Llega la notificación con la ubicación y salgo directa hacia ella, tardé quince minutos en llegar los cuales se me hicieron eternos debido a los nervios que tenía, cuando llego me fijo en el edificio y el lugar, es un edificio alto y está un poco alejado del centro, aparco el coche y mando un mensaje de que me encuentro abajo.
Un hombre alto, de pelo castaño, ojos azules, tez morena y una estructura física la cual denota que va mucho al gimnasio abre la puerta del edificio, cuando me ve me saluda con una sonrisa, y puedo apreciar que tiene una dentadura perfecta
-¿Evelyn?
-Sí
-Pasa
Dicho esto entro en el portal. Subimos por las escaleras, el marca los pisos que había que subir, cuando llegamos al tercero veo la puerta entre abierta y los dos entramos.
El piso es grande, nada más entrar se ve un salón completamente amueblado con madera oscura y un sofá blanco, la cocina, la cual está un poco más atrás se ve moderna, decorada en tonos blancos y negros, con algún acabado en madera el cual no permite perder el toque característico que se puede ver de esta en la casa.
El chico avanza por el pasillo que se forma separando el salón de la cocina hasta un cuarto que hay al final de todo, cuando entramos veo que es un cuarto bastante grande, con algún que otro cuadro sobre la pared, la cama, cubierta por sábanas blancas que hacen juego con la estética de la habitación y dentro de esta una Eva que se ve bastante dolida y con algún que otro hematoma por los brazos y pequeños rasguños por la cara.
Eva me mira cuando entro por la puerta y me regala una espléndida sonrisa, que intenta camuflar el dolor que está sintiendo ahora mismo, cuando accedo un poco más a la habitación, el hermano de Eva nos deja a solas
-Hola -digo con un tono de voz suave- ¿como te encuentras-
-Pues... la verdad, he estado en peores situaciones -dice riendo- estoy bien, solo que bueno... hematomas... rasguños... se me ha jodido el coche... podemos decir que no es mi día
Ella me regala una sonrisa cuando termina de hablar, y me hace un pequeño gesto para que me siente en la cama, yo obedezco y ella se se intenta hacer para un lado pero el dolor la ataca y hace que suelte un pequeño gemido de dolor
-No te muevas mucho, no es lo mejor que puedes hacer en este caso
Al tener su cara más cerca puedo apreciar corte en su mejilla, el cual amenaza con derramar sangre de un momento a otro, ella puede apreciar mi mirada preocupada, pero coge mi mano y posa la suya encima de esta
-No te preocupes, no es nada, un poco de agua oxigenada y estará como nuevo en un par de días -dice señalando a la mesilla que hay al lado de la cama, en la cual hay un bote de agua oxigenada, algodón y tiritas-
-Pues si me permites... -digo cogiendo las cosas- voy a limpiar un poco esa herida
Empapo el algodón de agua oxigenada y después lo presiono contra la herida, Eva hace un pequeño ruido a modo de queja
-Quejica -le digo con una rosa burlona-
-Es que escuece
-Lo dicho, eres una quejica
Termino con el algodón cojo una tirita y se la coloco en el lugar de la herida. La observo y veo que se ve preciosa, ¿habrá algo con lo que se vea mal esta mujer?
-Parece que he salido de la guerra
-Un poco si
Las dos reímos y si hermano vuelve a entrar en la habitación con un vaso de agua que deja apoyado en la misma mesilla en la que están las cosas de las curas
-Ella te la cura y no dices nada, lo hago yo y me caen por todos los lados... increíble
-Es más delicada que tú -dice frunciendo el ceño en forma de broma-
Eva cambia su mirada hacia un reloj que está en la otra mesilla, el cual marca las siete menos cuarto
-Ya es hora Roy
-Si, tranquila, ¿quieres que avise a alguien o vengo yo mañana?
-Pues yo sola, no te preocupes
-El médico te ha dicho que necesitas reposo, así que o aviso a alguien o vengo yo mañana
-Roy, no hace falta
Entre esa guerra de hermanos mi mente se formula la idea de que si a ella no le importa puedo venir yo, y no sé porque me pareció buena idea comentarla
-Si no puedes venir, no me importa venir a ayudarla, claro está, si queréis
-Eve, no hace falta estoy bien -dice Eva con una sonrisa- a demás no es nada grave
-La cosa sería quitar venda, poner crema, poner venda y que no haga mucho esfuerzo -dice Roy mirándome-
-Pues, creo que eso puedo hacerlo
Roy me sonríe ante esto y mira a su hermana, la cual está con una expresión de angustia, al mirarla puedo apreciar que el azul brillo de sus ojos se ha apagado un poco, lo cual, puedo intuir que es debido al cansancio que tiene acumulado
Roy se despide de nosotras y se va, yo sigo sentada en la cama con Eva, la cual no aparta la mirada de mi, yo me pierdo en sus ojos y me dejo navegar por el mar de su mirada, un mar cristalino, el cual está en calma, una calma que me deja reposar en el sin miedo a hundirme
-¿Quieres algo de comer? Indícame y te lo traigo -digo con una sonrisa-
-No te preocupes, con que me acerques la chaqueta negra que está ahí me llega -dice apuntando a un perchero de pared que está Justo detrás de la puerta-
Me levanto de la cama y voy hacia el perchero, cuando cojo la chaqueta me viene el aroma del perfume de Eva, es un aroma dulce y fresco, no es nada molesto, no se hace pesado ni nada por el estilo, simplemente es el aroma perfecto. Cuando se la doy, ella saca una cajetilla de tabaco junto con un mechero, y de un cajón de la mesilla saca un pequeño cenicero
-¿Fumas?
-De vez en cuando... ¿quieres?
Me replanto la oferta más de dos veces para terminar accediendo a ella, antes de encender nuestros respectivos cigarros, abro un poco la ventana de la habitación
-Gracias -dice con el cigarro en la boca, acabándolo de encender-
-No es nada, no te preocupes
-Coge lo que quieras del armario, ponte cómoda
Abro el armario y mientras ella me guía, cojo unos pantalones de chándal los cuales me quedan un poco grandes y también una camiseta blanca de manga corta
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La profesora asignada
Teen FictionSi pudiera pedir un deseo sería el poder admirarte todos los días de mi vida hasta que la negra condena que se cierne sobre cada uno de nosotros actuará conmigo y en ese caso poder buscarte en el siguiente rayo de luz