Capítulo 13.

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Cuando Marina volvió de su audición, Luisita estaba terminando de enviar su mensaje de correo a Meli. Cualquiera diría que hubiese estado escribiendo por más tiempo de lo que había pensado, o la audición de Marina había terminado antes de tiempo.

Mantuvo su mirada en la pantalla hasta que el mensaje desapareció de su bandeja salida. Luego, cerro de golpe el portátil y se volvió a mirar hacia la cocina.

Marina estaba mirando en el refrigerador.

- Estamos en serio con necesidad de ir de compras. Todo lo que tenemos es sobra de comida china que está ahí desde hace mucho tiempo y cerveza - sacó una botella de cerveza y cerró la puerta - Se trata de una prueba rápida - Marina bebió su cerveza y arrojó la gorra a la basura, y se acerco caminando - Fue una pesadilla.

- Una especie de pesadilla aburrida, o interesante, ¿me
dejas hacer un poco de palomitas de maíz?

Marina tomó un largo sorbo y cayo sentada al lado de Luisita.

- Definitivamente haz palomitas de maíz - sonrió - Voy a contarte la historia entonces - se puso cómoda.

- Dispara.

- Bueno. Veamos. En primer lugar, me llevó un montón encontrar el edificio porque nadie sabía de ningún Teatro Clairmont y aunque tenía la dirección del lugar no me di cuenta, que en realidad estaba buscando un edificio de apartamentos.

- Bueno...

- Y ni siquiera es una fantasía. No. Eso hace que nuestro edificio de apartamentos sea de lujo. En cualquier caso, entre en 'Clairmont Teatro', subí al tercer piso, según las instrucciones, y golpee la puerta 312. En ese punto, yo estaba empezando a llegar a la idea de que esto no era lo que yo esperaba. Pero, pensé, una prueba es una prueba. Por lo tanto, golpee y espere. Y espere. Por último, se abrió la puerta y de repente había un hombre ah... llevaba pantalones cortos.

Luisita comenzó a reír.

- ¿Cortos?

- Simplemente cortos. Fue a recibirme con una lata de cerveza en una mano, y mirándome de arriba y a abajo, como si yo era la stripper que habían enviado.

- Eso es una locura - Luisita reía - ¿Y qué hiciste?

- Bueno... me preguntó si yo estaba allí para la audición. Al principio pensé en decir que tenía la puerta equivocada, seriamente... - rió - ... pero luego dije sí, y me invitó a pasar. En ese momento, empecé a excavar en mi bolsa mi mazo, por si acaso. De todos modos, le seguí en ese pequeño salón... sólo para encontrar un hombre desnudo realmente sexy.

- ¿Qué?

- Totalmente desnudo. Totalmente sexy. En resumidas cuentas, se trataba de una audición para un video porno.

Luisita parpadeo.

- Muy bien. Por favor, dime que no has participado en el...

- Por supuesto que no, Luisita - Marina rió - Soy una actriz seria. Fui a Juilliard. Tengo talento saliendo de mi trasero. Y si la puta de mi madre no había engañado a mi padre y mi padre el idiota no hubiese prendido fuego a la casa toda mi vida no habría caído en este caos... así... yo estoy en un lugar mucho mejor ahora. Pero no. Estoy respondiendo llamadas de vídeos porno.

Luisita tocó el brazo de Marina a la ligera. Marina respiró profundamente y sonrió.

- La buena noticia es que tengo el número de ese tipo.

Luisita bajó el brazo.

- ¿El del short corto?

- ¡Ja! No, no... Del desnudo sexy.

El lado ciego del amorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora