Lentamente abrió sus ojitos, la luz entraba por un pequeño espacio en donde se unían ambas cortinas negras y aterrizaba directo en su rostro. Con su suave y delicada mano, frotó su cara a la vez que soltaba un tierno bostezo. Con su mano izquierda, palpó la cama con la esperanza de encontrar a eso hombre soñado, espalda ancha, brazos fuertes y tonificados, abdominales de acero, piel perfecta y brillante, y el rostro más hermoso que haya existido en la tierra, pero no, nuevamente estaba solo. Los ángeles aún no oigan sus ruegos ni le conseguían al que compartiría su fortuna con él.
Se sentó en su costosa cama de 40, 000 dólares con una combinación única de muelles ensacados de vanadio y rellenos como lana británica, pelo suelto de cola de caballo británica, lana Shetland mezclada con cachemira y seda, bambú y lujosa lana de vellón Royal Alpaca, lana de Shetland y algodón orgánico, que le brindaban la mejor experiencia de sueño. Aún con el cerebro medio dormido buscó su teléfono en la mesita de noche, está por de más decir que era el último modelo, mejor dicho ni siquiera había salido todavía al mercado. Las ocho de la mañana, sorprendió abrió sus ojitos a todo su esplendor; normalmente solía despertarse a medio día sobre todo cuando tenía alguna fiesta el día anterior pero eso no volvía escasos los días en que despertaba temprano, como hoy.
-Buenos días, Señorito Chae-habló una mucama parada en la puerta dispuesta acatar cualquier orden.
-Buen día-su voz sonaba aun rasposa por no haberla usado por horas pero no era nada molesta al oído-preparen mi baño.
-Entendido.
Por cinco minutos espero pacientemente que la mucama preparara el agua perfecta en el jacuzzi, él amaba su jacuzzi cuando no tenía nada que hacer se la pasaba ahí deleitándose con cualquier botella del mejor vino tinto o blanco, según fuera el caso, y una buena música. Su "bañera" era grande, suficiente para diez personas sin llegar a incomodar a ninguna pero él siempre estaba solo ahí, no le molestaba aunque soñaba con compartirla con alguien algún día.
Caminó casi como un zombie hasta el cuarto del baño, se despojo de sus ropas y disfrutó de un buen baño por al menos media hora mientras recordaba todos los deberes de su agenda, el que más predominaba era la visita al café de su mejor amigo, Minhyuk.
Hyungwon era el rey de la casa el consentido de madre y padre, todo lo que él quisiera lo tenía en cuestión de segundos aunque la mayoría de veces eran deseos simples para sus amigos, para el sin fin de personas que conocía en la calle y los hacia formar parte de su grupo, como a Minhyuk, a él lo conoció en una tienda Dolce & Gabbana cuando el pobre chico peleaba porque no querían venderle un par de tenis, Won intervino por él alejando que cualquier que tuviera dinero podía comprar en la tienda por supuesto le hicieron caso y más cuando les recordó que su padre tenía acciones en la marca, desde ese día entabló una buena amistad con el rubio y cada que podía visitaba su cafetería.
-Papá, Mamá Buen día-con una gran sonrisa beso la mejilla de su madre y la mano de su padre.
-Buenos días mi príncipe ¿Cómo amaneciste?-la mayor apretó una de las mejillas del pelinegro.
-Muy bien-tomó asintió junto a su padre quedando frente a su madre-¿Y Chang?
-En el colegio, cariño-el señor Chae bajó su periodo para mirar a su querido hijo-¿Tienes planes para hoy?
Una mucama entró al comedor llevando consigo el desayuno del heredero a la fortuna Chae.
-Gracias-sonrió a la joven sirvienta-Tengo pensado visitar a Min en su cafetería.
-Esa es una excelente idea, mi amor. Me lo saludas-pidió la señora Chae-a tu padre y a mí nos gustaría pasar el día contigo pero tenemos nuestra agenda muy llena. Aún así hicimos un poco de espacio para acompañarte en el desayuno.

ESTÁS LEYENDO
My Prince 👑 2Won 👑
Fiksi PenggemarDos hombres de distintas clases sociales. Hoseok, hijo de una madre de clase media que murió en una accidente en la fábrica donde trabajaba. Seok se quedó a cargo de su hermano menor Jooheon de 16 años. Detesta a los millonarios presumidos que usan...