w e b c a m//[joshler/tysh]

31

—¿Cómo dices que se llama?—Le preguntó Josh a Jenna, mientras le acariciaba el cabello a Tyler.

—David.—Respondió ella mirándose al espejo, y acomodándose la enagua negra. —Tyler, ¿cuál enagua se ve mejor? ¿La negra o la roja?

—Te ves guapa con las dos.—Respondió el castaño.

—No ayudas.—Bufó.

—Pruébate la blanca.—Dijo Josh.—Esa no la hemos visto.

—Buena idea, ya vuelvo.

Estaban en la casa del castaño. Jenna tenía una cita con un nuevo chico el tal David, así que quería ayuda con un par de enagua que consiguió, porque no sabía que ponerse.

Los padres de Tyler llegarían hasta el lunes, porque al parecer el abuelo de Tyler estaba enfermo, y su madre quería ir a visitarlo, pero no quería que Tyler se contagiará así que lo dejó en casa.

Josh estaba sentado en la silla del escritorio de Tyler, y Tyler estaba sentado en el suelo, gracias a eso Josh podía jugar con su cabello.

—Bien. ¿Que opinan?—Dijo la rubia volviendo con la enagua blanca.

Josh y Tyler hicieron una mueca.

—La roja. Definitivamente.—Respondió Tyler.

—ok, iré a cambiarme... otra vez. Además que la negra me queda algo grande.

En la habitación de Tyler ahora habían un montón de pantalones, vestidos, enaguas, y blusas de Jenna. Se había probado toda la ropa, y se veía bien con todo.

—¿La quieres Tyler?—Preguntó Jenna una vez más entrando a la habitación con la enagua roja, y aplicándose labial.

—¿Qué cosa?—Tyler frunció el ceño.

—La enagua, la negra.

—¿L-la enagua?

—Pues si tontito.

—Eh...—Balbuceó.

Tyler había visto vídeos de chicos usando enagua en redes, se veían perfectos, pero él no llegaba a atreverse.

—Claro que la quiere.—Respondió Josh por él al no oír respuesta.

—Genial, bueno...—Jenna comenzó a rejuntar la ropa del suelo para meterla de vuelta a la maleta.—Gracias por su ayuda muchachos, me tengo que ir ya.—Sonrió cerrando dicha maleta con toda la ropa.—Los quiero adiós.

—¡suerte!—Exclamó Tyler. Viéndola salir de la habitación para después oír cómo salía de su casa. Toda la ropa de Jenna se había ido. A excepción de la enagua negra.

—Ty...—Dijo Josh.

—¿Mm?

—Póntela.

—¿Q-qué?

—Que te la vayas a poner.

—No.

—Tyler.

—No me siento capaz de...

—Te voy a devorar.—Le susurro.—Ahora levanta tu bellísimo culo, y anda a ponértela.

Tyler se sonrojó y obedeció.

Se levantó del suelo, tomó la enagua que quedó en la cama, y se la fue a poner.

Josh se quedó sentado en la silla, y puso algo de música conectando el Bluetooth de su celular al equipo de sonido que tenía Tyler junto a sus Cds.