30.

691 62 10
                                    


Gina abrió los ojos, notaba una extraña pesadez en todo su cuerpo y algo apretaba exageradamente su abdomen. Se tocó aquella parte intentando liberar parte de la presión, grave error. Un dolor punzante hizo que se doblara ligeramente sobre si misma.

-Si vuelves a hacer eso, lo más probable es que se te vayan a abrir los puntos. Tú cuerpo está sanando lentamente.- Denna se acercó a ella. Había algo en la muchacha que Gina no podía descifrar, algo hermoso y temerario. Había poder.- ¿Cómo te encuentras?

-No sabría decirte, parece que me han aplastado los huesos.- Denna frunció el ceño intentando imaginarse aquella sensación.- Pero por lo demás, creo que bien.- hizo un intento de incorporarse, pero Denna con su ímpetu no la dejó.- ¿Qué haces?

-Tienes que descansar, estás muy debilitada y tu poder no puede ayudarte a sanar. Casi mueres.

-Gracias.- Gina clavó sus amarillentos ojos en ella, el arrepentimiento bailaba entre sus grandes ojos.- Gracias por salvarme la vida.

-No, gracias a ti por arriesgarte. Si tú no hubieras aparecido en el momento correcto, lo más probable es que hubiera muerto. Pero ¿por qué lo hiciste?

-Ya no podía seguir haciendo tanto daño, esa no era yo.- suspiró. Varias lágrimas asomaron en sus ojos.- Me enseñaron valores, respeto y me enseñaron a que tanto poder se utiliza para el bien y no para el mal. Todo lo que hice fue para protegerlos, pero me enteré de que...- tragó saliva intentando aligerar el nudo de su estómago.- Los mató.- Denna abrazó a la chica al verla temblar de rabia e impotencia.

-Lo siento tanto.- susurró en un tono conciliador.- No estás sola, ¿vale?. Juntos saldremos de esto y todo terminará.

-Denna, pero tú y yo sabemos qué sacrificio hay que hacer para matar a un dios.- Gina se limpió las mejillas, que pronto adquirieron un tono rosado. La bruja que tan poderosa parecía antaño, se veía derrotada y frágil.- Tienes que morir tú. Atravesar tu corazón y el del dios al mismo tiempo.

-Lo sé Gina, no tengo otra opción.- negó ligeramente.- Pero antes de hacer eso, debo daros mi sangre. Cuando llegue el momento de luchar, tendréis poder, mucha más del que os imagináis.

-Debe haber una solución, un modo en el que tú no mueras.

-¿Qué?- ambas pegaron un salto al darse cuenta de que no estaban solas. Canelio las observaba fijamente, con el rostro desencajado.- ¿Qué significa eso Denna?

-No es nada Canelio.

-Siempre has mentido mal.- bufó.- Denna, ya vale con tanto secretismo. Tanto secretismo nos va a destruir. - de un momento a otro, Canelio se encontraba a pocos centímetros de ella.

-Luego nos reuniremos todos, y os contaré lo que vamos a hacer. Pronto estarán aquí y debemos prepararnos.- Denna dejó que el vampiro la cogiera entre sus brazos y la apretujara contra su pecho.

-Mmm... me iría de aquí para dejaros privacidad, pero es que no puedo moverme.- Gina rió incómoda por la situación.

Denna y Canelio se apartaron incómodos por la situación.

-Tienes que saber algo, por si acaso. Tu tío Daniel también está aquí.- Canelio la observó suspicazmente.- Van a luchar junto a nosotros.

-Lo sé, y no me opondré a ello. Vamos a necesitar a toda la gente posible.- hizo una pausa, pensando en lo que estaba por venir.- A pesar de todo, debemos estar unidos o acabarán con nosotros. Hoy quiero que nos reunamos, si es posible, para hablar de nuestro siguiente paso. Están muy cabreados y no tardarán en actuar, debemos estar listos.

-Yo les daré el aviso y hoy a la noche nos reuniremos todos.- Canelio ofreció una amaga sonrisa a ambas chicas. Iba a decir algo más, pero fue interrumpido por Alejandra.

Resurrección {secuestrada por un vampiro #2}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora