Noches De Fantasía[En Físico][✓]

Sorpresa

En ningún momento llegué a imaginar estar viviendo bajo una fantasía; como si la vida fuera irreal y me fuera a despertar de ese mágico ensueño en el cual un stripper me ha encerrado. Cada vez me sorprendo más de todo aquello que Sebastián nos brinda sin reparos ni prejuicios. Él no es un hombre perfecto, pero tiende a dar lo mejor de si con todas sus fuerzas.

Nuestra relación está en su mejor momento. Ha sido un año maravilloso a su lado, aprendiendo cada cosa nueva y siendo realmente dichosa al tener a un hombre tan especial solo para mí y mis hijos. El amor que sembró en mí es muy difícil de que algún otro lo pueda arrancar de mi ser.

Sebastián se ha hecho cargo de la empresa del Sr. King durante todo este tiempo, perseverando con gran ahínco lo que su tío les dejó a él y a mis hijos en vida. Gracias a su gran labor en la gerencia, la comercializadora a crecido mucho en todos este tiempo. Es mucho más reconocida que antes.

Si bien mis planes siempre habían sido tener mi propio negocio. Ser completamente independiente y trabajar para dejarles, aunque sea un sustento a mis hijos para su futuro. Entre tantas fantasías que me han ocurrido a lo largo de este año, cumplir mi propósito de vida ha quedado de lado. Ser mi propia jefa ya no es algo que desee como antes.

Me siento totalmente feliz al seguir siendo la secretaria de Sebastián King; papi stripper de mis hijos y el gatito que me enreda en su ternura y su amor cada día. Nunca pensé que existieran hombres tan amorosos y dedicados a su familia como él. Siento que me gané el cielo y cada rincón del infierno con ese hombre.

Magnolia ha dejado de pensar en los demás para pensar en su propio bien. Hace seis meses abrió su propia tienda deportiva. Es pequeña, pero le brida felicidad y satisfacción todos los días de su vida. Además de que encontró a su príncipe azul musculoso hace un par de meses. Verla tan feliz alegra mis días, porque merece serlo al igual como lo soy yo.

Mis hijos ahora llevan el apellido de su padre con orgullo, mostrando a todo aquel que los vea lo afortunados que son al tener uno. Nunca me ha importado el que dirán y el por qué mis hijos no tenían un padre antes y ahora sí. Para mí lo más importante es ver y saber que mis hijos se encuentran bien y son completamente felices. El resto del mundo puede comerse un zapato lleno de estiercol si es posible.

Y ellos son los niños más feliz del mundo al tener a un padre tan maravilloso como Sebastián.

La Sra. Clara, es la abuela más cariñosa, sobreprotectora y alcahueta que pueda existir. Es adoración con sus nietos. Ni siquiera mi madre es tan apegada a nosotros como lo es ella. Es una mujer muy amable y bondadosa, siempre brindando lo mejor para quien la rodea.

Ahora sé de dónde mi gatito y mis hijos sacaron esas cualidades tan escasas. Entre más pasan los días, Andrés y Diego se parecen a ella y a su padre.

Me encontraba inclinada en el escritorio, buscando uno de los documentos que me hicieron falta para que mi jefe los firmara, cuando siento la calidez de una mano apretar mi trasero con una fuerza poderosa.

—Es un peligro esa postura de trabajo, Srta. Reyes — susurró mi jefe al oído—. Puede causar graves problemas en cierta parte del cuerpo.

—¿Acaso está coqueteando conmigo, Sr. King? — lo vi sonreír por encima de mí hombro—. Estoy trabajando. Si no hago mi trabajo completo, ¿qué clase de secretaria sería?

—¿Por qué tiendes a manipularme?

—¿Disculpe? — me giré en sus brazos, por lo que no tardó en rodear mi cintura y pegarme a su cuerpo—. Aún no es la hora de jugar, gatito.

—¿Te me pones en esa pose tan sensual, activas las ganas de este pobre gato callejero y me dices que no puedo hacer uso de lo que es mío? Cómo rompes mis ilusiones, Jade — mordió sus labios seductoramente—. Y yo con estas ganas que tengo de romper la mesa de tu escritorio.

