Capítulo 24

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Entro en la cama y los brazos de Eva me rodean para acercarme a ella, sus manos entran por dentro de mi camiseta, y hace pequeñas caricias por mi espalda, poco a poco, se van haciendo más lentas, pues el cansancio acumulado del viaje empieza a hacer estragos y Eva poco a poco se va adentrando al mundo de los sueños, yo me acomodo en la zona de su esternón, sin dejar un hueco entre nosotras, he dormido con ella varias veces, pero todas se sienten como la primera.

Despierto y el nerviosismo en mi interior no para, poso mi mano con cuidado en su cadera, vuelvo a cerrar ojos para intentar dormir, pero hay algo en mi que no lo permite, ¿qué me está pasando? Intentando no despertar a Eva me giro, quedando mi espalda contra su pecho, ella me aprieta y coloca su mano en mi bajo vientre, sin querer doy un pequeño espasmo y noto como Eva se mueve

-¿Estás bien?

-S-sí estoy bien

-¿Y ese pequeño salto?

-No... no es nada, soñé que me caía

Pega su cuerpo más a mi, y quedando su boca por encima de mi oreja susurra

-Evelyn, no me mientas

Toda mi piel se eriza con el contacto de su aliento con mi oreja, no puedo evitar estremecerme y ella suelta una pequeña risa, yo instintivamente me levanto de la cama y me quedo sentada

-Tengo mucho calor, voy al baño

Rápidamente me levanto y voy al baño, me mojo un poco la nuca y la zona de los hombros, reposo mis manos sobre el lavamanos y me miro directa al espejo, para luego dejar caer la cabeza y mirar al suelo, pero esto dura poco, ya que unas manos rodeando mi cintura me sobresaltan

-¿Mejor?

-Sí

-¿Sabes que es lo que pasa?

Me giro para quedar frente a ella, su mirada es penetrante y su rostro es una mezcla de burla y lujuria, se lo que va a decir, se que tiene razón, es imposible negarlo

-¿Q-qué?

-Que da morbo

Dice y acto seguido me coge de las piernas para subirme al lavamanos, su boca se aferra a mi cuello, y sin ningún impedimento yo le dejo, poco a poco me dejo caer hacia atrás, y mi espalda impacta contra el espejo, pequeños suspiros salen de mi boca, y acto seguido ella los calla con la suya, su mano se dirige a mi vientre, y la dirige hacia mis senos, con delicadeza los aprieta, manosea y juega con ellos, mis manos se enredan en su pelo, y mis piernas en su cadera, quiero tenerla, quiero sentirla cerca, más cerca y ella lo sabe, pues baja su mano lentamente hasta mi ropa interior y poco a poco la va introduciendo dentro de ella u con el primer roce viene el primer...

¿Sobresalto? Desubicada me levanto de un salto... estoy empapada, joder, ¿un sueño? ¿Todo esto un sueño? No te creo

-¿Eve? -Eva se despierta y con su voz de dormida pregunta - ¿qué hora es?

-No sé

Eva con su mano coge el móvil y mira la hora, al contacto con la luz cierra los ojos inmediatamente para después abrirlos poco a poco y mirar la hora

-Quedan cinco minutos para que suene la alarma -enciende la lamparita de la mesita de noche- estás... roja

-Sí... ya... ya sé

-Bueno -dice levantándose y estirándose- voy a la ducha ¿vienes conmigo?

Mis ojos se abren como platos, primero el sueño y ahora esto, increíble.
Eva se ríe y se acerca a mí

-Es broma, túmbate un poco, sigues con cara de cansada, cuando salga te aviso y entras -me coge con sus dos maños la cara y me da un beso-

Me tumbo ocupando toda la cama y reflexiono en cómo hemos logrado dormir las dos en esta cama, la cabeza me da vueltas con todo lo del sueño, y debido a esto decido buscar la ropa que me pondré hoy, una falda a cuadros, unas medias negras y una camiseta de cuello alto negra, listo. Para hacer más tiempo recojo la habitación, hago la cama y levanto un poco la persiana y mirar el paisaje

-¿Mirando las vistas? No son las mejores, pero prometo llevarte a algún sitio con buenas vistas

Me giro y la veo con su pelo negro mojado, formando pequeños tirabuzones en el, del resto, su cuerpo está tapado por una toalla blanca, pero sus clavículas se ven aún con gotas de agua

-Las buenas vistas son la de ahora

Eva me da un beso en la frente y va hacia su maleta, para buscar la ropa, yo por mi parte entro en el baño y comienzo a ducharme, el agua no puedo demorarme mucho, ya que el tiempo que tengo no es mucho, así que, sin adentrarme en mis pensamientos y crear paisajes fantasiosos me ducho, cuando salgo de la ducha me seco el cuerpo y me pongo la ropa. El pelo, en este caso, solo le quito la humedad, ya que no tengo tiempo para secarlo con el secador, cuando estoy lista, recojo el baño y salgo.

Veo a Eva con un pantalón negro, es ancho, pero se amolda perfectamente a su cintura, una camiseta blanca, y sus botas negras. Como siempre, está preciosa y como siempre se da cuenta de que me quedo mirándola

-No me mires así -dice con una sonrisa picarona-

Sin decir nada se acerca a mi y me da un beso apasionado poniéndome contra la pared y ella, yo coloco las manos en su cuello y ella aprieta mi cintura

-Me va a costar no hacer esto en todo el día

-A mi también se me va a hacer duro

Eva se aleja de mi y me mira de arriba a abajo, se vuelve a acercar y me da un último beso

-Estás preciosa

-Tu si que estás preciosa

Eva me toca la mejilla y se aleja para coger su bolso y el mío

-Venga, vamos, nos estarán esperando, pasa delante cierro yo

Salimos de la habitación, y vamos caminando hacia la recepción, cuando llegamos, nos encontramos con todos, saludamos y salimos del hotel hacia nuestro primer destino

La profesora asignadaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora