w e b c a m//[joshler/tysh]

03

—¿Estás bien hijo?—Preguntó su padre cuando lo vio subirse al auto.

—No dormí bien. Es todo.—En parte era cierto. Pero no había dormido absolutamente nada. Nada. Ni un poco. Estaba seguro que en toda la noche no había cerrado los ojos.

Esa mañana no se puso sus audífonos, estaba ido viendo por la ventana las casas y los árboles.

Cuando entró al instituto no se despidió de su padre, solo bajó del auto y entró.

—¡Joseph!—La voz de Robbie detrás suyo lo hizo voltearse.

¿Le decía a Robbie?

—Hola.—Dijo pasando de él subiendo los escalones.

—mierda. ¿Te pasó algo?

—No.

—"Ni"—Imitó la voz de Tyler burlándose. —Tyler no juegues conmigo.

—No pasó nada Robbie. —Caminó a su casillero.

—No me digas que tu hermana volvió a ahogarse en natación.—Se tapó la boca con su mano preocupado.

—A ver... Robbie, eso pasó hace como seis años, está en natación y ahora sabe nadar... no. No se ahogó.—Sonrió ante la reacción de su amigo. Sacó un par de libros de su casillero.

—Ah... Que susto. —Suspiró aliviado y se apoyó contra los casilleros que estaban junto al de Tyler.

Tyler tenía un sexto sentido que le decía que a Robbie podría llegar a gustarle su hermana. Y no fue algo repentino, no. Es algo que venía intuyendo desde hace años. Pero no quería decir nada. Nunca tocaron el tema, nunca hablaron ni hablaran de eso.

—Solo tuve una pesadilla y me costó dormir.

—Me hubieras llamada y subo por tu ventana como un príncipe, y te abrazo.—Bromeó.

—Sí. ¿Acaso me ves como una "dama" en apuros?

—Quizás.

—Claro. Cierra la boca.

El timbre los interrumpió y cada uno se fue por su lado.

Entró a su salón, que era el de química. Más que un salón era como un laboratorio. Tenía sus mesas y en cada una cabían dos o tres alumnos.
Junto al escritorio del maestro, un mueble con jeringas, tubos, batas, o sustancias... lo que sea que se necesitara para hacer cualquier reacción química.

Tyler no entendía química. O al menos le costaba entenderla.

Se sentó en una mesa del fondo, y puso su mochila en la silla de al lado esperando que nadie se sentara ahí.

—Hola.—Volteó para toparse con Joshua. —No te voy a preguntar si alguien se sienta aquí, porque ahora me sentaré yo. Quita eso.

Tyler suspiró y sin cuestionar mucho quito su mochila y la puso en el suelo junto a sus pies.

Cuando la clase empezó no hablaron más. Joshua escribía, usaba su calculadora, y Tyler estaba ido. Miraba su cuaderno en blanco con el lápiz en la mano sin poder hacer nada.

La imagen de la pared salpicando sangre, y los gritos de esa persona no le salían de la cabeza. Luego... ver cómo le apuñalaban tantas veces hasta dejarlo morir. No.

—¿Todo bien?—Joshua puso su mano en su hombro.

—Eh. No.

Le dieron nauseas. Se tapó la boca con la mano, y sin pedir permiso ni nada salió del salón. Todos lo miraron mal. Le valió.