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Lo primero que vió al abrir los ojos fue a una chica yendo de aquí para allá por toda la habitación, arreglando cosas y sacando otras del armario. Talla sus ojitos para después salir con lentitud de la cama.

La pijama de seda lo hace sentir tan cómodo que un gemido de satisfacción sale de sus labios.

No le presta atención a la chica, toma un boxer del closet y entra al cuarto de baño. Libera toda su tensión de los últimos días a través de la ducha, la disfruta lo más que puede. Cuando termina toma una toalla y se seca, después se coloca el boxer y una bata, por último se asea la boca.

-Bebé Taehyung-saluda la castaña apenas y lo ve, realizando una reverencia de noventa grados ante él

La observa extrañado, pero más que nada sumamente ofendido. Él no es un bebé.

Prefiere no refutar e ir directo al punto.

-¿Quién eres?

-Mi nombre es Lisa, el jefe Jeon me asignó para ayudarlo con sus tareas el día de hoy.

-No necesito nada, déjame solo-no quería ser grosero, pero cuando se acababa de levantar era una bolita de molestia y necesitada de mimos. Mimos que no quería de nadie más que no fuese su mami.

Tal vez tengo mamitis aguda. Pensó

-Lo siento mucho, bebé Taehyung. El jefe Jeon quiere que lo arreglemos para su almuerzo con los jefes del clan Lee.

-¿Arregl...

No termina su oración, pues una chica los interrumpe al entrar a la recámara, realiza el mismo saludo que Lisa y espera pacientemente la autorización para alistar al joven.

La mujer recién ingresada no pasa de los veintitrés, el exceso de maquillaje la hace ver desagradable, además de que su ropa es un tanto vulgar para los gustos del peliazul. Taehyung no quiere dejarse llevar por la primera impresión, así que simplemente decide no meterse en los asuntos de la chica, esperando lo mismo por parte de ella.

-Sólo queremos hacer nuestro trabajo, por favor.

Soy fuerte, soy poderoso. No caeré ante esos pucheritos y ojitos lindos, yo sólo caigo por los de Minnie.

-Bien-termina cediendo.

Las chicas proceden a hacer su trabajo, mientras una depila sus piernas la otra se encarga de hacerle quién-sabe-qué-cosa en el cabello.

Abre los ojos desmensuradamente al darse cuenta de que están sacando productos para decolorar su cabello

-¡Eso sí que no!-exclama enojado, su trasero se despega de la silla con rapidez, mientras que sus labios tiemblan-. Les dí mi confianza para ayudarme a ver presentable, en ningún momento permití que me cambiaran por completo.

-Son órdenes del jefe Jeon-se excusa Lisa.

-¡Ese estúpido!-echando chispas sale de la alcoba, no sin antes tomar los productos para el cabello. Nadie hace nada por detenerlo.- ¡Jeon Jungkook!

-Bebé Taehyung-una mujer le bloquea el paso, totalmente preocupada por su grito.

-¡¿Dónde mierda está Jeon Jungkook?!-grita.

-Bebé, ¿qué son esos gritos?-pregunta Jungkook saliendo de su despacho.

-¡Tú, maldito desgraciado!-con suma fuerza y coraje lanza los productos al piso.- ¡¿Cómo te atreves a tratar de cambiar el color de mi cabello?!

-Bebé...

-¡Te puedo aceptar lo que quieras, excepto esto!

Jungkook trata de acercarse, realmente no entiende porqué hace tanto drama por el tono de su cabellera, de cualquier forma se ve precioso.

-Bebé, tranquilo.

-Métete tu almuerzo, tus productos y tus estúpidos bebé por donde mejor te quepan, papi- sentía como la rabia se apresaba en su garganta, aún cuando soltó la última palabra con sarcasmo esas arañitas que sintió la primera vez que se lo dijo, lo atacaron de nuevo.

Da media vuelta y se dirige a la recámara que le fue asignada, ignorando los constantes llamados de Jungkook pidiéndole que conversen.

-Fuera de aquí -les exige a las jóvenes en cuanto llega a su destino.

Ambas salen despavoridas de ahí y eso que no es ni la cuarta parte de su enojo.

No, él no era dramático.

Estaba peleando por sus derechos, sentía que si dejaba que le hiciera los cambios más mínimos no sólo en su apariencia también lo lograría en su personalidad. Él no quería ceder, porque caería en la sumisión... no, él no quería... no podía.

-Bebé, abre la puerta.

No obedece, simplemente entra de nuevo a las sábanas y esconde su rostro en la almohada, las lágrimas comienzan a brotar.

-Bebé- dice al entrar.

La bolita entre las sábanas no hace amago por darle la cara, se acuesta a un lado de él y con suma tranquilidad, dice:

-Vamos a hablar, sin gritos ni amenazas de por medio, ¿está bien?

Poco a poco Taehyung deja ver su carita, robandole un suspiro enamorado a Jeon.

-No me gusta que estés tomando el control de cosas tan mínimas como lo es mi apariencia. No quiero que lo hagas-termina por decir.

-Escucha, entre nuestras mafias existen protocolos de vestimenta y apariencia para nuestros bebés-su mano roza la cabellera azul.

-No dejaré que me digas lo que tengo que vestir o cómo debo verme.

-Hagamos un trato-eso capta la atención de Taehyung, que de inmediato lo observa curioso-. Permíteme enamorarte, podemos ir despacio y no te presionaré por tu vestimenta ni nada que eso incluya, si no lo logro en un lapso de seis meses te dejaré ir.¿Aceptas?

Taehyung tenía que pensarlo más, no decidir tan a la ligera. Sin embargo asiente, sin detenerse a pensar que podría ser un engaño de Jeon Jungkook.

¿Papi? KookvDonde viven las historias. Descúbrelo ahora