Capítulo 12

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Cuando salgo del baño después de cambiarme noto la mirada de Eva puesta en mis caderas, sus ojos desprenden fuego, es la misma mirada con la que me miro el día que sucedió todo en el despacho, ese día del cual no hemos vuelto a hablar

-Sí, me queda un poco largo -digo mirando mis pies-

-Eso te pasa por no comer danoninos de pequeña -dice riendo- por eso ahora te quedaste pequeña

-Lo bueno viene en tarros pequeños -digo con cara de superioridad-

-Creo que no era así...

-Sí, si que es

-Permíteme dudarlo señorita Williams

-Señorita Durand, está un poco quisquillosa hoy

Ella me mira con una sonrisa juguetona de arriba a bajo, debido a esto me siento desnuda, siento que a podido ver en mi más que de una simple ropa, siento que ha podido llegar más al fondo

-Te queda perfecta, incluso mejor que a mi... oye... respecto a lo de ayer ¿cómo te encuentras?

-Mejor, solo fue el susto del momento, nada de lo que preocuparse

-Sabes que puedes contarme todo, estoy aquí para escucharte y apoyarte... ya que no me puedo levantar de la cama... -me dice con una sonrisa-

-Idiota -le digo correspondiendo la sonrisa con otra-

-De verdad, no pienses que voy a juzgarte ni mucho menos, puedes hablar conmigo de lo que quieras

Dicho esto ella hace un gesto para que me acerque a ella, pensado en lo que ha dicho me acerco poco a poco y veo como saca una venda y una pomada de un cajón de la mesilla

-¿Sería usted tan amable?

-A llegado su enfermera de confianza

Digo cogiendo ambas cosas en las manos, Eva levanta la ceja y pone una mirada juguetona, justo en ese momento empiezo a notar un calor en mis mejillas, Eva sonríe y acto seguido quita las mantas que recubren su cuerpo, dejando a la vista una venda en la parte superior de su muslo.

Con cuidado voy quitándosela, poco a poco empiezo a observar un gran hematoma en la zona exterior de este, el cual, también se puede observar hinchado, cuando termino de quitar la venda pasó con cuidado mis dedos por encima de este, Eva, al contacto de las llenas de mis dedos por encima del hematoma reacciona con una mueca en su cara de dolor y rápidamente aparto mis dedos de este

-Si quieres puedo intentar esparcirlo con alguna cosa, por ejemplo una esponja blanda o algo similar -digo con preocupación-

-Evelyn, no te preocupes, soy fuerte como una piedra, aguanto el dolor -dice intentando convencerme, pero en realidad no se ha convencido ni ella misma-

-¿Estás segura?

-Confía en mi

Haciendo caso a sus palabras, aprieto el tuvo de la crema y cuando sale el pasta blanca la recojo con los dedos y delicadamente y haciendo la menos presión posible la esparzo por el hematoma, cuando hago esto observo la cara de Eva, la cual está mirando a otro lado mientras se muerde el labio.

Termino de esparcir la crema por toda la zona morada de su pierna y cojo la venda, pero si mano se interpone en el camino

-No lo hagas todavía

-Como quieras

-Espera que se seque un poco, y luego ya lo ponemos

-¿Pero la venda...?

-Para sujetar, caminar me duele debido al movimiento, entonces pues... una venda

-Entiendo... ¿puedo preguntar cómo fue?

-Un idiota que se saltó un Stop, y el tipo no iba muy despacio que se diga, y yo... bueno... no iba muy atenta, yo no me di cuenta, no me dio tiempo a frenar, no lo vi, iba con la cabeza en otra parte, el no frenó, no podía frenar de todos modos, y me arrolló, su coche chocó justo con la puerta del conductor y... me dijeron que el coche estaba dado la vuelta, me sacaron de allí y luego me desperté en el hospital

-¿Se sabe quien fue? -mi voz es calmada y hace contraste con la suya la cual se nota que está nerviosa hablando de lo ocurrido- si no te sientes cómoda hablando o no quieres hablar de esto no te preocupes, lo entenderé

Ella toma mi mano y la mira por unos segundos, luego me vuelve a mirar a mi, intentando convencerme de que está bien, pero sus ojos, esos ojos en los cuales normalmente se ve un mar en calma, ahora se ve un mar revuelto, un mar que Poseidón está tratando de controlar pero le es inútil

-No se sabe nada de quien fue... parece ser que se fue

-¿Pero? -digo desconcertada y ella se ríe-

-Sí, tienes la misma pregunta que yo, la cual nadie me ha sabido responder... supongo que sería un coche bastante ¿fuerte? Y saldría de allí

Aunque la duda de que era lo que le estaba pasando por la cabeza me estuviera comiendo por dentro decido que es mejor dejar de preguntar

-¿Me puedes hacer un favor? -me dice con una sonrisa-

-Sí, claro

-¿Me puedes acercar el portátil que está en la mesa del salón?

-¿Hasta donde te lo acerco? ¿Hasta la puerta?

rio mientras voy al salón y cojo el ordenador, cuando observo el salón veo dos cuadros colgados en la pared, con la firma E.D, el cuadro que está más a la izquierda es un paisaje, se asemeja al "Desayuno campestre" de Manet, misma píncela, misma técnica, solo que omitiendo a las personas. Solo un paisaje.

El segundo, podemos ver el retrato de una niña, unos 9 o 10 años, pelo negro, ojos negros, muy blanca, sonrisa sincera, podría decir que de perfil se puede llegar a asemejar a Eva

-Señorita Williams ¿se ha perdido? -dice riéndose-

Enseguida cojo el portátil, un Mac blanco, con algunas pegatinas, el cable y el ratón que también están encima de la mesa y se lo llevo

-Perdón, me quedé mirando los cuadros que tienes en el salón... ¿son tuyos?

-No me pidas perdón por ello, y sí, los pinté yo ¿qué te parecen?

-Me parecen preciosos, el del paisaje, transmite calma, la pincelada, el ambiente que transmite, no sé, es... paz y he de decir que se parece al desayuno campestre de Manet. Y el segundo, me parece precioso, a la niña se le ve una mirada tan pura, una sonrisa sin ninguna maldad...

Eva me mira sonriente, parece que el mar de sus ojos ha vuelto a entrar en esa calma tan característica suya

-La niña es mi sobrina, es súper tranquila, y la tranquilidad es su esencia, un día comiendo me pareció bien hacer un retrato en una servilleta, y bueno... lo convertí en un cuadro, y tengo que darte las gracias... porque evidentemente el paisaje está inspirado en ese cuadro de Manet, agradecida de que alguien lo sepa

La profesora asignadaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora