciándole la mejilla —que este árbol no se va a adornar solo

Luisita asintió. Se besaron con cariño, ternura y necesidad, pero no como un beso de despedida, sino como un hasta luego.

—Joder —dijo Luisita levantando la mirada limpiándose las lágrimas —necesito que me dejes decirte algo

—Dime lo que quieras —Le dijo besándole la mejilla

—Te quiero, Amelia —respondió la rubia sonriéndole en los labios —joder, y te quiero tanto

—Yo también te quiero, Luisita

Cada beso, cada respiración y cada muestra de cariño, reflejaban un te quiero por parte de cada una de ellas.

—Y también quiero decirte que sigues siendo una ladrona —Volvió a decir la rubia en una pequeña risa

—¿Por robarte el árbol? —Dijo correspondiéndole la risa

—No, por robarte mis sentimientos

Con un último beso, Amelia se despidió de Luisita y con una mano en el pecho, la rubia vio alejarse a aquella persona que desde un inició, pensó que nunca tendría una relación.

Giró para ver su coche, el árbol amarrado encima de ello le hizo recordar el cómo había iniciado todo esto, y de alguna manera la reconfortó. Observando la hora de su teléfono se dio cuenta que llegaría a casa justo cuando empezara a anochecer.

—Bueno, prometí que llevaría el árbol ¿cierto? —Se dijo a ella misma antes de empezar a conducir —Pues ahí voy

Después de muchos días pensando en lo que sucedería con ella cuando no entregara el árbol de pino, al fin pudo pensar en la posibilidad de no morir a manos de su hermana. Aunque... si su deceso fuera posible, estaba segura que sería por el robo de una parte de su cuerpo: su corazón.

"Excelente hermana, la mejor cocinera de la familia, una persona le robo el corazón y ella se lo permitió sin objeción (1997 – 2021)"