Capítulo 2. Aprovechar

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lunes, 01 de junio, 2015.

Día 01.


Raquel se despertó temprano para poder comenzar el día a tiempo. Agarró su bolso del trabajo donde estaba su laptop y un par de libretas. Las dejó en el estudio para después acomodarse ahí. Regresó a la habitación por ropa y su estuche de maquillaje para arreglarse en el baño de fuera. Era muy despistada y sabía que si se ponía a arreglarse ahí despertaría a Alicia ante el mayor ruido.

Lo que ella amaba de su trabajo era la disponibilidad que le dejaba para muchas cosas. Ella estudió psicología junto con Alicia. Tenían el mismo jefe, pero trabajaban en diferentes oficinas y tenían la misma modalidad; en línea y si el paciente solicitaba, presencial. Raquel había anclado en su página que este mes no podría dar terapias presenciales. Mientras que a Alicia le dieron la incapacidad por su embarazo, ella si era más de ir a su oficina y ese es otro punto a favor de mudarse a dicha casa, pues estaba más cerca de allí. A pesar de que también tenía la posibilidad de trabajar en línea, Bernardo le dijo que ignorara sus deberes y se enfoque en su embarazo. Él se llevaba bastante bien con ellas dos. Se habían conocido cuando él estaba en su último año de la facultad y ellas recién entraban. Un par de años después fue que este les ofreció trabajo en su empresa.

Raquel tenía una cita programada a las 9:00 de la mañana. Ya estaba por dar la hora, así que agarró su plato del desayuno, con uno de los panes de anoche y se dirigió al estudio. Estaba leyendo unas noticias en su móvil y andaba tan enfocada en lo que hacía que no le importó dar doble vuelta para ir a buscar su taza de café. Apenas ella entró, Sergio salió de una de las habitaciones y se dirigió a la cocina. Raquel escuchó que había salido y se quedó parada a mitad de la puerta. Si era honesta, no quería topárselo, realmente no dejaba de pensar que estaba siendo algo incómodo para él que ella estuviese ahí. Pensó también que tal vez solo estaba exagerando, pero casi no habían cruzado palabras y las únicas habían sido "¿Cuánto tiempo estarás por aquí?" cualquiera pensaría que es una molestia. Él ya estaba en camino y ella tenía que volver por su café.

Sergio miró la taza que estaba ahí y al ver lo que contenía sabía que no podía ser de Alicia. En eso, la persona que estaba en sus pensamientos pasó por su lado y agarró la taza.

―Buen día. Ahí hay agua caliente ―señaló con su otra mano en dirección a la estufa, con toda la intención de irse del lugar en cuanto antes.

―Buenos días, gracias ―contestó normal mientras le seguía con la mirada una vez que ella se dio la vuelta para irse nuevamente al estudio. Notó que no tenía mucha intención de platicar, por lo que dedujo que su presencia no afectaría tanto en su estadía y eso le pareció bueno. No es que a él le incomodase, pero sentía que a ella sí.

Cuando ella pensaba que era al revés.

Una vez que Raquel entró al estudio, cerró la puerta tras ella y asentó la taza en el escritorio, a un lado de su plato. Esta se sentó en la silla y alzó la pantalla de la laptop para poder prenderla. En lo que encendía, las imágenes de Sergio recién despierto se desplazaban por su cabeza. La playera que tenía le sentaba bastante bien. Una blanca, que le quedaba algo ceñida al cuerpo, pero no se veía que le diera molestias a la hora de dormir y un pantalón de pijama negro, que en la parte de abajo estaban ligeramente arremangados. Se pasó la mano por la cara intentando pensar con claridad. ¿Por qué se estaba fijando de eso? ¿Acaso ese iba a ser su método para olvidarse de lo que estaba pasando con Alberto? Reaccionó después al recordar que se había puesto un poco de maquillaje y tomó su móvil para ponerlo en cámara para ver si se había corrido algo, pero no, todo estaba en orden.

De junio a julio | SerquelDonde viven las historias. Descúbrelo ahora