Cuando salgo del coche cierro la puerta y cierro el coche mediante el mando de este. Camino hacia Eva y cuando estoy a su altura le doy el papel
-La excursión... ¿es ya?... bueno... la semana que viene... pero...
La miro con cara de duda y ella se ríe al levantar la mirada hacia mi y ver mi cara de no comprender nada
-Te comento, hay una excursión, vamos a ir a otra comunidad tres días, uno ver la ciudad, otro ver un museo y el último día libre, el cuarto es volver. Evidentemente y por desgracia tengo que ir... la cosa es -hace una pausa y vuelve a mirar el papel- es que yo pensaba que era más tarde... bueno, que te vengas, no me puedes decir que no
La miro con una sonrisa debido al monólogo que acaba de soltar ella sola y asiento con la cabeza
-Vale, pues ahora tienes que firmar
-Si quieres saco un bolígrafo del bolsillo de Doraemon
-Estás un poco quisquillosa
La ignoro y le hago una seña para que suba conmigo, cuando llegamos a mi casa abro la puerta y voy directa al mueble del salón donde tengo todo tipo de bolígrafos, Eva me da el papel y yo lo firmo
-Firmado
Eva me quita el bolígrafo de la mano y ella también firma, aprecio su cara mientras lo hace, tiene una leve sonrisa y no puedo evitar sonreír debido a esto, cuando termina me fijo en su firma, es preciosa, sutil, elegante... la mía parece de un niño pequeño comparada con la suya
-Bueno, pues supongo que en estos días tendré reunión para planificar, así que te voy contando
-Vale
-Bueno, me voy, no te molesto más
Con una sonrisa Eva se despide pero yo tiro de su muñeca hacia mi
-No me molestas nunca
Eva me mira con una sonrisa tierna y acaricia mi mejilla con delicadeza lo cual hace que me estremezca, pero una sonrisa aparece en mi rostro.
Con este simple gesto puedo notar cariño, refugio, el cual nunca tuve. Sus ojos me vuelven a mostrar una marea tranquila, un sitio donde estar tranquila, un lugar de descanso y como ya dije antes un refugio. Pero todo cambia cuando escucho un picoteo en la puerta, todos mis instintos se ponen alerta, noto como los nervios se empiezan a apoderar de mi, y no por lo que me pueda suceder, si no por lo que pueda ver Eva-¿Qué...?
Le tapo la boca con la mano instintivamente, ella abre los ojos sorprendida y yo me acerco a la mirilla de la puerta, cuando veo quien es me pongo mas pálida todavía. Eva se acerca a mi con cara de preocupación, le hago un gesto para que no diga nada y espero a que cesen los picoteos de la puerta
-Evelyn, abre la puerta, se que estás ahí
Eva me mira sin entender nada, mis ojos se empiezan a inundar de lagrimas y Eva me abraza
-EVELYN ABRE LA PUTA PUERTA
Sus gritos se escuchan por todo el edificio, yo me agarro más fuerte a Eva, la cual no se desmorona en ningún momento y no se aparta de mi
-Llama a la policía -dice susurrando-
-No puedo... en algún momento se irá
-Evelyn... hazlo
Niego con la cabeza, Eva me mira y mirando hacia la puerta y volviéndome a mirar agarra mi mano y abre la puerta.
El temor se apodera de mi, noto como mis piernas empiezan a fallarme pero Eva aguanta por las dos. Cuando la puerta se abre puedo apreciar la apariencia de mi madre, más demacrada que de costumbre, su pelo rizo está totalmente despeinado, sus ojos marrones rojos, del alcohol y de otras substancias, su cara con su expresión de que nada bueno me va a pasar y de la ropa ya ni hablemos.Cuando mi madre ve a Eva su expresión cambia todavía a estar mas enfadada. Aunque no la veo puedo notar por si lenguaje corporal na mirada de Eva, puedo notar el mar de sus ojos entrar en un mar revuelto, un mar envuelto en ira, su mano aprieta la mía con fuerza. Mi madre no se deja intimidar por ella, pero se nota desajustada debido a la imponente mujer que tiene delante de ella
-No tardabas en traerte a una puta... por eso no me abrías la puerta
-Señora, no le tiene que dar explicaciones de lo que hace o deja de hacer, no voy a repetir esto que voy a decir ya que si lo tengo que hacer se lo explicará la policía, márchese de aquí ahora
-¿La pequeña Evelyn no tiene lengua? -su voz burlona hace tensarse más a Eva- tiene que llamar a su putita para que hable por ella... no cambiarás nunca
La rabia me consume, y el impulso de ira hace adelantarme y llegar hacia ella, le coloco una mano en el cuello y la empujo contra la pared
-No vulvas a llamarla así, no vuelvas por mi puta casa, no te vuelvas a hacer se a mi, no me vuelvas a dirigir la palabra, no eres nadie para mi
Noto como el sentimiento de rabia incrementa, todas las experiencias vividas con ella aparecen por mi mente, noto como mi lado del razonamiento se ve invadido por la ira, mis ojos empiezan a arder al igual que mi cuerpo, noto como todo va a cámara rápida, no hay nadie más allí, solo somos yo y ella. Pero una voz externa aparece, la voz de la calma, la voz que vuelve a meter el razonamiento en mi cabeza, la que me trae de nuevo al lugar en el que siempre he estado.
Quito mi mano de su cuello y comprendo que es lo que quería que sucediera, su sonrisa maléfica me lo demuestra... he vuelto a caer en si juego por idiota. Eva me agarra de la cintura y me pone por detrás de ella
-Señora, váyase, o llamaré a la policía
En ese momento un vecino sale de la puerta de enfrente y nos mira con preocupación, el aunque no quisiera había escuchado todo lo sucedido con mi madre desde que me mudé aquí
-Vienen para aquí ya
Mi madre al escuchar eso sale corriendo del piso, yo por mi parte me dejo caer al suelo, toda la adrenalina y la ira se esfuman para dar paso a las lagrimas
-No no no
Eva coloca sus manos en mi cintura y yo las mias en su cuello, el vecino de unos 60 años, entra en su casa y trae un vaso de agua el cual me ofrece
-Siento mucho haberme metido, se que no era mi conversación, pero no puedo evitar no hacer nada después de tanto tiempo... chica, tienes que denunciar
Cojo el vaso de agua aún entre lágrimas, después de una conversación con el vecino, el cual Dino que en realidad no había llamado a la policía, que solo lo hizo para que se fuera, Eva y yo entramos dentro de mi piso
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La profesora asignada
Novela JuvenilSi pudiera pedir un deseo sería el poder admirarte todos los días de mi vida hasta que la negra condena que se cierne sobre cada uno de nosotros actuará conmigo y en ese caso poder buscarte en el siguiente rayo de luz