Los ojos del adulto se encuentran fijos en su laptop, absorto en el trabajo que la organización necesitaba. Revisa su reloj y suspira, aún tiene algo de tiempo para trabajar mientras espera por su reunión con los Jeon mayores, los padres de Jungkook.
La puerta de su despacho es abierta, mostrando una cabellera pelimorada asomarse para observar el interior de éste. Una sonrisa se plasma en su rostro al observar a Kim Seokjin entrar dudoso a la habitación.
—¿Estás muy ocupado?—pregunta, acercándose a él para después sentarse en su regazo.
—Para ti nunca.
Las manos de Seokjin se dirigen a su rostro, repartiendo caricias por éste, centrándose en los hoyuelos del mafioso. Siempre hacía eso cuando necesitaba calmarse.
—¿Tuviste una pesadilla?
Los ojos de su chico se llenan de lágrimas y de inmediato asiente, logrando que el corazón de Namjoon se apachurre por el dolor de verlo de esa forma.
—La abuela, ¿cierto?
—Ella no merecía morir así, Nammie. Odio tanto a la mafia Wang.
Un besito es depositado en la nariz de Jin, seguido de otro y otro y otro.
—Voy a exterminar a esos malditos, te lo prometo, mi cielo.
Los brazos de Jin se dirigen a los hombros de Namjoon, escondiendo su rostro en su cuello, aspira su aroma hasta lograr tranquilizarse.
—¿Estás nervioso por la boda?—cuestiona, con la intención de cambiar el tema para que su bebé deje de recordar la dolorosa escena dónde encontró a su abuela asesinada.
—Mucho, estoy sumamente ansioso, pero a la vez aterrado. No lo tomes a mal, te amo con todo mi corazón y es por eso que me encuentro tan nerviso por ese día.
—Todo saldrá bien, nada podrá arruinar nuestro día.
(***)
Con suma tranquilidad sale de la mansión una vez que dejó a Jin dormido. La noche es demasiado gélida, por lo que se acomoda bien el abrigo para dirigirse a uno de los coches.
Sin llevar algún tipo de seguridad, es abatido en el auto que escogió cuando un hombre de mediana edad lo enfrenta.
—¿Dónde está mi hijo?
—Wang, cuánto tiempo. Sube al auto, debes estar congelandote.
—Te hice una pregunta, ¿dónde está Minsuk?
—Vaya... ¿así que ese era su nombre? Bueno, él está dormido en la planta alta de la mansión y no podrá atenderte, ni ahora, ni nunca.
—¿quieres morir en este momento, Kim Namjoon?
—Si yo muero, Seokjin te odiará por siempre. Aunque que más da si te odia un poco más, después de todo, no te tentaste el corazón para dar a tu primogénito a mi familia para saldar tus deudas, así como también asesinaste a la abuela frente a él.
—Cállate, tú no sabes cuanto me arrepiento de lo que hice.
—Tu arrepentimiento no nos sirve de nada, de cualquier forma, Seokjin o Minsuk como quieras llamarlo, jamás se enterará de que eres su padre. De eso me encargo yo.
Dicho eso sube la ventanilla y arranca el carro, sin percatarse de la presencia de una tercera persona que escuchó todo a hurtadillas.