•Capitulo 25•

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A cerca de Jimin, solo está acostado boca arriba en su cama con los audífonos puestos, escuchando la música pero no sintiéndola realmente, solo es más que un sonido ésta vez. Está inquieto, por contarle lo que acaba de descubrir a alguien, por deshacerse de tal secreto pues de ello solo él estaba enterado de modo accidental, y porque ni siquiera podrá ver a su padre a la cara sin querer hablar al respecto y decirle todo de una vez.

Apuesta a que su tío y primo ya no se encuentran en la mansión, pues por la ventana de su cuarto antes de ponerse a escuchar musica pudo ver como se despedía de _______, y al parecer no le entregó la pulsera. Hoseok estaba a punto de hacerlo, pero su padre salió con prisa de la mansión para que pudieran irse de una vez y no quiso retrasarlo. 

Park se deshace de los audífonos grandes de conexión Bluetooth y se dispone a salir al fin de su cuarto, en busca de su madre.

Con esto espera que deje sus encuentros seguidos con su tío en todo sentido ya que está enterado o que le diga la verdad a su padre, y a la vez, el divorcio. Es obvio que si se llegara a enterar de parte de cualquiera de los dos optaría por esa opción en primer lugar. Dong Sun suele tomar decisiones inmediatas y directas dependiendo de la situación en la que deba aplicar su severidad y actuar.

No tuvo que tocar a su puerta porque ella la abrió en ese justo momento, encontrando a su hijo cara a cara luego de cómo la encontró. Le sonrió a penas, invitándolo a pasar a la habitación. Ese gesto solo le indicaba que tendrían una interesante charla, como siempre que suele hacer esa típica y significativa risa.

—No sueles venir mucho por estos lados, Jimin, ¿Necesitas algo de tu ma..?

—Es solo que encontré a mi mamá y a mi tío besándose en un pasillo de la casa, nada fuera de lo común ¿No?

La expresión de Misuk no podía ser más molesta para Jimin, esa sonrisa no se le borraba ni aunque la ofendiera con lo que le dijera, y eso solo hacía que su enojo se desbordara aún más.

Ella se sentó frente a su redondo y amplio espejo y tomó una de sus cremas para el rostro. La abrió y con los dedos índice y medio untó una pequeña cantidad en sus mejillas, y lo esparció con movimientos circulares hasta que no quedará rastro de eso; su hijo se refleja en el espejo, y puede ver lo molesto que está con solo la mirada seria que mantiene.

—¿Qué hay de tí, Jimin? dejaste ir a Sohyun por tratar de que una don nadie como _______ te haga caso, y si lo hace apuesto a que solo será por tu dinero.

—¡No voy a permitir que le hables así!- se levantó de golpe y su tono de voz reafirmó su creciente enojo- tiene suficientes principios como para que digas esas cosas sobre ella. 

—Es una irrespetuosa, ve y pregúntale cómo me habló el día de la gala.

—Que la hayas ofendido y hacerla menos primero es tu problema, no veo porqué te ofende si empezaste.

Oyendo esas palabras de parte de su hijo, se levanta hasta donde está con el ceño levemente fruncido y lo toma del brazo, ejerciendo presión sobre esa área. Sin dudas le dolía, pero su semblante seguía siendo serio y disgustado.

—Ten cuidado con ese tono de voz conmigo- amenazó susurrando.

—Dime una sola razón para hacerle esto a mi padre y puedo darte una pizca de mi respeto.

Nunca le había dicho tantas cosas a la cara a su madre, pero en este momento no se arrepiente de nada.

Misuk teme que le parezca una simple aventura a su hijo, que no tenga razón de hacerlo. Piensa que si por un segundo pudiera ponerse en su lugar no habría que dar explicación alguna.

La empleada de Los Park || 𝐏.𝐉𝐌Donde viven las historias. Descúbrelo ahora