4 años en Beauxbatons en vano... ¿Quién lo diría? La supuesta perfecta hija de los Malfoy trasladada a Hogwarts por tener varios problemillas en la escuela de Beauxbatons.
Pero que solo tuviera problemas en aquella escuela no significa que en Hogwa...
—Bueno, la señora Pomfrey no nos ha querido dejar entrar a visitarte y Draco se ha puesto a la ligera... Ya sabes cómo es.— respondió Pansy.
—Me alegro de verte.— le sonreí, ella correspondió.
—¿Y Mattheo?— pregunté.
—Esta con un chica, se la estará follando.— respondió Zabini.
—Vaya... Se nota que le importo.— dije sarcástica.
—Ya sabes que a él solo le gusta el sexo y los cigarros.— respondió Nott.
—¡Dayana!— Draco entró corriendo. —¡Gracias a Merlín que estás bien!
Me abrazó casi sacándome los pulmones.
—D-draco... m-m ahogo.— dije intentado respirar.
—Nunca había visto este lado de Draco...— susurró Blaise, Draco me soltó y le miró mal.
Respiré de nuevo pacíficamente.
—¿Tom te tiró?— preguntó Draco mirándome fijamente.
—¿Có-cómo sabes que Tom estaba ahí?— pregunté sorprendida.
—Él te trajo a la enfermería en brazos; parecía una película romántica.— dijo Blaise haciendo como que se llevaba a alguien en brazos.
—Agh, odio las películas románticas.— hice una mueca de asco.
—¿Pero entonces, Tom te empujó?— preguntó Pansy.
—No... Recuerdo que cuando caí, Tom aún estaba sentado.— respondí.
—Más vale que no te haya empujado, por qué sino...— Draco comenzó a hablar pero se calló sin saber que decir.
—¿Por que sino no qué?— preguntó Blaise. —¡No serías capaz de llevarle la contraria!
—¡Habló aquí!— refunfuñó Draco.
—¡Bien, muchachos!— la señora Pomfrey entró dando palmadas para que captáramos su atención. —¡Hora de ir a vuestras respectivas clases! Dayana tiene que descansar.
