Celda 593

10

POV Camila

La puerta de la tienda sonó y ambos nos separemos rápidamente.

-Voy- anuncio Austin mientras se ponía su camisa para así luego ir hacia la parte de la tienda, comencé a vestirme.

-White- nombro Austin desde la tienda.

-Voy- conteste acomodando mi cabello, cuando salí me encontré con Black mirando fijamente a Austin como si fuera una amenaza.

-Black?- pregunte intentando sonar asombrada de su presencia.

-No sabia que ahora trabajabas aquí- comento mirándome fijamente.

-Es que con todo eso de la fiebre me olvide de contarte- le explique acercándome a ella- que haces tan temprano aquí?- pregunte curiosa.

-Me dejaron salir temprano porque sabían que tenias fiebre- contesto ella sin dejar de mirar a Austin.

-Es mejor que vayamos a casa- sugerí tomándola del brazo para ir hacia el apartamento.

El camino hacia este fue silencioso hasta llegar al destino.

-Te acostaste con el?- pregunto ella dejando su chaqueta en el sofá.

-No.

-Pero estuviste apunto- avalo mirándome fijamente.

-No.

-Mientes- aseguro acercándose a mi quedando a centímetros de mi.

-Si me acosté o no con el ese no es problema tuyo- conteste alejándome de ella para ir hacia hacia el baño.

-Como que no es mi problema?- pregunto ella indignada.

-Black no somos pareja- hable saliendo del baño- eres una reclusa y yo soy tu doctora- volví caminando hacia la pequeña cocina.

-Tienes razón.

-Obvio que la tengo, por que acostarme contigo no significa que quiera estar en una relación, estuve en una hace poco y me fue bastante mal- conteste siendo sincera.

-Si esa es tu decisión la respeto- concluyo por ultimo antes de irse del apartamento sin mas que decir.

[..........]

Los días y las semanas pasaron super rápidas..

Black ya no me hablaba y aunque eso en cierto modo se me hacia algo incomodo no podía obligarla a nada.

Mis días trabajando con Austin eran algo tediosos, había cierta grieta entre nosotros.

Faltaban horas para que el tren que va a New York salga y mientras me alistaba Black estaba mas nerviosa que nunca, tanto que caminaba de un lado a otro.

-Puedes tranquilizarte?- pedí saliendo del baño.

-No quiero volver a ese maldito centro de detención- expreso enojada.

-Pero lo harás por que si no te llevo a rastra- le asegure acercándome a ella quedando muy cerca una de la otra.

-Extrañaba tenerte cerca- susurro sentándose en el sofá para luego hacerme sentar encima suyo- voy a extrañarte tenerte cerca mia- comento posando sus manos sobre mi trasero.

-Estas insinuando una despedida- pregunte curiosa.

-Exactamente- contesto con una sonrisa para luego fundir nuestros labios en un apasionado y feroz beso.

Sus manos rozaban mi cuerpo desnudo generando miles de sensaciones.

-Black tenemos minutos para que salga el tren- intente explicarle entre gemidos.

-Tenemos tiempo- contesto ella sin dejar de besar mi cuello a lo loco.

Fue en ese momento donde me di cuenta que todo esto se terminaría, los besos, las caricias, los días felices y sus miradas llenas de amor y confusión.

-Es hora de irnos- le ordene saliendo de encima suyo para tomar mi abrigo.

-Como ordene Jefa- contesto en tono burlón.

Maldita sea iba a extrañar sus bromas.

Dejamos el apartamento como estaba y nos dirigimos hacia la estación de tren, mientras caminábamos hacia allí no podía sacar de la mente los momentos buenos que tuvimos juntas.

-Black- nombre dejando de caminar.

-Que pasa?

-Te voy a extrañar- confesé tomando su mano con firmeza.

-Nos seguiremos viendo- me aseguro para luego dejar un beso fugaz en mis labios.

Al llegar a la estación el tren había llegado justo a tiempo, ambas nos subimos a este con la cara en alto.

Ambas sabíamos que después de subir a este tren todo iba a cambiar y no sabíamos que tanto o cuando iba a afectarnos eso.

El viaje fue lento y algo denso al mismo tiempo pero mientras Black se dedicaba a dormir plácidamente yo solo podía verla, había algo que no me cerraba.

Horas después decidí dormir antes de llegar a nuestro destino pero desperté rápidamente cuando escuche la voz de la cabina que nos comunicaba que estamos en New York, Black se despertó rápidamente para levantarse y tomarme de la mano y así salir del tren.

La luz de la ciudad me enamoro, sabia que no había pasado tanto tiempo pero aun así extrañaba los sonidos estresantes, el trafico horrible y la ciudad encendida al 100% por las noches.

-Estas lista?- pregunto ella poniendo mas fuerza a nuestro agarre.

-Es mejor que vayamos a tomar un café antes de irnos- sugerí caminando hacia una pequeña cafetería que se encontraba a unos cuantos pasos de nosotras.

Al sentarnos en nuestra mesa, el mozo nos atendió con mucha amabilidad para luego dejarnos solas en el eterno silencio.

-Es nuestro ultimo día juntas- comente nerviosa.

-Nos volveremos a ver- me intento tranquilizar con una sonrisa en su rostro.

-Creo que deberíamos decir nuestros nombres antes de volver a nuestras vidas- sugerí inquieta.

-Empieza tu- contesto Black.

-Solo mi nombre o algo mas de mi?

-Quiero saber todo sobre ti.

-Mi nombre es Camila Cabello, soy la hija menor de Alejandro Cabello, ministro de seguridad, tengo tres hermanos hombres y una mujer, mi madre murió cuando nací, me crie prácticamente sola por que mi padre me desprecia por ser la razón la cual llevo a la muerte a su esposa- hable intentando no llorar- estudie medicina por que no quería pertenecer a la familia de mi padre, estaba apunto de casarme hasta que me di cuenta que mi futuro marido se acostaba con mi hermana Cheryl, mi hermano Zayn fue el que me dio la oportunidad de trabajar en el centro de detención de Attica en el cual conocí a una chica magnifica pero también la mas temida del centro, conocí a la reclusa 593 la cual se ha ganado mi corazón de la manera mas rápida y extraña posible- concluí sintiendo como mis lagrimas se deslizaban por mis mejillas descontrolada mente.

-Creo que eso es todo- termine limpiando mis lagrimas.

Era doloroso tener que hacerlo, tenia miedo de volver pero tampoco me podía quedar para siempre con una chica la cual fue condenada por algún delito.

___________________________________