―Hola ―dijo Alicia con todo divertido cuando contestaban el teléfono al otro lado.
―Hola gorda ―le respondió Ágata, mordiendo una manzana.
―¿Qué tal? ―preguntó, mirándose las uñas.
―Todo bien ¿Y tú? No me digas que ya pariste ―esta soltó una risa.
―Todavía no. Te llamo pa...
―Sergio ya llegó, ¿verdad? ―le interrumpió.
Alicia cerro los ojos. Sí, le hablaba para eso, y no sabía si lo estaba arruinando, pero necesitaba que el plan de Ágata empiece de una vez, antes de que pasase algo entre Sergio y Raquel, porque lo veía venir, porque quedaría entre la espalda y la pared, y porque creía que ese sería un motivo para alejar sus propios pensamientos de lo que le pasaba, adentrándola a la realidad.
―¿Cuándo vienes a casa a cenar?
―Hoy mismo ―le contestó entusiastamente.
―¿O por qué no mejores sales a cenar con él?
―Ehhh tía, más despacio, que ni sé cómo decirle ―volvió a morder la manzana.
Esta se quedó pensando.
―Bueno, podemos decir que iremos juntos, pero de la nada me comencé a sentir mal y les toca ir solo a ustedes. Andrés se queda conmigo.
―Es buena idea, pero te olvidas de tu amiga Raquel, que yo sé que sigue por ahí. ¿Qué te hace pensar que él no puede invitarla, al menos por cortesía y que la tonta esta acepte?
―Raquel no va a estar. Tiene unos asuntos que resolver. ¿Te parece a las 7:00pm?
―Me parece ―se empezó a reír y ahí colgaron.
A las 7:00pm, porque a esa hora Raquel ya debería estar en casa junto con Sergio. A pesar de que le dijo a Ágata que no estaría. Pero ella sabía que, tras verse con Alberto, no querría volver a salir y además no aceptaría salir con Ágata a menos de que ella fuera, y como eso no iba a ser, la oportunidad estaba libre para ella.
Alicia quería mucho a Raquel, pero realmente no podía elegir entre ella o Ágata.
Ellas habían tenido algunos roces por ideas simples que no compartían, pero el verdadero problema llegó cuando conocieron a Alberto. A Ágata le empezó a gustar Alberto, mientras que, a él, Raquel. Ella nunca se enteró que Ágata sintió cosas por él, por lo mismo que no se llevaban del todo, y Alicia tampoco se lo dijo. Es por ello que empezó a salir con él, y fue cuando Ágata comenzó a tenerle más recelo. Cuando ocurrió aquel incidente que hizo que terminaran su relación, no vio por ella y que se había salvado de un hombre como él, sino que pensó en que Raquel se lo merecía.
•
martes, 02 de junio.
12:26 am
Raquel se acostó a un lado de Sergio, mirando al techo, tapándose con las dos sábanas que le había dado anteriormente.
―¿Ya vas a apagar la luz? ―le preguntó a este, ya que la lámpara de su lado seguía prendida.
―¿Quieres que la apague ya? ―preguntó con intención de que notase que no quería dormir aún.
―No, solo preguntaba ―le miró.
―La puedo apagar si te molesta para dormir.
―¿Aún no vas a dormir? ―él negó―. Bueno te acompaño, la verdad es que aún no me apetece tampoco ―miró nuevamente el techo.
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De junio a julio | Serquel
RomanceAlicia le pide a su amiga Raquel el gran favor de que la acompañase durante su último mes de embarazo, que le indica quedarse junto a ella y su marido Andrés en una de sus propiedades que tienen a las afueras de Madrid. La situación le obliga tambié...