Dimitri ©

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— Meat ball...— Lauren arrastró las sílabas en señal de regaño — la última vez que accedí a algo como eso, termine colgada en el sótano por tres días... — Dimitri se había encargado personalmente de hacerlo en castigo por su imprudencia. Jamás debió dejarla sola, sabiendo que René no perdería oportunidad de ponerle un dedo encima. La pelinegra estaba obsesionada con volver a tener a Dimitri y Sky era el constante recuerdo de su madre. U  estorbo en su camino. — Casi mueres y nosotras también...

— ¿Nosotras? — pregunto extrañada, Lauren se mordio la lengua reprochandose su error. — ¿Quiénes?

— La chica que te salvo de morir en el río...

— Oh...— asintió — tengo pantallazos de aquel día, pero nada más...¿Como está ella?

— Murió...

— ¡¿Murió?!

— Su vida humana llegó a su fin, estaba muy mal herida y su cuerpo no lo resistió...— suspiró — aún en esta vida sigue siendo tan cruel con ella misma...— susurró.

— ¿Vida humana?¿Entonces?...

— Conversión...

— ¿Donde esta ahora?...Papá me ha mantenido castigada por una semana entera aquí dentro...— refunfuñó. — quisiera verla, darle las gracias...

— Tu castigo aún no termina, así que hasta que eso pase no verás a nadie a excepción de mi...— camino hasta la puerta de la habitación y se giró para rematar — y es una muy buena excepción, así que disfrútala...

— ¡Largo de aquí! — vociferó fastidiada tirándole una almohada.

° ° °

— ¿Crees que es buena idea despertarla ahora?

— Ya es tiempo, el coma inducido debe terminar ahora y debes enfrentarla...

— ¿Entonces recordara todo?

— En teoría...— lo fulminó con la mirada — tus recuerdos también pueden ayudar, recuerda conversión mente en blanco...

— Cierto...— respiró profundo — Hazlo...

Sean presionó el botón de stop, dando por terminado el coma al que se había inducido a Elle hace unos días, uno de sus pulmones fue perforado por el vidrio y tuvieron que hacerle una cirugía de emergencia.

Esperaron pacientes por un par de minutos y nada sucedió.

— ¿Que está pasando? ¿Por qué no despierta?

— Espera un poco más...— tres minutos más — ¡Ellen! — llamó con fuerza. Logrando que sus pestañas se movieran rítmicamente hasta separarse.

Parpadeó dos veces antes de ser completamente consiente de su alrededor. Observó con calma a los dos sujetos a los costados de su camilla, antes de separar su labios y susurrar.

— Dim~...

— ¡Maldita sea, es ella! — casi grito Dimitri entusiasmado. — ¡Eres tú bebé! — beso sus labios con suavidad. Sean salió de la habitación dándoles privacidad.

— Dim~...— susurró nuevamente entre lágrimas, todo estaba tan nítido en su mente que por un momento creyó que todo había sido un horrible pesadilla. — Te amo~...

— Y yo te amo...— no perdió más tiempo y beso sus labios con mayor ímpetu está vez.

Se tomó su tiempo observando cada detalle de su rostro; sus labios hinchados y sonrosados por esos deliciosos besos compartidos, sus hermosas perlas negras ahora tenían ese característico color esmeralda, sus mejillas pálidas y redondeadas. ¿Cómo pudo dudar que era su Elle?, Si no habría  una mujer igual de hermosa que ella en este mundo.