Seungmin chasquea la lengua, completamente absorto en sus pensamientos y es que él no lograba comprender porque Taehyung y Jimin rehuian de él. ¿Fue irrespetuoso? ¿Hizo algo que los incomodó?
Era terriblemente desagradable no tener a alguien con quién hablar sobre esto, porque todos en aquella casa decían lo mismo: no a todos les caerás bien.
Y probablemente era cierto, pero era la primera vez que se enfrentaba a este tipo de situaciones.
Finalmente decide ir a poner fin a todo eso y enfrentar a la pareja de soulmates que lo están haciendo dudar de su personalidad, así que con impaciencia camina hasta la cocina, donde ambos se encuentran charlando.
—Hola—saluda—. Yo ummm... me preguntaba si...
Suspira y los observa nervioso, para después decir:
—Si les gustaría que saliéramos a pasear por ahí, prometo portarme bien y no decir algo que los incomode.
Eso fue muy... ¿necesitado de atención?
La mirada de Jimin se ilumina, mientras que Taehyung sigue con esa expresión sombría.
—No creo que Jungkook y Yoongi nos dejen salir de la mansión —dice el castaño, manteniendo su rostro inescrutable.
—Tae tiene razón, Seungmin. No nos permitirán poner un solo pie fuera de esta prisión—añade Jimin.
—¿Qué? ¿Por qué dicen eso?
—Porque las cosas son así, Seungmin—contesta Taehyung —. Ellos deciden sobre nosotros.
—Eso no tiene porque ser así, los líderes no pueden decidir si salen o se quedan, incluso si están enojados con ustedes. No hay manera de que sus castigos sean de esa forma; ustedes tienen libre albedrío, no pueden permitir que les hagan eso...
Tae se encoge de hombros ante las palabras del pelirrojo, éste sale echo una furia para encarar a Jungkook y Yoongi.
Jimin sonríe y deja de lado esa faceta "triste"
—Te dije que funcionaría.
—No me gusta manipularlo, Mimi.
—Tae, es él o nosotros. No sé tú, pero yo quiero salir de aquí.
El castaño baja la mirada y finalmente asiente, apoyando a su amigo peliplata.
(***)
La camioneta se movía por la carretera a una velocidad promedio.
Seungmin charlaba alegremente con Jimin, mientras que Taehyung observaba por la ventanilla el exterior del vehículo, demasiado absorto en la conversación que mantuvo con Jungkook antes de salir de la casa.
Tenía miedo, mucho a decir verdad.
—Tae, ¿te sientes bien?—pregunta el pelirrojo, genuinamente preocupado.
El mencionado le dedica una mirada y asiente de forma distraída, para después volver a su postura inicial.
"—No se te ocurra hablar con Seungmin más de lo debido—susurra Jungkook en su oído, logrando un estremecimiento de su parte—. Si mencionas algo de la forma en la que llegaste aquí no podré contenerme, ¿comprendes, bebé?
Taehyung sonríe y se pone de puntitas para dejar un beso en sus labios.
—¿Estás asustado, Jungkookie? ¿Temes perderme?
—Nunca voy a perderte.
—¿Cómo estás tan seguro, amor?—inconscientemente le gusta retar al pelinegro.
—¿Qué tal si te lo demuestro cuándo regreses a casa? En nuestra cama o en la ducha... ummm, dime Taehyung, ¿dónde quieres que te empotre para que ruegues y gimas por mi pene, uh?
—Eres un grosero—refunfuña, alejándose de él para marcharse con Seungmin y Jimin.
—No te enojes, mi amor."
Baja del vehículo apenas y se estaciona, sus mejillas arden ante el rumbo de sus pensamientos.
Jungkook lo estaba volviendo loco.
La cafetería a la que decidieron ir es muy sencilla y eso le gusta, después de estar rodeado de tantos lujos esto lo hace sentir un poco más "normal".
—Y dime Seungmin...—dice Taehyung.
—Bic—le interrumpe—. Me gusta que me llamen así.
—Oh, claro—le da la razón—. Dime Bic, ¿cómo lograste convencer a Jungkook de dejarme salir?
—Le mencioné unas cuantas reglas y el nombre de mi hermano.
—Entonces tu hermano es lo suficientemente poderoso como para hacer temblar a los líderes—concluye Jimin.
Ambos amigos se observan con complicidad, seguros de que es una buena decisión entablar una amistad con el menor.