Las imágenes a su alrededor no eran claras; varias sombras se movían sin cesar acorralandola, la sensación viscosa y mojada de su cuerpo le hicieron vagar su mirada hasta sus manos, estaban cubiertas de sangre muy roja y abundante, toda ella lo estaba, se asustó tratando de gritar separó sus labios, pero nada. No pudo emitir sonido alguno, el dolor en su garganta era muy fuerte casi asfixiante, llevo sus propias uñas hasta su garganta y araño su piel, destrozandola. Quería despertar, sabía que era una pesadilla,pero no podía, su propia mente le estaba jugando una mala pasada, solo cuando su garganta estaba destrozada con su propia sangre saliendo a borbotones pudo despertar.
Sus manos fueron hasta su cuello, nada más despertar. Su corazón latía a mil por hora y su pijama estaba completamente empapada por el sudor. El dolor en su garganta era real y la estaba asfixiando, se hizo bolita y se soltó a llorar. Las malditas pesadillas habían vuelto, sabía que en algún momento regresarían, ya lo habían hecho antes, pero estas se habían marchado al poco tiempo. Sin embargo, esto ahora no sucedió, su terapeuta se lo dijo en algún momento que el insomnio era producto de su miedo a sus propias pesadillas y era verdad. Se sentían tan reales y dolían tanto, ninguna tenía similitud con otra, era un completo desbarajuste de imágenes aterradoras acompañadas de un dolor desgarrador en su pecho y garganta.
Limpio sus mejillas, levantándose de la cama. Era momento de hacer algo al respecto, tomo una larga y helada ducha tratando de alejar el dolor que sentía en su pecho con el simple hecho de tratar de respirar. Tomo un par de prendas al azar, no estaba con ánimos de parar un momento a meditar que se pondría hoy, bajo a la cocina y empezó con el desayuno.
Estaba casi todo listo, tomo una gran sartén y la puso sobre la hornilla, luego tomo la canastilla de huevos frescos que acaba de recolectar, pero está se resbaló de sus manos ocasionando un desastre.
— ¡Mierda Elle! — de pronto sus piernas flaqueáron y cayó de rodillas al piso manchando su ropa con los huevos estrellados — ¡¿Que demonios sucede contigo?!...— se reprochó a si misma tratando de levantarse.
— ¡¿Cariño que sucedió?! — su madre corrió hasta ella y se obligó a cambiar su actitud.
— Me tropecé mamá...— se levantó y le sonrió tratando de calmarla.— , se me cayeron los huevos....así que hoy no habrá omelette... — trato de bromear.
— No importa mi amor, solo son huevos...— la vio tomar una escoba dispuesta a limpiar el desastre. — ve a cambiarte...yo terminaré aquí...— no respondió, no supo porque. Solo se sentía demasiado frustrada, molesta y de alguna forma dolida. Tenía dos opciones; su periodo menstrual estaba cerca o su salud emocional estaba empeorando. Que sea el maldito período, pedía incansablemente.
🍃🍃🍃
— Iré al pueblo...— anunció tomando las llaves de la camioneta — ¿Necesitan algo de allá? — pregunto esta vez asomándose a la cocina donde su madre lavaba los platos del desayuno y su hermana le daba el pecho a su bebé. Su madre señaló con su barbilla una lista adherida a la puerta del refrigerador con ayuda de un imán, la tomo revisándola. Todo eran comestibles, no tendría que ir a demasiados lugares para conseguir toda la lista, era un avance.
— Necesito pañales...— pidió Eli malhumorada, últimamente este era su estado de ánimo habitual. Desde que tuvo que levantarse de la cama y hacer sus cosas por si sola. — tengo muy pocos...
— Hija te he dicho que no es bueno para el bebé usar pañales de un solo usó...— añadió su madre — el bebé ha tenido varias erupciones en la piel por su uso...¿Por qué no pruebas a usar los pañales de tela que usaba hasta hace poco...— Eli rodó sus ojos fastidiada.
— Eso es porque hasta hace poco tú o yo nos encargamos de lavarlos y ahora que lo debe hacer ella, es demasiado trabajo para su perezoso trasero.— Elle no pudo quedarse callada y atacó sin pensarlo, su hermana estaba siendo una maldita holgasana.
ESTÁS LEYENDO
Dimitri ©
RandomCreí amar casi rozando la locura, pero la perdí. Trate de mantenerme a su lado pero solo causó que mi dolor fuera aún más grande. Y cuando creí que jamás podría volver a sentir amor por alguien más apareciste tu, con tu mirada inocente y tu dulce so...