Capítulo 22. Afortunado

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sábado, 20 de junio, 2015.

Día 20.


―He visto también que le varías a las cucharadas de azúcar que le pones a tu café ―comentó Sergio, al mismo momento que le acariciaba la mejilla―. A veces le pones de dos y media, a veces ninguna.

Raquel sonrió.

Este siguió pasando su mano por su cara, acariciándola. Raquel cerró los ojos y se relamió los labios. Cuando los abrió, Sergio estaba más cerca de ella, estaban a punto de darse un beso, cuando escucharon la puerta de una habitación abrirse, era Andrés.

Estos se separaron al instante. Sergio se volteó a la estufa a ver como iban las verduras y Raquel siguió marinando la pechuga de pollo.

―¿Todo en orden? ―preguntó Andrés acercándose a ellos. Ambos asintieron―. Bien.

Este se acercó al dispensador de agua y sirvió en el vaso que traía en las manos.

―Bueno... ya no hay algunas cosas en la alacena ―mencionó Raquel, limpiándose las manos.

―Oh vaya ―contestó Andrés y apagó el dispensador cuando este cumplió su objetivo de llenar tal vaso.

―Si quieres después de almorzar voy al supermercado ―se ofreció Sergio ―este le miró.

―¿No es mucha molestia? ―preguntó Andrés, con una cara de agotamiento.

―No ―respondió.

―Te puedo acompañar si quieres ―dijo Raquel, sin mirarle, pasando a su lado de Sergio, para usar otro quemador de la estufa.

Andrés miró a Sergio, quien le dedicó una sonrisa pícara y asintió para que él le respondiese.

―Sí, estaría bien ―contestó Sergio, recolándose las gafas.

―Raquel ¿Puedes llevarle este vaso a Alicia? ―le preguntó antes de que prendiese el quemador―. Voy a ver que tanta falta para hacerles la lista.

Esta asintió y dejó las pechugas a un lado. Le hizo una seña a Sergio de que lo vigilase y este asintió. Tomó el vaso y comenzó a dirigirse a la habitación. Andrés se acercó a un pequeño buró que tenían ahí, sacó un pedazo de papel y un lapicero, volvió a la cocina para apuntar lo que él sabía que faltaba también, y después compararía con Raquel a lo que ella se refería. Cuando notó que Raquel ya había desaparecido, se giró para ver a Sergio.

―Me da gusto que te hayas arreglado con Raquel ¿Ha pasado algo... más?

―¿Cómo? ―preguntó, algo nervioso.

―Me has escuchado, Sergio ―contestó serio―. No volvimos a hablar desde que la fuiste a buscar, pero ella estaba viniendo aquí y bueno, pasó lo de Alicia ―alzó la barbilla―. Cuando vinieron aquí... Se arreglaron.

Este asintió.

―¿Y han follado? ―preguntó directo.

―No, Andrés ―le miró con el ceño fruncido.

―Me preocupa el hecho de que estés pensando en algo más, cuando ella está saliendo con... alguien que conoció hace un par de días en la venta de garaje o algo así entendí ―comentó mirando hacia otro lado―. Sé que yo fui quien te dijo que vayas a buscarla, pero me refería a arreglar las cosas, no ha...



martes, 16 de junio.

De junio a julio | SerquelDonde viven las historias. Descúbrelo ahora