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- ¡¿Se lo dijiste ?!...- preguntó su mejor amiga.

Elle estaba metida en su cama, cubierta con la manta hasta las orejas. Estaba realmente mortificada, se suponía que iría a su casa y le echaría en cara cuan desgraciada había sido su vida después de conocerlo, pero todo se fue al trastero cuando el puso sus manos sobre ella. ¡Se había acostado con el otra vez! Y se sentía culpable por haber sucumbido ante ese hombre.

- ¿No lo hiciste, verdad? - pregunto finalmente su amiga después de entender ese largo silencio como una clara evasión de su parte.

- N-o...- respondió con un nudo en la garganta.

Su amiga al escuchar sus sollozos no dijo una palabra más y se apresuró a recostarse a su lado y acurrucarse con ella, su amiga había sufrido muchísimo en los últimos meses. Recordaba perfectamente aquella mañana cuando su mejor amiga llegó hasta su casa hecha un mar de lágrimas, no concebía la atrocidad que Elle había sido capaz de hacer, ella toda su vida se había caracterizado por ser una chica muy tranquila y centrada, no le cabía en la cabeza como fue capaz de marcharse con alguien a quien acababa de conocer y acostarse con esa persona. Elle había salido a ese club esa noche con otros amigo, ella no pido acompañarlos por su turno nocturno en el trabajo, así que no pudo cuidar de ella.

- Calma bebé, yo estoy aquí contigo...- beso su cabello.

- Te quiero...- la escucho decir sorbiendo su nariz, no pudo evitar sentir ternura, Elle era un pequeño bebé.

- También te quiero...- miró si reloj, estaba sobre el tiempo para salir a trabajar - descansa un poco, debo ir a trabajar...- se levantó de la cama y salió de ella habitación.

Elle suspiró derrotada, le había fallado a su bebé y a ella misma. Tres semanas después de haberle entregado su virginidad a ese estudio hombre de ojos esmeralda, su periodo no llegó. Su loca cabecita empezó a hacerse mil escenarios porque estaba segura de que estaba embarazada y no se equivocó. Se hizo una prueba de embarazo casera y está dio positivo, ese día lloró hasta quedarse dormida entre los brazos de su mejor amiga, quien no la juzgó por su arrebato de locura. Además del miedo a sus padres y al saberse sola con un bebé en su vientre, su vida no era la adecuada para traer un bebé al mundo, era una chica simple que trabajaba en un bar tres noches a entre semana y algunas veces los fines de semana también, ese estilo de vida no era el adecuado para mantener y criar un bebé. Casi siempre estaba corta de dinero y aunque compartía gastos con su amiga se sentía muy mal cuando no podía hacerse cargo de los gastos por igual, pero todos sus sueños de ser madre se vieron truncados dos semanas después de enterarse que iba a su embarazo, tuvo un aborto espontáneo. La ilusión rota de tener a su bebé, la sumió en una depresión que la mantuvo en cama por meses.

Su amiga había sido un gran apoyo en esos momentos tan difíciles, muy en el fondo de su corazón sabía que talvez perderlo fue lo mejor, solo tenía 22 años y no tenía ni dinero, ni ningún título académico que le permitiera aspirar a un trabajo mejor. Cuando se mudó a esa ciudad su principal objetivo fue trabajar y ahorrar para pagar su carrera universitaria, pero eso no estaba funcionando a duras penas estaba sobreviviendo. Hace solo unas semanas atrás finalmente se sentía mejor y aunque le seguía doliendo lo de su bebé, empezó a trabajar de nuevo y reanudó su vida. En otro arrebato de locura decidió ir hasta el departamento en donde toda su desgracia había empezado y cantarles las cuarenta a ese desgraciado. Aunque llegó hasta ahí con todo y le atravesó la cara de un bofetón, pronto esto paso a segundo plano cuando fue consciente del estado del hombre en cuestión, no pudo evitar conmoverse tenía un corazón demasiado blando. Estaba completamente demacrado, le había roto la nariz del portazo. Todo el era un desastre al igual que su departamento, el recuerdo que tenía del lugar no tenía ningún parecido a lo que se encontró en esta ocasión, todo el lugar estaba lleno de botellas de licor vacías y algunos vidrios rotos.

Dimitri ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora