Capítulo 19. Libres

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 "Love Me Like You Do" de Ellie Goulding.

Feliz cumpleaños, Olen <3.


jueves, 18 de junio, 2015.

Día 18.

Era ya la madrugada del día dieciocho. Nuevamente, en medio de la noche, Sergio cerró de golpe la puerta mientras volvía a posar sus manos en el cuerpo de Raquel para alzarle la blusa. Se habían extrañado, por supuesto. Habían estado echándose tanto de menos, que no había tiempo que perder.

Sergio dejó de besar sus labios para proceder hacia su cuello. Raquel lo tomó de los brazos con fuerza, mientras él, solo movía sus manos por su cuerpo, desesperado. Succionó levemente su curvatura, provocando que esta soltase un gemido demasiado alto.

No había nada que temer.

Estaban solos en casa.


17 de junio. 10:57 pm

Alicia pegó un grito. Raquel solo la tomaba de la mano, mientras con la otra tocaba su vientre ligeramente y la acariciaba.

―Tranquila, Alicia.

―Respira, cariño. Estamos llegando ―dijo Andrés mirando por el espejo retrovisor. Raquel le devolvió la mirada y tragó saliva.

―¡Raquel! ―gritó Alicia mirándola jalándola del cabello, desesperada. A esta no le importó y le miró parpadeando varias veces, intentando trasmitirle calma.


―Raquel ―jadeó Sergio cuando esta masajeó su miembro, mientras cerraba sus ojos―. Joder.

Esta comenzó a besarlo otra vez, después de unos instantes, se detuvo para alzarle a él la playera y quitársela. Chocaron con el borde de la cama y cayeron, él encima de ella. Tras unos minutos, detuvo sus besos, para mirarla con cariño y con mucho arrepentimiento.

―Lo siento mucho, Raquel.


―Lo siento ―dijo Alicia cuando Raquel se quejó levemente de aquel jalón.

―No es nada ―ella le sonrió y luego volvió a hacer un gesto de dolor. En ese momento, ninguno de sus problemas importó. Para Raquel era un arte ver a su amiga en ese estado, a punto de dar a luz al ser más esperado para ellos, y para ella. Raquel le devolvió la sonrisa.


Raquel le sonrió triste. Unas lágrimas amenazaban por salir del rostro de Sergio.

―Ya está, ya lo hablamos ―murmuró Raquel, acariciando su cabello―. Te perdono.

Sergio negó y le dio un beso sonoro en la frente.

―Es que no merezco tu perdón.

―Cállate ―dijo esta, cerrando los ojos.

―Ni esto, no... ―murmuró también, pero Raquel posó su mano en su barbilla para acercarlo a él y darle un beso, callándolo de ese modo.

―¿No querías escucharme? ―él la miró ladeando la cabeza y tragando saliva―. Tenemos la casa sola.

Sergio sin esperar a más, comenzó a besarla con pasión, repasando cada letra de estas. Sus lenguas se entretuvieron bastantes minutos, mientras ambos se proporcionaban caricias. Sergio se separó un poco para bajarle su pantalón y seguido el de él. La cargó un poco para posicionarla más arriba de la cama y se volvió a tumbar sobre ella, apoyándose en sus antebrazos. Maniobraron todo eso, sin intentar despegar sus labios por más de dos segundos. Estaban desnudos y completamente entregados. Sergio siguió besándola, llenándola de mil perdones entre estos. Pasó su mano por su sexo para comprobar que estuviese lista, suspiró y dirigió su mano a su miembro, para guiarlo a su entrada.

De junio a julio | SerquelDonde viven las historias. Descúbrelo ahora