Capítulo 11. Sentimientos pasajeros

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miércoles, 10 de junio, 2015.

Día 10.


―¿Andrés? ―preguntó asomándose por la puerta de su estudio.

―¿Sí? ―respondió girándose en la silla.

―¿Estás muy ocupado?

―Algo así cariño. Estoy en conferencia ―se apartó un poco para que pudiese ver que había otras 4 personas más en la pantalla de la laptop.

―Ahh... ―dijo frunciendo la boca.

―¿Qué pasa? ―preguntó, ladeado la cabeza.

―Nada, quería ir a comprar algo de pan, se me antoja mucho. No me llené con el desayuno, pero le diré a Sergio que me lleve.

―Sergio no está aquí ―sonrió pícaro.

―¿Salió? ― preguntó confundida―. ¿A dónde fue?



martes, 10 de junio.

10:04 pm

―¿Estás segura? ―ella asintió―. Bueno, no te incomodaré, puedo dormir en tu sofá. Este sí que se ve cómodo, no como el de Andrés ―rio y ella le miró con cara burlona. Se acercó a él para tomar su billetera y dársela. Este la tomó y miró hacia el piso con una sonrisa.

―Pero que tonto eres ―le sonrió y agradeció la manera en la que intentó amenizar el ambiente―. Tengo repuestos de cepillos de dientes y... ―le miró discretamente la ropa.

―No te preocupes ―comentó este dándose cuenta. Puedo dormir así.

―Tengo un pijama de mi hermano aquí, para que estés más cómodo.

―No quiero causarte molestias.

―No lo haces ―le sonrió.

Después de unos segundos sin hablar, solo viéndose fijamente, contestó.

―Vale ―asintió y le devolvió el gesto.

Subieron a su habitación y ella se dirigió a su clóset donde tenía dicha ropa, se la entregó y después se dirigió al baño para sacar de los cajones uno de los repuestos que le había mencionado. Este prácticamente la siguió por todos lados y así aprovechaba el conocer su casa. Era del tamaño perfecto para ella sola o eso se pensaba.

―¿Tu hermano vive contigo? ―le preguntó sentándose en la cama. Este observó como ella se metía entre las sábanas.

―No, pero me viene a visitar seguido ―se le quedó viendo esperando que el igual abriera la sábana que le había dado y se acostase. Este sintió aquella presión y se dispuso a desdoblarla para imitar sus movimientos.

―¿Es mayor que tú?

―No, es menor por tres años.

―¿Y dónde vive? ―preguntó, curioso.

―en Sevilla.

― Ya.

―Hemos hablado poco sobre ti ―murmuró.

―¿Qué quieres saber? ―preguntó permitiéndole el cambio de conversación entorno a ella.

―Desde que comenzaste a venir de vacaciones con Andrés y Alicia ¿Qué es lo que solías hacer?

De junio a julio | SerquelDonde viven las historias. Descúbrelo ahora