MONSTERS ✧ draco malfoy |Traducción [✓]

cincuenta y nueve

N/a: escenas maduras por delante.

D R A C O

Le propuse que Maya y yo fuéramos a cenar porque íbamos a necesitar comer algo. No me creyó cuando se lo propuse al principio, pero cuando la llevé al gran salón para cenar, se quedó sorprendida. Apenas almorzamos, así que al menos deberíamos comer algo.

-Todavía no puedo creer que quieras ir a cenar después de cómo te quejaste en el almuerzo. - Bromea.

-Créeme cuando digo que no estaremos aquí mucho tiempo.

-Lo creo. - Dice mientras se sienta con nuestros amigos en la mesa.

-¿Creer qué? - le pregunta Theo y nota que una sonrisa de satisfacción crece en mi cara. -No importa. No quiero saberlo.

Suelto una carcajada mientras me siento al lado de Maya y empiezo a poner algo de comida en mi plato.

-¿Tienes prisa? - me pregunta Blaise y Maya suelta una suave risita.

-Es que tengo mejores cosas que hacer esta noche que sentarme aquí contigo. - Digo con sarcasmo.

-En mi cama no, por favor. - Pansy dice sin levantar la cabeza de su plato.

-Mientras tú y Zabini no hagáis nada en mi cama. - Le respondo.

-Más vale que no estén haciendo nada de todos modos. Yo también duermo ahí. - Theo añade.

-Quizá deberías buscar un lugar mejor para dormir. - bromea Maya.

-Voy a empezar a dormir en el sofá de la sala común. - Dice Theo mientras pone los ojos en blanco ante Blaise y Pansy.

Miro a mi lado y veo a Maya sonriendo. Su preciosa y brillante sonrisa hace que mi corazón se derrita. Utilizo mi mano para guiarla hacia mí y me inclino para unir nuestros labios. Ella me devuelve el beso y luego se aparta con una expresión de curiosidad en su rostro.

-¿Por qué ha sido eso? - Pregunta suavemente.

-Eres tan hermosa que no pude resistirme.

-¿Has terminado de comer? - Susurra y se muerde el labio.

-Sabes qué, siempre puedo colarme en la cocina más tarde y coger la comida. - Digo mientras dejo caer el tenedor sobre la mesa y me pongo de pie. Maya suelta una risita mientras se levanta también.

-Nos vemos mañana. - Digo. Tomo la mano de Maya y la alejo de la mesa para sacarla del gran salón.

Cuando llegamos a la sala común, está vacía. Todo el mundo está cenando todavía, así que tenemos tiempo.

La acerco a mi cuerpo y conecto nuestros labios en un beso apasionado. Ella deja escapar unos suaves gemidos contra mis labios antes de que le haga un gesto para que se arroje a mis brazos. Lo hace y me rodea la cintura con las piernas, mientras mis manos se dirigen a sus nalgas para sostenerla.

-Eres tan perfecta. - Murmuro entre besos.

Comienzo a llevarla por las escaleras hacia los dormitorios, con los labios aún unidos.

Cuando llegamos a la habitación, la dejo en la cama antes de cerrar la puerta con llave y lanzar un encantamiento silenciador. No quiero interrupciones esta noche.

Me doy la vuelta y veo a Maya tumbada de espaldas esperando a que me acerque a ella. Es tan perfecta que no puedo expresar lo mucho que significa para mí. Sonrío mientras vuelvo a acercarme a ella y me subo encima. Ella suelta una suave risita antes de bajar mi cara para encontrar sus labios. Mis caderas empiezan a moverse lentamente contra ella mientras deja escapar suaves gemidos.

-Draco... - gime. -Te necesito, ahora.

-Quítate la camiseta. - Exijo y ella obedece. Se sienta lentamente y se desabrocha el top, asegurándose de hacer un espectáculo. Sonríe ante mis expresiones faciales mientras la observo.

-Deja de burlarte. - Murmuro mientras empiezo a dejar suaves besos en su cuello y su pecho, dejando algunas marcas.

-Ahora quién se burla. - Me dice al oído.

Me acerco a su cintura y le hago un gesto para que se incorpore un poco y pueda quitarle los pantalones, y ella obedece. Después, me ayuda a quitarme la camiseta y yo me quito los vaqueros.

-Suplícalo. - Exijo mientras deslizo un dedo en su interior y ella deja escapar un gemido.

-Draco... yo... por favor. - Suplica. -Te necesito.

-Ya estas tan mojada. - Deslizo otro dedo dentro y continúo bombeando.

-Por favor. - Ella suplica de nuevo.

-Dime cuánto me necesitas. - Exijo.

-Te-te necesito.

Con eso saco mis dedos y sin previo aviso, empujo dentro de ella.

-Sí. - Ella gime. -Justo ahí.

-Joder. - Mascullo. -Te he echado de menos.

Ha pasado tanto tiempo que no creo que vaya a durar mucho más. No creo que ninguno de los dos pueda durar mucho más.

-Yo... estoy cerca. - Ella murmura y yo voy más rápido.

-Yo también.

No tardamos mucho en soltarnos los dos y estar tumbados uno al lado del otro, recuperando el aliento.

-Joder, te he echado de menos. - Digo mientras la acerco y la dejo descansar sobre mi pecho.

-Hacía demasiado tiempo, joder, que no hacíamos eso. - Ella dice.

-Estoy de acuerdo.

-¿Segundo asalto? - Ella pregunta.

-Estoy abajo. Cuando estés lista. - Sonrío.

Y así es como pasamos la noche. Sólo nosotros dos perdiéndonos en el tiempo juntos. No sabíamos que ese sería nuestro último momento de paz juntos por un tiempo.