Jennie se despertó, rodeada por una sarta de suaves almohadas, después de la noche de sueño más pacífica que había tenido.
Se sentó en la cama, atontada, miró su hermosa habitación y sonrió.
Esto estaba sucediendo realmente.
Jennie iba a despertarse en esa habitación durante todo el próximo año. Iba a estar allí, con suerte aprendiendo cosas sobre ella que nunca supo que existían. Era surrealista saber que, en un par de horas, Lalisa Manoban, gloriosa como la diosa que era, estaría en casa dándole instrucciones sobre qué hacer como sumisa.
Un confortable y conocido zumbido se instaló dentro de Jennie y presionó su mano contra su pecho, sintiendo que su ritmo cardíaco aumentaba considerablemente.
Sus ojos se cerraron al pensar en Lisa, desnuda y presionada contra ella. Diciéndole cómo moverse, cómo responder... tocándola. Jennie sintió aquel dolor habitual entre sus piernas y prácticamente vibró de nerviosismo.
Reconoció la sensación viajando a través de su sistema. Puro deseo.
La puso ansiosa.
Sus pensamientos se entremezclaron y todo en lo que pudo enfocarse fue en lo bien que se sentiría, lo satisfecha que iba a estar. Despejándose de su ensoñación sexual, Jennie miró su reloj, notando lo tarde que era en la mañana. Al salir de la habitación, Jennie puso sus manos sobre la barandilla del balcón y miró la casa deshabitada.
El olor a café flotaba por su nariz y Jennie bajó las escaleras, entrando a la cocina.
Había una taza de café al lado de una nota:
Jennie,
Espero que hayas tenido una buena noche de sueño. No sé cuándo vas a despertar así que me aseguré de que Faye te preparara café y desayuno antes de irse. Recuerda que volveré a casa alrededor de las doce.
-L
Jennie se sentó en la isla y bebió de su taza. Mirando a su alrededor, reflexionó sobre lo grande y moderna que se veía la cocina de Lisa comparada con la suya. Se imaginaba cuánto Faye se había involucrado en el diseño particular de aquel espacio, era prácticamente su oficina después de todo.
A ella le encantaba cocinar, pero había un espacio muy limitado en su propio departamento. Jennie probablemente podría hacer tanto en aquella cocina.
''No es necesario que cocines o limpies. Ese no es tu trabajo''
Jennie asintió para sí misma, recordando las peticiones de Lisa. Un plato de desayuno llamó su atención y ella se adelantó para tomar una tira de tocino.
Masticando se levantó y perdió el tiempo caminando por la casa. Su padre siempre llamaba aquello "investigar tu entorno". Lo cual básicamente se traducía en fisgonear las cosas de otras personas
Jennie notó con incredulidad, lo fría y distante que aquella área parecía. No había fotos de amigos, ni de familiares. La morena frunció el ceño. Incluso con lo reservada que parecía Lisa, había asumido por la forma en que hablaba de su familia, que al menos tendría fotografías de ellos colgadas en las paredes.
Honestamente, le resultaba muy difícil creer que Lisa viviera en aquella casa completamente sola. Para Jennie, era un pensamiento aterrador.
Jennie no sabía qué haría si no tuviera al menos a Kai o Jisoo.
Parte de la razón por la que había permanecido en una relación tan terrible como la que tuvo con su último novio era por su deseo de estar con alguien. Sabía que ella podía ser un poco difícil de soportar a veces.
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Cherished Affliction (Jenlisa G!P)
FanficJennie Kim. La misma mujer que Lisa nunca pensó que encontraría había estado justo frente a ella. A pesar de tener solo el recuerdo de sus hermosas facciones, y ahora su nombre, Lisa estaba segura de una cosa. La deseaba. Lisa G!P/ Relación BDSM...