☙También es mío☙

33ྉUn mundo paralelo

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Dos copos blancos iguales.

Dos gotas de agua iguales.

Dos rayos de luz iguales y dirigidos al mismo lugar.

Dos lobos idénticos.

Gemelos...

Desde la antigüedad tener un embarazo múltiple era tan peligroso como venerado. La Luna* de la manada esta vez, había dado a luz a dos cachorros.

Cansada, miró a sus pequeños cachorros removerse entre su pecho, buscando calor. Era oscuro aún, el Sol apenas se asomaba por el horizonte y era cuestión de unas horas para que se alumbrara el cielo. Ella no tenía tiempo que perder, debían irse, debían huir. Transformándose en humana, envolvió a sus cachorros en una tela abrigadora y los acomodó de tal manera que pudiera llevarlos cómodamente mientras corría en su forma lobuna.

Debían irse. Era cuestión de tiempo para que los encontraran. No esperó más, corrió con todas sus fuerzas procurando no moverse demasiado y no molestar a sus pequeños que la miraban con confusión.

Un aullido, y detrás de este lo siguieron cinco más. Demasiado tarde, los encontraron.

Sin rendirse, continuó corriendo con las pocas fuerzas que tenía. Debía hacerlo, no podía dejar que sus bebés cayeran en garras de su padre, no quería una vida llena de maltrato para sus pequeños, no quería que vivieran con su padre, el alfa de la manada.

Lo intentó, dió hasta su último aliento, pero eso no evitó que un gran lobo gris saltara sobre ella, dejándola sin poder moverse. El pequeño bulto de tela con los cachorros voló y cayó a una distancia de cuatro metros. Enseguida asomaron sus cabecitas, observando a su madre, como era retenida contra su propia voluntad por un lobo con el cuál sentían un lazo... filial.

— Hija, no hagas esto. Déjalos ir. Has sentido en carne propia por lo que tendrán pasar. Dijiste que no querías_

— Sé lo que dije madre, pero mis hermanos son importantes ahora en la manada. Pensaba que solo era un cachorro, pero son dos madre. Puedo sentir el lazo con ellos. Además son varones, posibles herederos.

— Yo#nS#o# te lo suplico. Déjalos ir_ — suplicó con lágrimas en los ojos, escuchando a sus bebés sollozar, sin poder moverse hacia ella por miedo hacia aquella desconocida.

— Cállate Eunji, nuestra hija solo cumple con su deber como miembro de la manada

Un lobo alfa, también gris, se presentó ante ellos. Su mirada, sombría, aterraba a cualquier que se dignara a mirarlo. Detrás de él, guardias de la manada aguardaban a cualquier orden que se les fuera ordenada por su líder.

Los cachorros bajaron sus orejitas ante la intensa mirada. Su madre los miró con los ojos llenos de lágrimas y por el lazo les pidió que se marcharan.

— ¡Corran! ¡Salgan de aquí, mami les sigue luego! — les gritó por el lazo

Los demás se habían concentrado en ella y aún no notaban la presencia de los cachorros, ya que su aroma al no ser tan fuerte podía pasar desapercibido. Los pequeños no querían irse y dejar a su  madre sola.

— Cuando lleguemos, jugaremos todo el día, corran~

¿Qué cachorro no querría jugar todo el día? Se removieron rápidamente, salieron de entre las cálidas telas y se hecharon a correr al norte, a donde su mami les había explicado que irían.

Corrieron intentando no hacer ruido, pero cuando ya casi lo habían logrado por completo, uno de ellos aulló llamando la atención de todos.

— Ay no... ¿Qué has hecho Kookie?

Los lobos que estaban detrás, esperaron la orden de su líder de ir a atraparlos, que no tardó en llegar. Sin embargo, no hizo falta que lo hicieran. Los cachorros corrían a su dirección. ¿Por qué? Estaban en zona montañosa, lo que significaba, que si no corrían, serían atrapados por la nieve en cuestión de segundos.

Su madre preocupada se removía intentado liberarse y así poder ayudarlos, pero su hija era demasiado fuerte, no podía moverse. Aulló con preocupación, pidiéndole a la Diosa Luna que los ayudara.

Pero sus súplicas no fueron escuchadas.

El pequeño Jungkook, si logró llegar a tiempo, siendo rápidamente atrapado por uno de los guardias, quién lo levantó sin ningún cuidado por su lomo. El cachorro se removió porque quería ir a ayudar a su hermano pero lo único que logró fue que los colmillos que lo sujetaban aprisionaran más su piel.

La loba gris miró con desagrado al guardia y le ordenó que lo soltará. Al hacerlo, el lobito corrió y se escondió detrás de ella y de su madre, temblando del frío y del miedo

Por desgracia, el otro cachorro no consiguió escapar y fue tragado por toda esa nieve fría. Toda la manada sintió su partida al lazo familiar romperse dolorosamente. La loba mayor se transformó en una muchacha joven, no se paró, se arrastró con las pocas fuerzas que le quedaban. Su hija no la detuvo, bajando la mirada.

La pobre mujer se abría paso en la nieve con sus manos desnudas, llegando a lastimarse, pero ahora lo más importante para ella no era la sangre que corría por sus manos. Para su sorpresa un hombre se colocó al lado de ella, era su esposo, el alfa de la manada. Este la abrazó por la espalda pero ella lo rechazó enseguida.

— Eunji... Eunji cálmate, lo encontraremos ¡He dicho que te calmes! — le gritó con su voz de alfa

— T-todo... ¡T-todo esto es tu culpa! ¡Tu culpa! — le gritó entre lágrimas al encontrar el pequeño  cuerpo inerte de su hijo Junghyun.

Más atrás alguien se echaba la culpa a si mismo. Él había sido el que aulló y provocó la avalancha.

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— ¡Junghyun! — con sudor en la frente y lágrimas en los ojos Jungkook se levantó de la cama.

Una pesadilla, pero se sintió tan real...

— Kook, Jungkookie tranquilo, Jungkook — esa voz...

— ¿Yoonseok Noona? — había llegado del trabajo hace poco y mientras bebía agua escuchó los gritos del omega

— ¿Tuviste un mal sueño? — recibió un pequeño asentimiento — Tranquilo, no es real, ya paso, aquí estoy — lo abrazó

Jungkook extrañamente sintió cálido ese abrazo. La abrazó de vuelta sintiéndose cómodo en esos brazos de su noona, a quien debería de tratar como su enemiga.

Tal vez sea un poco tarde, pero Feliz año nuevo a todas las personitas que pasan por aquí, a leer en este rinconcito.

Gracias por leerme y seguir aquí conmigo. Las quiero 💞

Espero que su año venga con mucha salud y que se les abran muchas puertas.