EL FIN DE LA TIERRA

Festival

— T/N, despierta, queda media hora para el festival — me despierto y veo a Erik enfrente de mi

— Oh, he dormido demasiado —

— Tranquila, necesitabas descansar, mi padre he preparado leche con café —

— Está bien, ahora bajo —

— Bien — Erik sale de la habitación y cierra la puerta, ¿Qué acababa de soñar? Ese era Frank, el general, ¿Qué es lo que quieren mostrarme estos sueños?. Me froto los ojos y me siento en el borde de la cama. Debo encontrar respuestas cuanto antes, no puedo perder tiempo. Bajo las escaleras corriendo y cuando llego a la cocina está Erik untando mermelada a varias tostadas — Ya estás aquí, es mermelada de Fylir, una fruta que no tenéis en la Tierra — es morado y cuando pruebo una tostada me recuerda al sabor del zumo que me trajo la anciana el primer día en mi sueño

— Está delicioso, gracias —

— No es nada, que aproveche —

— ¿Sabéis que hay mutantes? —

— Claro, la mayoría está en Valek ¿por qué lo dices? —

— No, están atacando a... —

— Buenas tardes, jovencita — me interrumpe el padre — Por cierto, ¿Cuál es tu nombre? —

— T/N — veo que sus ojos se abren como platos, antes de preguntarme noté su nerviosismo y ahora es evidente — ¿Ocurre algo? —

— No, debo salir —

— Pero padre, ¿No vendrás al festival? —

— No, me quedaré en casa, pero ahora debo hacer un recado —

— Hasta luego — dice Erik y después repito yo

— Tus padres...—

— No son extraños, no sé que les ocurre, mi padre no ha faltado a un festival primaveral en su vida —

— No trataba de decir eso, está bien entiendo que estén nerviosos no debéis tener visita muchas veces —

— Quizá sea eso —

— ¿Podemos salir ya? — digo dándole el ultimo sorbo al café

— Claro — dice tras terminar el suyo segundos después de terminar yo — Dame unos segundos para cambiarme y vamos —

— Bien, te espero fuera — salgo fuera de la cabaña y veo que está oscureciendo, me acerco al establo y toco el caballo negro con cabello blanco, es el único que hay el resto son vacas descansando y un par de cabras

— Se llama Zanahoria —

— Oh — me giro y veo a la pequeña hermana de Erik — bonito nombre —

— Le gusta comer Zanahorias — escucho a Erik detrás mía me giro y lo veo, está muy apuesto con una camisa negra y vaqueros algo anchos azules con zapatos negros y el cabello rubio largo bien peinado y ondulado

— Es un nombre ingenioso pues — rio

— ¿Vamos? —

— Sí — Caminamos hasta salir del bosque pasando por donde volvimos

— ¿Sabes? Mi padre me enseñó un escondite increíble bajo esas rocas, es apenas imposible que te vean, por ahí te lleva a un pasadizo secreto hasta el castillo, bajó un tapiz con un sol dibujado, mi padre de pequeño me llevó ahí, cuando jugaba con la princesa, ella tenía el mismo nombre que tu, pero ya no la recuerdo, y mi padre nunca habla de ello — ¿conocí a Erik?

— Qué increíble, ¿ya no sabes nada más de esa princesa? —

— No, no recuerdo nada más que su nombre —

— Oh, que lástima —

— Si, la verdad, aunque ahora no haya reina los gobernadores son fieles a sus propósitos —

— ¿Quiénes son? —

— Hoy los verás, en el festival — Mi vista se alza y veo cientos de luces en farolillos volando

— ¿Cómo es posible? —

— La gente noble de Minoris tiene el don de la levitación, no son los únicos con dones hay más de otros planetas, hoy nos reunimos muchos aquí, en el castillo — Minoris, el planeta de Derek, siento un pinchazo en mi corazón — Ya hemos llegado — Alzo la vista y veo el gran castillo ¿Acaso mis sueños me han estado mostrando el futuro?. Caminamos por el jardín del castillo, hay muchos banquetes y los preparativos son mágicos en todos los sentidos, la gente ríe y come despreocupada, sin saber las intenciones de los mutantes. Siento que mi corazón deja de latir por un momento cuando veo a un hombre alto con el cabello rubio casi blanco de espaldas caminando hacia dentro del castillo, corro dejando a Erik detrás y entro, lo veo subir las escaleras y subo detrás de él sigilosamente hasta el último escalón y siento como una mano me estira y me inmoviliza

— Suéltame — pero los brazos fuertes no me sueltan

— ¿Quién eres? — mi mundo casi se derrumba cuando escucho su voz, la voz de Derek

— Derek, suéltame —

— ¿Quién eres? —

— Aún no me conoces, soy T/N, la futura reina — me suelta y escucho su respiración agitada, me giro para verlo y siento como mis pies no responden y caigo de rodillas, sus brazos me alzan para no caer, es Derek, es él, solo que ahora aparenta 45 años — ¿Cómo es posible? ¿Ahora eres mayor? —

— T/N, eres tu, tranquilízate por favor, ven, llama a Camilie y a Mayruth a mi habitación, la princesa está aquí — ¿La princesa? ¿Qué está ocurriendo?. Me coge en brazos y me tumba en la cama de su habitación, siento que mis ojos están pesados y caigo en sueño

— Alteza, es una niña — siento como me caen las lágrimas por la cara y por más que trato no puedo mover mis manos para secarlas, estoy soñando de nuevo, escucho la voz de un bebé llorar, miro a Mathew llorando también mientras lo sostiene

— Al fin, somos padres — dice llorando — debo ser el hombre más feliz del universo en estos momentos —

— T/N — sale de mis labios mi propio nombre, ella se llamará como yo, T/N

— Se parece a ti — dice la anciana llorando, que ahora es todavía más anciana — les comunicaremos al resto que el parto ha sido un éxito — bajo mi mirada y veo la sangre en mis piernas, roja, no siento dolor, siento alivio, mi cuerpo está relajado

— Dámela — Mathew coloca a la niña sobre mi pecho siento que nuestros corazones se coordinan

— Será una reina maravillosa — oigo a Camilia decir mientras entra todo mi consejo, incluido Frank y Movidik, siento ganas de levantarme y clavarle un cuchillo en la yugular pero mi cara solo sonríe, feliz, sin mostrar indicios de tristeza u odio

— Es hermosa — dice Derek agarrando a la niña — se parece a ti T/N —

— Es cierto — ríe Jominik feliz, es la primera vez que lo veo sonreír

— Hermosa, pero debe descansar junto a su madre — dice Mayruth agarrándola y poniéndola sobre mi pecho de nuevo

— Se siente bien — dice Mathew tímido — Vamos a dejarla descansar

— Sí — asiente Frank mientras se acerca para acariciar al bebé. NO LA TOQUES grito en mi interior

— NO LA TOQUES — grito. Todos se giran alarmados y Frank retrocede su mano — Lo siento, no sé porqué he dicho eso —

— Está bien alteza, supongo que quiere descansar — dice Frank serio

— Los instintos de una madre para proteger a su hija, es normal — dice Camilia defendiéndome

— Sí — dice Derek serio mirando de reojo a Frank

— Vámonos — dice abriendo la puerta Jominik — dejemos a la pareja un poco de paz y tranquilidad v seguido de esto salen todos y Mathew me agarra de la mano

— Estoy muy feliz —

— Yo también querido — papá