El lado ciego del amor

Capítulo 11.

- Hola - dijo en un tono tan poco familiar que Luisita no sabía que le estaban hablando a ella hasta que levanto la vista.

Sebastián se situó delante de ella, las manos profundamente en los bolsillos de su abrigo. Desviando su mirada por todo el parque antes de mirar a Luisita.

- Como que hace frío para estar aquí.

El viento soplaba fuerte en ese momento, arrastrando una botella de agua vacía en el suelo. Luisita lo miro en silencio, irritada brevemente hacia la persona a quien tenía en frente. En circunstancias normales se habría ido.

En cambio, no hizo nada, sino mantener quietas las páginas de su cuaderno de bocetos a medida que el viento volvía a soplar.

- Es bueno - dijo.

- ¿Te han gustado las flores?

Luisita miró hacia abajo, se sentía cansada ahora. Deseaba que la deje.

- ¿Qué quieres, Sebastián?

Él se sentó a su lado sin esperar una invitación. Debió haberse dado cuenta que ella no le ofrecería una.

- Quería pedir disculpas.

Luisita miraba su perfil, tratando de no aparecer como que se sintió sorprendida. ¿Sebastián? ¿Pedir disculpas? ¿A ella?

- No fue tu culpa que yo... - Sebastián dudo y empezó de nuevo - Mis padres estaban ejerciendo una gran presión sobre mí para encontrar a alguien más - él miró con rapidez - No es que no les gustas es que sólo que. no eres....

Luisita intentado ignorar la sensación de humillación que siempre acompañaba la forma de pensar de los padres de Sebastián. Por supuesto, sabía que no era de clase alta. Por supuesto, ella sabía que sus padres no la aprobaban, a ella y la relación con Sebastián. Por supuesto que sabía que le habían amenazado cortar su relación con Sebastián si no rompía con ella. Que habían dicho muy claro que ella no era lo suficientemente buena para él.

Sebastián se cambio para hacerle frente a ella.

- Las cosas estaban realmente feas, y tuve que decirles que nos separamos.

Luisita trago saliva, sin que el odio la lastime.

- ¿Cuándo?

- Hace seis meses - dijo - Lo siento, Luisita. Era la única forma que podrían dejarme solo. La única forma en que nos habían dejado solos. Sin embargo, no fue suficiente - él paro y respiro profundamente, lo que indicaba que lo que seguía era mucho peor - Ellos me juntaron con alguien. La hija de uno de los socios de negocios de mi padre. Ingreso también a Harvard, y realmente...nos caímos bien. Por eso he estado tan distante.. La he estado viendo a ella - Luisita parpadeo, incapaz de formular palabras - Quiero decir que cuando dije que te quiero era la razón por la que quería tu transferencia a Harvard. Quería creer que tú y yo podríamos ser. Que lo que yo sentía por Vanessa era sólo temporal...

- Vanessa - dijo Luisita suavemente, pensando que el nombre hizo chispar algo en ella. Ira o amargura o algo así. Además de algo vacío.

- ¿Has dormido con ella mientras estábamos juntos?

- Lo siento - Sebastián miro.

Luisita asintió.

- Gracias por decírmelo - dijo, llegando a sus pies.

- Luisita...

- Es bueno - dijo, no estaba segura de si era cierto o no.

El frío fue llegando a su momento, y necesitaba caminar.