Besé sus labios para recorrer su mejilla con mis labios hasta que llegué a su oído y mordí ligeramente el lóbulo de su oreja. Me encanta sentir el estremecimiento de su cuerpo, más cuando tengo el poder en tan solo mis labios.

—Ten mucho cuidado con esas proposiciones tan indecentes, Sr. King. Soy su secretaria, no una cualquiera — lamí parte de su cuello paulatinamente—. No me haga llamar a la ley para que lo encierren por acosador.

—Acosar a la secretaria hace parte del fetiche más recóndito del jefe.

—Que jefe tan descarado.

Me besó sin poder contener las ganas por más tiempo. Cada día siento que mi amor por él crece de manera descomunal. Cumplir sus fantasías, tanto en la cama como fuera de ella se ha vuelto una adicción para mí.

—Iremos a casa cuando salgamos de la oficina, te tengo una pequeña sorpresa — musitó.

—¿Qué será? ¿Tal ves un nuevo juego de esposas?

Apoyó la frente en mi hombro y se echó a reír. Mi corazón siempre tan acelerado con su felicidad, se emociona y se une más al del hombre que ama con todas las fuerzas de su latir.

Tan pronto terminamos la jornada laboral, nos marchamos a su casa. Desde hace un tiempo empezamos a quedarnos por temporadas con él en esa casona tan grande, pero aun no hemos hablado de si ya es tiempo de irnos a vivir juntos o no.

Antes de entrar por la puerta de la casa, Sebastián cubrió mis ojos con sus grandes manos y me guio al interior con su ayuda. No me sorprenden sus sorpresas románticas o sexuales. Me sorprendería mucho más en el momento que deje de dármelas.

—¿Qué tienes planeado esta vez para mí, gatito travieso? — murmuré.

—Ya verás.

Nos detuvimos unos cuantos pasos más, y lentamente bajó las manos de mis ojos. Todo me lo hubiera esperado en la vida, menos que mis dos hijos estuvieran con un ramo de rosas y vestidos tan elegantes y guapos.

—Para la mamá más hermosa del mundo — Diego me hizo entrega del ramo de rosas amarillas y blancas.

—Gracias, mi príncipe.

Andrés se acercó a mí y me hizo entrega de una pequeña caja.

—Me comí un chocolate, mami — dijo apenado—. Pero estaba muy rico.

Sebastián se rio y lo levantó en sus brazos para susurrar algo en su oído.

—No pasa nada, cariño — lo tranquilice—. Gracias por la sorpresa, papi stripper. Ha sido muy bonita.

—¿Y quién dijo que la sorpresa era esa? — Sebastián se hincó frente a mí y todo a mi alrededor se detuvo—. El destino nos unió por una sola razón, mi amor; para que tú y yo viviéramos juntos hasta el final de nuestros días. Todo este tiempo a tu lado ha sido lo mejor que me ha podido pasar en la vida. Tenerte a ti y a mis hijos es la bendición más grande que Dios me pudo haber dado. Ahora no puedo imaginar una vida si no es contigo. Quiero verte todas mis mañanas a mi lado y darte el mundo entero si es posible en un abrazo. Quiero poder caminar de tu mano y verme reflejado en tus ojos como el único hombre a quien ames. Quiero que tú seas completamente mía, así como soy de ti. Te lo he entregado todo, y si pudiera darte un poco más, lo haría con el mayor de los gustos. Te amo con todas las fuerzas que habitan en mi corazón. ¿Te casarías conmigo, Jade Reyes? Prometo amarte y respetarte hasta el final de mis días e incluso en la eternidad.

—Sí, sí quiero casarme contigo, Sebas — con las lágrimas brotando de mis ojos, abrió la caja que sostenía aún en mis manos y puso un hermoso anillo en mi dedo anular—. También prometo amarte y respetarte hasta que los gusanos acaben con mi cuerpo. Y si no quedara nada de lo que fui, mi alma siempre te amará solo a ti.

Con un espléndido brillo en los ojos,, unió nuestros labios suave y brevemente. Pero fue un abrazo y una cena de cuatro lo que hizo que el momento fuese el mejor, el más especial y el más bello de toda mi vida.