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POV Camila

Me encontraba enfrente de mi espejo, observando como mi pelo castaño estaba ondulado, como mi vestido negro pegado al cuerpo junto a mis tacones blancos que hacían juego y mis ojos marrones resaltaban gracias al delineador.

Mi teléfono sonó en el medio del silencio generando que me asustara un poco.

-Hola-hable esperando una respuesta de la otra linea.

-Estoy abajo- se limito a decir una voz reconocida, después de varios segundos reconocí era la voz de Harry.

-Voy bajando- conteste cortando la llamada para luego tomar mi bolso y las llaves de mi apartamento para así salir.

En frente de mi apartamento se encontraba el auto color negro con mi hermano apoyado en el.

-Al parecer tomaste una decisión Camila- comento haciendo se aun lado del auto para si abrirme la puerta del copiloto.

El viaje fue silencioso, mucho mas de lo que quisiera pero mientras mas nos alejábamos de New York siento que estoy dejando mi vida en aquella ciudad.

Cuando el auto estaciono y logre ver el centro de detención de attica, este era inmensa con un color gris descuidado en toda su estructura.

-Estas lista?- pregunto Harry mirando fijo.

-Si.

Al salir del auto un guardia nos recibió con la mejor sonrisa.

-Buenos días señores, en que puedo ayudarles? - pregunto el murándome de arriba abajo.

-Ella viene para el puesto de doctora- le comunico Harry muy seguro de sus palabras, aunque cuando el lo decía me daba algo de miedo.

-Que alegría señorita, la estábamos esperando- hablo con emoción el para luego dejarnos pasar.

Adentro no era muy diferente a lo que me imaginaba, las paredes estaban horribles, llenas de manchas de humedad. El olor era insoportable.

-Espero que a la señorita no le moleste pasar por donde se encuentran todos los reclusos- comento el guardia esperando mi respuesta.

-Es necesario? Pregunto Harry por mi.

-La otra entrada a la enfermería esta en restauración- contesto explicando con mucha paciencia.

-No hay problema- respondí algo incomoda.

En el instante que las puertas se abrieron y pase por ella todas las miradas de aquellos hombres fueron hacia mi. Había altos, bajos, gordos y flacos.

-Hermosa!

-Bombón!

-Los ángeles caían del cielo?!

-Estas super comible!

Comentarios como esos comenzaron a escucharse en todos lados, me aterrorizaba pero me quedaba tranquila sabiendo que Harry se encontraba a mi lado.

-Ya cállense!- grito el guardia con una voz autoritaria.

Todos los reclusos quedaron en silencio pero mientras terminábamos de pasar por el pasillo en una de las celdas se encontraba una chica alta de pelo negro y ojos verdes esmeralda.

Ella estaba cubierta de tatuajes por todo su cuerpo y su mirada fija en mi era lo que mas me asustaba, pero decidí ignorarla.

-Te encuentras bien?- pregunto mi hermano sacándome de mis pensamientos.

-Si.

Caminamos unos metros mas hasta encontrarnos con una puerta blanca.

-Esta será su zona de trabajo- me enseño el guardia para luego abrir la puerta y dejar ver una hermosa sala de color blanco.

Celda 593Donde viven las historias. Descúbrelo ahora