La empleada de Los Park || 𝐏.𝐉𝐌

•Capitulo 3•

Lunes, el día llegó. Una nerviosa y dispuesta ______ iba de camino a la mansión Park a cumplir con su nuevo empleo; sentada en el asiento trasero del auto de su padre, miraba por la abierta ventana las calles y edificios de la capital pasar frente a ella en lo que el hombre conducía con la mirada fija en el camino, en silencio por dejar a su hija en ese lugar.

La acompañaba una mochila, donde traía su celular y algo de ropa para dormir ese día en la casa, pues el resto no sería de tiempo completo.

¿Cómo la recibirían? ¿Cómo sería tratada? ¿Qué diría Seokjin al enterarse de ello? No podía dejar de pensar en su mejor amigo, pronto regresará y teme no recibirlo en el aeropuerto cuando ese momento llegue.

El vehículo se detuvo frente a una antigua pero elegante morada, siendo esta su nuevo lugar de trabajo. Tomó su mochila con una mano, y con la otra, cerró tras sí la puerta del carro, parándose en la entrada, y mirando cada detalle que solo estaba en el portón extenso.

Hae Joon hizo lo mismo, estar en la casa de su jefe era algo nuevo, y al igual que _____ se sorprendió de lo impresionante que era, por poco llega a ser un castillo, en su opinión. Con ayuda de el portero, pudieron adentrarse al lugar.

Las especies variadas de flores y arbustos que adornaban el patio delantero antes de la verdadera entrada le daban un toque más acogedor y delicado a la residencia, podría ser un mini paraíso de botánica; lo que llamó más la atención de la muchacha en cuanto las recorría con la mirada y se fijaba en cada detalle que estas poseían.

Al pararse en la alfombra de entrada, Lee y su hija se vieron a los ojos, sin expresión alguna que pudiera explicar las sensaciones y sentimientos que sintieron en ese instante, no habían palabras que podían salir de ellos, ni una sola.

La puerta se abrió, dejando ver a la pareja de millonarios frente a ellos, y volvieron a su antigua posición, uno al lado del otro y con la vista adelante; ahora conectando con la de los contrarios, quienes esperaban con paciencia la llegada de sus subordinados.

-Buenas tardes, Hae Joon, ______ -saludó Dong Sun algo sonriente- que bueno es tenerlos aquí-

Su esposa solo fijaba su mirada en cada parte de la vestimenta y ser de _______, haciendo cierto gesto de desaprobación al acabar de escanearla; no podía mentalizar que estaría con ella a diario, la mayor parte del día, pero su satisfacción volvió al recordar que le serviría a ella, y tenía el control de todo.

Los mencionados hicieron una leve reverencia ante la pareja

-Igual lo es para nosotros- contestó el hombre- gracias por darnos esta oportunidad, le prometemos que seremos fieles a nuestros trabajos, ¿Cierto, ______?-

-Así será- confirmó algo cabizbaja, pensando qué pasaría ahora

-Puedes regresar a casa, Lee. Deja a la chica en su primer día de empleo. Gracias por traerla, y por aceptar el trato- refirió el señor Park

-De acuerdo- aceptó.

Colocó ambas manos en cada hombro de su hija, y unió su mirada a la de ella, transmitiéndole confianza y seguridad

-Confío en ti, te amo- le habló casi en susurros, y diciéndole estas palabras dejó un cálido beso en su frente, para después acogerla con un fuerte abrazo.

Antes de decir adiós con su mano, caminó de regreso de donde entró, con las manos en los bolsillos de su pantalón, confiando en la joven, y creyendo en su alto potencial para ejercer cualquier tipo de empleo que estuviera dispuesto.

La chica observó por unos segundos el caminar de su papá, viendo cómo su silueta se hacía más pequeña con cada paso que daba; giró y el señor Park le abrió espacio para que entrase, y contemplara más de aquella desconocida y lujosa mansión de ensueño.