HERE WE ARE AS IN GOLDEN DAYS, HAPPY GOLDEN DAYS OF YORE #22

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Cheong-jun tardó exactamente once minutos en volverse loco.

Esto fue después del viaje en limusina, que estuvo lejos de ser silencioso gracias a que él estuvo chismorreando con Jennie sobre todos los emocionantes y escandalosos acontecimientos nuevos en Suwon y Jaewook acariciando cariñosamente su muslo mientras vigilaba de cerca la forma en que Lisa y Jennie interactuaban entre sí.

Incluso cuando Cheong-jun comenzó a notar que se estaban yendo de la ciudad, logró abstenerse de comentar.

Y cuando la limusina se detuvo en la gran propiedad de Lisa y se estacionó justo en el frente, Jennie pensó que él realmente podría implosionar ante la vista, pero mantuvo la compostura. Incluso cuando la empresaria les mostró la hermosa casa principal y luego la casa de huéspedes donde se alojarían, Cheong-jun logró mantener la calma.

Pero no podía engañar a Jennie.

En algún momento, iba a haber una especie de alucinación. Ella podía verlo en sus ojos. Cada vez que notaba algo hermoso o caro, estaba un paso más cerca de perder la calma.

Y entonces, una vez que Lisa accedió a ayudar a Jaewook con el equipaje, dejando a Jennie y Cheong-jun solos en la cocina muy grande y abarrotada, las cosas se pusieron muy intensas.

- Estaba pensando en preparar salmón glaseado para el viernes - murmuró la morena, decidiendo omitir las formalidades y saltar directamente a la locura del Hanukkah. Con la respiración contenida, se preparó para su respuesta obstinada, esperando que él sacara algunas estipulaciones preescritas de que ella tenía que mantener Hanukkah lo más tradicional posible.

Ella solo recibió una ceja levantada en respuesta.

- Papá... estás-

- Entonces, ¿cuándo vas a explicar?

Jennie hizo una pausa, inclinando la cabeza como un cachorro confundido.

- ¿Explicar...?

Y así, comenzó el alboroto.

Cheong-jun suspiró - Un minuto estás trabajando como mesera a tiempo completo, cohabitando en un pequeño apartamento de mierda con Kai-

- No deberías hablar así acerca de un apartamento en el que te dejaste el depósito, y cohabitar es un poco-

- Y luego, al minuto siguiente, estás andando con ropa de diseñador, viviendo en Connecticut...

- No estoy viviendo necesariamente en Connecticut, papá... Greenwich está como a cuarenta y cinco minutos fuera de la ciudad...

- ¡En una casa de varios millones de dólares con una rica shiksa que acabas de conocer hace cuatro meses! - concluyó en voz alta, agitando los brazos.

Jennie suspiró, cruzando los brazos sobre el pecho - ¿En serio? ¿Shiksa?

Cheong-jun puso los ojos en blanco - Oye, es rubia, es hermosa y no es judía, ¿cómo te gustaría que la llamara?

Ella frunció el ceño - ¿Qué tal su nombre? Sabes que ella es mucho más que sus rasgos, papá. Es la única propietaria y directora ejecutiva de un legado de diamantes de miles de millones de dólares.

Cheong-jun ni siquiera se inmutó - ¡Oh, lo sé! La busqué en Google, Ruby Jane. Ella vale más dinero del que toda la familia Kim podría soñar con ganar. ¡Es por eso que necesito entender mejor toda esta... esta... mishegas!

(N/T: Mishegas: locura o sin sentido)

Jennie se rió entre dientes ante el yiddish de su padre, antes de respirar profundamente.

Cherished Affliction (Jenlisa G!P)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora