miércoles, 17 de junio, 2015.
Día 17.
Raquel estaba acostada en la cama, mirando hacia la nada. Sintió una lágrima escurrir por su mejilla directamente hacia la almohada. Escuchó la puerta abrirse y no se movió de su lugar. Tragó saliva y cerró los ojos un momento mientras sentía a aquella persona acercarse lentamente. La sintió en cuclillas frente a ella. Abrió los ojos y los tenía totalmente inundados en lágrimas.
―Hay algo más que no me estás contando, ¿verdad? ―preguntó su hermano, mientras le acariciaba la cabeza―. No solo es por lo que está haciendo Alicia.
Raquel le había llamado a su hermano para que la visitase, pues estaba de vacaciones igual. Ella le contó las cosas que Alicia estaba haciendo, incluso le llegó a mencionar a Sergio, pero no del todo. No le dijo que en realidad sí que estaba empezando a sentir cosas por él en tan poco tiempo.
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sábado, 13 de junio.
10:22 pm
―No me vuelvas hablar así ―le advirtió Raquel con la mano aun en la pose que se dejó tras el último movimiento que hizo. Este tenía la cara ligeramente volteada.
―Raquel, lo siento de verdad, yo... ―esta se acercó a la mesa de noche por su móvil y salió como pudo de la habitación. Sergio se colocó la playera que no se había puesto y comenzó a ir tras ella. Rogando que Ágata que no estuviese aun en la casa y que Alicia, se haya metido a su habitación.
Raquel no tenía a donde ir. No podía ir con su amiga, ella tenía la culpa también, no podía ir con Andrés pues este está en su misma habitación. A Sergio lo tenía detrás de ella siguiéndola por los pasillos mientras rodeaba dicho jardín interior de la casa, así que la única opción, era la habitación de Martín. Entró sin tocar, Martín se giró y le dijo algo que Raquel no logró escuchar y se aventó a la cama. Sergio se asomó en la habitación y en eso, se encontró a Martín acercándose a ella preguntándole que le pasaba. Cuando vio a Sergio asomarse, podía empezar a comprender un poco, pero no lo suficiente.
―¿Qué carajos pasa? ―preguntó acercándose a la puerta para intentar bloquearle el paso a Sergio―. ¿Sos boludo? ¿Qué le hiciste?
―Déjame hablar con Raquel, por favor ―le pidió intentando pasar, pero este seguía poniendo su fuerza para evitarlo. Este entendió que él le había hecho algo, y al escuchar a Raquel sollozar, su ser no le permitía dejarle entrar.
―No ―dijo empujándolo―. Te dije aprovechá, pero no sé que boludez acabas de hacer. Salí de acá y nada de decirle a los dueños de esta casa sobre esto, que Andrés ya me ha dicho el drama familiar que se cargan y Alicia está embarazada, no le den más broncas.
―Te cuentan los problemas que damos nosotros, pero no los que ella da.
―Pará, hermano, pará. Que vos no sos así ¿Qué te pasa? ―preguntó alzando la barbilla, con el ceño fruncido.
Sergio suspiró pesadamente y salió de lo poco que había entrado a dicha habitación, yéndose nuevamente a la suya. Martín cerró la puerta y colocó seguro. Se volteó para ver a Raquel, quien al escuchar que había cerrado, se giró para verlo con los ojos hinchados.
―Dormí aquí conmigo, no pasa nada ―se acercó a ella y se sentó a su lado. Esta se incorporó un poco para acercarse a él para un abrazo―. No pasa nada ―repitió cuando la recibió y le dejó un beso en la cabeza, permitiendo que Raquel llore entre sus brazos.
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De junio a julio | Serquel
RomanceAlicia le pide a su amiga Raquel el gran favor de que la acompañase durante su último mes de embarazo, que le indica quedarse junto a ella y su marido Andrés en una de sus propiedades que tienen a las afueras de Madrid. La situación le obliga tambié...