•Capitulo 23•

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Jung Hoseok está sentado a mi lado. Genial, estoy entre los primos Park y Jung. Y para colmo Hobi me envuelve los hombros con su brazo, mientras sigue sonriéndome.

¿Cómo me siento al estar agarrada de la mano con Jimin y a la vez ser abrazada lateralmente por Hoseok? La respuesta: millones de nervios recorriendo todo mi cuerpo justo ahora. Nunca he estado en una situación así ni similar, pero puedo controlarlo.

Ignoré un rato a Park, pero sin soltarlo, y me dispuse a hablar con Hoseok. No voy a dejarlo de lado solo porque Jimin está aquí también, y mucho menos me ha dirigido la palabra, necesito hablar con alguien.

—Es un gusto volver a encontrarnos en una fiesta- lo saludé tratando de no estar incómoda por esto.

No entiendo cómo ambos pueden tener un modo especial y diferente de tratarme, y de hacerme sentir bien. Con Jimin siento una conexión más fuerte y segura porque lo veo casi a diario, y hemos tenido confianza más rápido de lo que creí; pero con Hoseok, es distinto. Solo hemos salido una vez, sin contar la vez de la fiesta y hoy, y no llego a sentir algo más que una amistad por él. Al principio me gustaba, pero no como una fuerte atracción como para declarar que quiero algo más allá de ser su amiga. Hay que ver qué nos depara por el resto de la noche.

—Digo lo mismo- me sonrió acomodándose más a mí- ¿Sabes que te ves deslumbrante, o no?- me guiñó un ojo diciendo lo último.

Dios, ese tipo de comentarios. A pesar que no los escucho por parte de Jimin con tanta naturaleza como por su primo, yo sé que piensa lo mismo que él sobre mí esta noche, su mirada y solo ese agarre en mi mano lo dicen todo.

Puedo jurar que me sonrojé, no me acostumbro a recibir halagos. Le devolví la sonrisa, algo forzada, y sentí que Jimin intensificó su agarre en mi mano. A cómo pude le seguí el juego y traté de apretarla más fuerte para que de algún modo se relajara, y funcionó.

Si alguien podía notar mi necesidad por tener una pizca de espacio personal fueron Jin y Lisa. Lo supe porque me miraron algo confundidos mientras trataba de parecer que nada pasaba, pero no me salió muy bien al parecer.

De todos los métodos que imaginé para escapar solo me decidí por levantarme e ir por algo de tomar, aunque sea agua, todo por salir de entre estos dos.

La mano de Jimin se separó a cómo se unió con la mía, lentamente, y el brazo de Hobi se alejó de mis hombros en cuanto me removí de mi lugar para levantarme.

No dije nada y entre la multitud de personas, fui buscando la barra para pedir algo suave de tomar. Cuando llegué, tomé asiento en una de las sillas altas que hay. A mi lado izquierdo no había nadie, y por el derecho, un chico con un vaso de vidrio grueso sobre la mesa, mirándolo con atención. Solo me hace pensar que le trajeron el trago equivocado o que se decepcionó de lo que acaba de beber.

Su rostro se me hace conocido en cuanto levanta la cabeza y le da un pequeño trago a la bebida. Claro, hoy todo se me junta.

—¿Yoongi?- le digo esperando no equivocarme.

Sonríe sin dejar de ver hacia adelante y confirmo aún más que estoy en lo correcto. No esperé que este día me trajera más personas a las que debiera toparme justo aquí, pero aprovechando el caso intentaré conocerlo más.

Solo sé que trabaja con mi padre. Sí, necesito saber un poco más de él. No me molesta conocerlo.

—Lee _______, no esperaba que estuvieras en un lugar como este.

Su voz es como la de un verdadero adulto, es grave y su tono es profundo aunque solo esté saludándome. Al fin voltea a verme y cierra la sonrisa en una dónde no muestra sus dientes.

La empleada de Los Park || 𝐏.𝐉𝐌Donde viven las historias. Descúbrelo ahora