•Capitulo 31•

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Tanto como a mí como a Hoseok no nos han dicho cuál es nuestra recompensa por haber asistido al retiro con nuestros padres.

Acabo de recordar los corazones que le manda ________ a Hoseok, y a mí no tanto. ¿Lo hará por compromiso, o por que le gusta? No quiero pensar en la segunda, aunque de nada me sirve molestarme por si es así o no, de todos modos yo la lastimé demasiado con no abrir la boca cuando debí.

Estoy a pocas horas de ver a ________ de cualquier modo, vendrá a trabajar y es el momento de enfrentar lo que yo mismo provoqué al no decirle sobre el beso directamente, pero me pregunto ¿Cómo supo eso?

Quizá Jungkook si tiene razón, alguien se adelantó a mí y le dijo la verdad. Necesito saber si fue Sohyun, es la única que lo sabe, a menos que, como dijo Jeon, haya otra persona detrás de esto colaborando con ella.

No me escapo de la culpa, todos a mí alrededor tienen la más exacta y obvia razón de porqué ________ está molesta conmigo. Con solo que Jin me haya dicho que estaba así de inquieta, me siento tan miserable que solo me dan ganas de golpearme cientos de veces.

No tengo valentía siquiera para verla a la cara de nuevo.

En lugar de proteger nuestro vínculo, todo se fue a la basura. Sabía que esto estaba mal desde el inicio de esta mentira, y así como me las ideé para hacer esto, debo solucionar el problema que yo mismo creé.

Jungkook, mi ahora buen consejero, sigue aquí. Parece que este chico no tiene nada qué hacer, y es así. Contrató por un tiempo a Namjoon como administrador del bar, sus padres ya lo acreditaron a su nombre y necesitaba a una persona comprometida, seria y dinámica para las ventas como Kim Namjoon. Ahora se ha convertido en un jefe.

Le tengo envidia, pero de la buena.

Bajo de mi habitación al lado de Jungkook para servirnos algo de leche y cereal, ha insistido en abrir la nueva caja que compré desde ayer en la noche que no me queda más que darle gusto, es lo menos que le debo por aguantar mis tontas excusas y problemas sin sentido.

—Muero por probarlo, gracias por aceptar, amigo —me dice estando en la cocina.

Si, es temprano y aún no vienen ni ________ ni Suji. Me extraña porque ni la última ha llegado, y es responsable en venir a tiempo a casa en lo que Lalisa no está.

—Era eso o seguir aguantando tus quejidos como niño, además, ¿Qué hay de especial en que tenga malvaviscos? Compramos de ese porque no había del azucarado en el súper.

—¿Cómo puedes preguntar eso, Park? Son malvaviscos, ¡Malvaviscos remojados en leche junto al cereal! —dice con demasiada emoción —. Sé que también te emociona que vayamos a desayunar como cuando éramos niños, hace mucho no venden de estos —señala tomando la caja de cereal de la alacena.

Jungkook saca dos tazas verdes, cada una con su cuchara y vierte en su recipiente el cereal. No le permito que haga lo mismo con el mío, porque, seamos honestos, depende de la cantidad de leche que pongas en tu taza vas a agarrar el cereal exacto también, o al menos eso pienso yo.

Alto, ¿Cómo vertió el cereal sin antes abrirlo? Significa que... ¿Lo abrió antes?

—¡Jeon Jungkook! —lo regaño cruzando los brazos.

—¿Qué? ¿Creíste que iba a esperar al desayuno para probar esta delicia?

—Solo espero alcanzar a comer también —dije yendo al refrigerador para sacar la leche.

Cuando agarro la caja y cierro la puerta, me asomo por la ventana para correr las cortinas con la mano que tengo libre, pero en eso veo una multitud de gente afuera de la mansión, y por lo que veo, son reporteros.

La empleada de Los Park || 𝐏.𝐉𝐌Donde viven las historias. Descúbrelo ahora