Capítulo 10

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Bajo las escaleras aún temblando, miro por la mirilla de la puerta y veo a Eva, rápidamente abro la puerta y la miro.

Ella también me mira y antes de decirme nada me da un abrazo, sentir su olor me tranquiliza, y me reconforta estar entre sus brazos, siento que de alguna manera estoy protegida, aún en sus brazos entramos dentro del piso y ella cierra la puerta con el pie. Nos separamos y veo preocupación en su mirada

-Me-me preocupaste cuando te llamé, siento que no era la mejor de las opciones, pero te volví a llamar y no me respondiste... entonces pensé... no sé... que te había pasado algo y... no sé... ha sido un impulso de protección supongo... no quiero molestarte, quería saber que tal estabas, si quieres que me vaya me voy, pero no te quiero dejar sola en este momento

Las lagrimas caen de mis ojos y ruedan por mi cara, ella me vuelve a abrazar y yo sé lo respondo, agradezco tanto que esté aquí

-No- No te vayas... por favor

Ella me abraza mas fuerte, cuando nos separamos yo tomo su mano, subimos a la habitación y yo me tumbo en la cama, ella se sienta en la cama y me da la mano, la única luz que hay en la habitación es la de una pequeña lámpara, por lo cual me siento mas acogida en esta situación.
Unos minutos después siento como ella se levanta de la cama e intenta soltar mi mano

-No te vayas... por favor

-Eve, no me voy, voy a traerte un poco de agua y vuelvo ¿vale?

Eva coge la botella de metal que tengo en la mesilla y va a mi baño a por un poco de agua, cuando vuelve pone su frente cintra la mía

-Si quieres me quedo a dormir, y aunque se que está es tu casa, no te voy a dejar dormir en la cama con la ropa de vestir puesta

Eva consigue sacarme una pequeña sonrisa, le indico donde están los pijamas en el armario y las dos nos ponemos uno, me vuelvo a meter en la cama, pero esta vez con con Eva, yo meto mi cabeza debajo de su nuca y ella pasando su brazo por mi cintura me aprieta a ella, su respiración sirve como guía a la mía, la cual se va relajando poco a poco

-Te juro que no te va a pasar nada malo, yo estaré ahí para detenerlo -su voz cambia, no sé cómo describirla, pero a cada palabra que pronuncia mas tiembla-

-Gracias Eva

Y con un leve susurro casi inaudible de mi boca sale un "Te quiero"

Por la mañana cuando nos despertamos veo que Eva me está mirándome

-Buenos días, ¿cual es el plan del miércoles?

Una sonrisa radiante sale de su boca y yo no puedo evitar contagiarme por ella. Con la poca luz que entra por las rendijas de la persiana aprecio su figura, no quiero decir nada y creo que todo lo que quiero decir lo expreso con mis ojos, Eva se incorpora un poco y al estar de lado su pelo cae, un pelo negro que forma unas ondas perfectas, puedo apreciar sus ojos azules, los cuales me transmiten paz, seguridad, y cariño, por último me centro en su boca, la cual dibuja una sonrisa perfecta, una sonrisa puedo decir un tanto tímida

-Me voy a poner roja como me sigas mirando así

-Perdón, me es imposible no hacerlo

Ella vuelve a sonreír, pero el momento se corta con el tono de su teléfono, a ella se le cambia la cara, se torna a preocupación... incluso miedo, tarda pocos segundos en responder la llamada, sale de la cama y se va de la habitación en busca de intimidad, yo por mi parte también me levanto, abro la ventana y subo un poco la persiana, poco a poco escucho unos pasos acercarse a mi

-Evelyn, me tengo que ir, siento no poder quedarme, nos vemos después

-Está bien

Le acerco su ropa y ella va al baño para cambiarse, cuando sale se despide de mi con una sonrisa y se va, escucho como baja las escaleras y poco después como la puerta de mi casa se cierra, no escucho nada más. Antes de empezar a hacer cosas decido que una buena ducha no me sentará nada mal.

Cuando salgo cojo el ordenador y hago unos informes de todo lo que estoy haciendo con Eva para presentarlos al final de las prácticas, el trabajo en concentra tanto que cuando termino me doy cuenta de que son las cinco de la tarde, me levanto de mi escritorio y cojo mi móvil, el cual tiene un mensaje de la universidad en la que estoy de prácticas, en resumen, Eva no va a poder ir hoy y por lo que se ve el resto de la semana tampoco, así que decido mandarle un mensaje.

Pasan las horas y nadie contesta así que decido llamarla... un tono... dos tonos... tres tonos... cuando estoy a punto de colgar alguien que no es Eva coge la llamada

-¿Hola?

-¿Eva?

-No, soy su hermano

-Eeem... encantada... ¿está Eva?

-¿Quien eres?

-Soy si ayudante, estoy de prácticas y ella es la profesora a la que me asignaron, me llegó hoy un correo en el cual dice que no irá a clase en unos días... la llamaba por si le sucedió algo

-Pues vera, ahora mismo... te la pasaría...

-¿Está bien?

-Sí, está bien, por lo que parece... em... está en el hospital, tuvo un accidente de coche, solo algunos hematomas y una pequeña herida en la frente

Las palabras no salen de mi boca, por lo menos no es nada grave, pero aún así no puedo reprimir mis ganas de ir a verla

-Perdón, espero no ponerle en ningún aprieto, pero ¿sería mucha molestia si la voy a ver?

-Nos acaban de dar las pruebas, nos vamos a ir ya del hospital, si quiere hablo con mi hermana de que la ha llamado y cuando estemos en la casa le mandamos ubicación, no por nada, si no es que nos vamos ya del hospital

El hombre suena un poco nervioso, y el final de la frase lo dice con una pequeña rosa al final

-Claro, sin ningún problema

-Pues en cuanto salga la aviso y le manda ubicación

-Gracias

La llamada finaliza y yo decido preparar ya mi bolso, cojo todo lo necesario, salgo de casa cerrando la puerta con llave y me voy directa al coche, cuando subo espero a que me llegue el mensaje de Eva

La profesora asignadaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora