Amelia revolvió el té helado en su vaso, impaciente e irritable, pero sobre todo hambrienta.
- ¿Dónde diablos está? - ella miró a su alrededor en el restaurante, pasando por alto los curiosos, las interesadas miradas de extraños, moviles furtivamente capturando su imagen, mientras la veían al pasar.
- Su vuelo se retrasó - dijo María - Cálmate. Comete un panecillo.
- No quiero un panecillo - espeto Amelia, pero agarró uno de todos modos. Echo un vistazo a modo de disculpa en dirección a María - Lo siento. No dormí lo suficiente.
Ignacio aclaro su garganta y se inclinó hacia adelante.
- Cuéntanos más sobre ello. Tú y Lourdes estaban pasándola bien cuando las deje.
- ¿Lo estaban? - preguntó María. Amelia sacudió la cabeza en dirección a su amiga.
- No, no estábamos.
- Oh vamos - dijo Ignacio - No puedes decirme que nada sucedió.
- No pasó nada.
María frunció el ceño.
- ¿Pero nos dirías si hubo algo, verdad? Nos estarías toda... silenciosa y misteriosa.
- Por supuesto que sí - Amelia arranco un pedazo de pan - Pero no pasó nada. Ella perdió el conocimiento en mi sofá y se escabullo mientras yo estaba en la ducha. Y entonces se topó con Luisita.
Luisita que había ido a las seis de la mañana, con café, sólo para decir hola. ¿Por qué? Amelia se había preguntado eso a sí misma todo el día; obsesivamente.
- ¿Te refieres a que ella se escabullo después de haber disfrutado de una sensual ducha juntas? - Ignacio le guiño un ojo y Amelia le tiró un pedazo de pan en la cabeza. Se reía cuando aterrizó en su vaso de agua.
- ¿Podrían pretender ser adultos durante cinco minutos? - María no parecía capaz de decidir a cual de ellos mirar con desaprobación primero.
- No hay absolutamente ningún lado positivo en eso - sostuvo Ignacio, sacando el pedazo de pan de la copa con una cuchara - Estás pagando por el agua - dijo a Amelia.
Hizo una mueca y se dirigió a María.
- ¿Qué sucede?
- ¿Viste las aplicaciones que te envié?
- ¿Aplicaciones de qué?
María la miro enojada.
- Para tu asistente.
- Ah - lo había olvidado por completo - Yo no las vi. Pero lo haré.
- ¿Cuándo?
- Cuando tengo la oportunidad.
- ¿Cuando será ese momento?
Amelia miró a Ignacio.
- ¿Cuándo será eso?
- Mierda, ¿se supone que debía hacer el seguimiento de esas cosas? - Ignacio frunció el ceño - Hmm.
- Por favor, contrata a alguien - suplicó María - Hazlo por mi cordura.
- Bueno, ¿qué tal ahora? ¿Tienes las solicitudes?
- Por supuesto que sí - María se iluminó - Incluso las reduje para ti. La mayoría no estaba completamente cualificado, pero estos son los mejores. Pero lo siento, ninguno de ellos será más impresionante que yo - ella entregó algunos archivos - Puse en relieve las partes pertinentes.
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El lado ciego del amor
FanfictionAmelia Ledesma es una actriz famosa que de cara al público nada le da miedo, pero cuando las luces se apagan todo cambia y florece su lado más melancólico y torpe. Luisita Gómez es una joven que aspira a ser una gran pintora. Ambas viven en mundos...