-Buenas tardes niños, antes de comenzar la clase de hoy os voy a presentar a la mi ayudante, la señorita Williams, viene de la universidad y está aquí de prácticas
-Hola, señorita Williams -Dicen todos-
-Por vuestro propio bien os conviene portaros bien, ya que ahora hay otra persona que me ayudará a establecer el orden
-Pero a lo mejor logramos poner a la señorita Williams de nuestro lado -Dice un niño pelirrojo con una amplia sonrisa-
-Sigue en el mundo de tus ilusiones Marc -Dice Eva con una sonrisa- Bueno y ahora sí a empezar la clase
La clase comenzó y fue muy amena, estuve ayudando a los niños en todo lo que podía, y también ayudando a Eva, al final de todas las clases cuando ya salieron todos los niños Eva y yo nos quedamos recogiendo ya que en la última clase los niños decidieron que era buena idea recortar papeles y tirarlos por el suelo
-En fin, estos niños son de lo que no hay, no aprenden nunca -Dice Eva poniéndose una mano en la cara-
-Profesora Durand, me dirá que usted no hacía estas cosas
-Sí, yo lo hacía, y peores, pero limpiaba la escena del crimen -Dice riendo-
-Y ahora eres la de los castigos... simplemente increíble
-Si se lo cuento a antiguas compañeras mías no sé lo creen
-Me creo esa afirmación
Terminamos de recoger todo, todos los papeles fueron tirados a la basura y los granujas que lo hicieron fueron atrapados, básicamente porque el rastro de papeles estaba tirados entre tres mesas.
Cuando estábamos saliendo del aula para irnos ya a casa la mano de Eva se coloca en mi cintura, tirando de mi para atrás-Me gustaría hablar de lo de antes -Dice susurrando-
Me giro para quedar frente a frente (?) en realidad no por que soy más bajita, pero bueno, se me entiende -A...a mi también... pero... ahora no puedo, tengo que llevar a los chicos
-De acuerdo -Dice un poco triste- Te acompaño a tu despacho, yo me tengo que quedar un poquito más, así que iré al mío
Cuando dice esto suelta su agarre, veo en su cara tristeza, así que cojo su mano y la miro
-Hablamos mañana, no te preocupes
-Mañana es sábado señorita Williams
-¿Y?
-¿Me está usted proponiendo una cita?
-Tal vez... ¿un café?
-Me parece bien
Le suelto la mano con una sonrisa, ella me la devuelve y proseguimos la noche hacia mi despacho, cuando llegamos dejo los libros en una estantería, pero me doy cuenta que en la balda de arriba hay un libro, al cual por mi altura no llego
-Eva, me puedes pasar ese taburete
-Ehh... si claro, toma
Me acerca el taburete y yo me subo en cima de el para poder llegar a coger el libro
-¿Que haces? -Dice Eva acercándose-
-Intentar coger un libro que hay aquí
Me estiro un poco más para coger el libro, la presencia de Eva detrás de mi me pone nerviosa y creo que ella lo nota, cuando estoy apunto de coger el libro noto como una mano se apoya en mi pierna y y muy suavemente crea un recorrido por el que va subiendo hasta llegar al interior de mi muslo
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La profesora asignada
Teen FictionSi pudiera pedir un deseo sería el poder admirarte todos los días de mi vida hasta que la negra condena que se cierne sobre cada uno de nosotros actuará conmigo y en ese caso poder buscarte en el siguiente rayo de luz