Despierto gracias a la luz del sol, los sueños siguen, y siento que tratan de decirme algo, trato de evadir el pensamiento mientras tomo una ducha caliente — Me preocupan mis amigos, sé que huyeron pero al buscarme puede que se hayan encontrado con los mutantes y... — dejo de hablar conmigo misma con tras un suspiro, me envuelvo en la blanca toalla y me tumbo en la cama, tras un rato me levanto y me pongo la túnica marrón y voy a la sala donde veo a William — Buenos días —
— Buenos días, veo que no has conciliado muy bien el sueño —
— Quizá, he venido a ayudar — digo mientras señalo con la mirada la placa metálica que está atornillando — pero antes tengo una duda más —
— Sin perder tiempo, dime — me dice dándome la placa y mientras sigo su trabajo me dispongo a comentarle dudosa
— He estado escuchando una voz que me ayuda —
— ¿Una voz? —
— Sí, es la misma que me ha ayudado a salir de muchos apuros donde sin ella habría muerto sin duda —
— No sé que pretendes decir —
— Quiero saber si sabes algo —
— Nada, realmente es algo raro, ¿y dices que te ha ayudado una voz? ¿Cómo es posible? —
— No es nada, es difícil de explicar —
— Bueno, ya que no quieres seguir con el tema toma, este es un boceto de la maquinaria que debes montar para una parte concreta del ala, yo haré el resto —
— Está bien — digo agarrando una hoja con dibujos y medidas de lo que percibo que es la estructura estética del ala
— Yo me encargaré del motor — dice alejándose a una habitación, mientras trato de leerlo y entender vuelve con unas gafas de plástico — No quiero quedarme ciego — me rio y sigo montando las piezas poco a poco, el ala es larga y delgada, así que no me tomará mucho tiempo
— ¿No es este ala muy delgada como para volar por el espacio y poder despegar sin caer? —
— No, lo importante es la potencia, del motor, el ala ayuda para el movimiento y por ello habrá cuatro alas, delgadas y largas pero serán tan rápidas con tanta potencia que despegarán sin problema, ya hemos probado ese experimento en Sewer —
— Y por eso acabasteis sin un ala —
— Pero llegamos sanos y a salvo todos —
— No sé si me calma mucho eso —
— Tu sigue la estructura y confía —
— Está bien, eres tu el que sabe — oigo como se rie secamente y nos hundimos en nuestro trabajo sin parar más que un pequeño descanso para comer y seguir trabajando hasta que se hace de noche
— Un día más, solo uno y esto podrá despegar — dice agarrando su lata de judías verdes con salsa picante. Después de cenar voy a mi cama y me tumbo y repito esas palabras en mi mente hasta dormirme "un día más"
— Su alteza, siento haber llegado tarde — levanto la mirada y la anciana es interrumpida por un joven apuesto de aparentemente mi edad, no mucho más mayor que yo. Su hermoso físico me llama la atención, me recuerda a alguien pero no logro recordar, una piel pálida y cabello oscuro, pero lo que me asombró fueron sus ojos celestes, me sonríe cálidamente y se sienta al otro extremo de la mesa en frente de mi, usa un traje negro con un pañuelo granate, el traje es tan negro como su cabello, no deja de sonreír mientras me mira y aparto la mirada avergonzada — ¿Me he perdido gran cosa? —

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EL FIN DE LA TIERRA
FantasiaEn un mundo donde ya nada es igual, donde las personas ya no se pueden distinguir, donde ya no puedes confiar, tú, T/N, tendrás que encontrar el camino de la vuelta a la normalidad e integrar en el todos tus seres queridos junto a ti. ¿Podrás lograr...