Rick Grimes o Andrew Lincoln~One Shots.
Acepto pedidos de personajes y o situaciones.
HISTORIA VIEJA | Perdón por todo lo que escribí, hoy en día me avergüenzo
Tan solo estaba ahí, muerta en vida, esperando a que algún especie de caballero en un corcel blanco viniera al rescate. Pero por supuesto no quería a cualquier caballero, quería a mí sheriff, pero claro que era casi improbable que mí príncipe viniera al rescate, probablemente esté preocupado por lo que Negan me hará, y era peor de lo que el pudiera imaginar, peor.
Entre cinco hombres me agarraron, golpearon, patearon y estrangularon al borde de ahorcarme pero cuando comenzé a ponerme violeta por la falta de aire Negan intervino. Me sentía para la mierda, el aire era escaso en mí organismo, sentía como mis manos temblaban y pronto todo mí cuerpo comenzó a tener una convulsión.
Negan me tomo en sus brazos y salió de la habitación corriendo y gritando cosas que ya ni recuerdo.
Pronto desperté en la enfermería del Santuario, mire hacia arriba donde había un espejo y me mire.
Mí rostro estaba intacto, solo habían lastimado mí cuerpo pero no mí rostro.
-Seguro que te estás preguntando por qué no golpearon tu rostro. Y es que...eres tan bella que tuve piedad de eso, si es que te ves para la mierda es por tu culpa.
-Tu me hiciste esto, yo no te hize nada.-Hable con dificultad.
-¡Te fuiste con Rick!
-Por que lo amo.
-Mientes, tu me amas a mí.—Se acercó más.
-Te odio. Mataste a mí hermano.
-¿Cuál? ¿El segundo?-Rió con descaro rascando su barba tranquilo.
-Su nombre era Glenn ¡Lo mataste enfrente de su esposa embarazada! Tu hiciste eso.
Negan cerro la puerta de un golpe dejándome sola, atada de pies a cabeza a una camilla.
Pasaron como diez minutos, hasta que mí oído hizo un agudo sonido por la explosión que mí oído escucho en la puerta.
Y entre los gritos, disparos y el humo lo vi.
-¿Rick?
-Mi amor.
Mí caballero corrió hacia mí mientras escuchaba disparos alrededor que me aturdieron.
-Dios mío.-Abrio los ojos como platos caundo vio todos los moretones en mí cuerpo.
-Viniste...
-Claro que vine.-Comenzó a desatarme.
Rick se quitó su chaqueta para darme la a mí ya que estaba solo en sostén.
-Te sacaré de aquí, vamos.
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