w e b c a m//[joshler/tysh]

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Se graduaron.

Se mudaron juntos.

Estaban juntos.

Y mejor que nunca.

Había pasado un año, maso menos. Y hoy, justo hoy Robbie salía de la cárcel.

Y ambos lo sabían pero no querían saber nada de él, había muerto, lo enterraron y bueno... al menos eso intentaban.

Josh vivía con un miedo constante, por trauma más que nada. De Robbie. Pero había aprendido a controlarlo y llevarlo con calma.

Josh, solo quería cuidar a Tyler. Aún que la mayoría del tiempo le tenía que recordar que Robbie no molestaría más.

—Mejor cállate y come que se te va a enfriar. Cociné con amor.—Se quejó Josh frunciendo el ceño.

—Está rico.

Josh cocinó una receta que había visto en internet... eran tacos pero hizo una salsa picante para ponerles. Algo extraño pero cien por ciento echo en casa. Y con todo el amor para Tyler.

A Josh le daba ansiedad, es decir, casi lo mata dos veces, así que también le daba muchísimo miedo y con solo pensarlo se le aceleraba el pulso.

A Tyler también, pero Tyler sabía llevarlo mejor, por el hecho de que al final pudo hablarlo con Robbie. Y más que nada perdonarlo.

—¿q-quieres ir a verlo?—Comentó Tyler.

—¿me lees la mente acaso?—Josh también quería perdonar.

—Es que, yo tuve la oportunidad de hablar con él, pero tú no, cuando tu despertaste el ya se había ido,
y si tú quieres puedes... hablar con él.

—No quiero tener algo que me lastime, ¿sabes? No quiero tener ataduras a un pasado que me jodió tanto, y si hablar con Robbie y perdónalo implica soltar, iré a hablar con él. Ponte tú chaqueta, y vamos.

Tyler sin estar cien por ciento seguro de lo que le ofreció, aceptó.

Subieron al auto, y condujeron hasta la cárcel donde el mismísimo Robbie Watson estaba.

Josh detuvo el auto antes de llegar porque le temblaban las manos. Aún así Tyler logró calmarlo.

Era raro que lo primero que Robbie viera al salir del infierno fuera a las personas que lo mandaron allí.

De hecho, Christian estaba allí. Ahora con una hija, y junto a Jade. Ambos autos a una distancia considerable.

Josh estaba al volante al borde de un ataque de ansiedad, y Tyler de copiloto acompañándolo. Vieron a Christian junto a Jade y una bebé.

—Deberíamos irnos esto fue mala idea. —Comentó Josh encendiendo el auto.

—Josh.—Tyler puso la mano en su pierna.—Te amo. ¿Oíste? Y no te voy a obligar a estar aquí, pero tú mismo dijiste que querías esto, quieres perdonar, y dejar ir, soltar algo que te lastimó y casi literalmente te mata. Si aún así quieres irte, nos vamos. Si no, no vas a estar solo y voy a estar contigo en todo momento.

—Como lo has hecho siempre.

—Y lo haré siempre.

—¿sabes que? Hagámoslo.

—De acuerdo.—Le acarició la mejilla dándole un beso en esta.

Esperaron un largo rato y finalmente pasó.

El mismísimo Robbie Watson salía de la cárcel. Tyler sobresalto al verlo desde el auto.

Tenía el cabello más largo de lo normal, sus ojos azules estaba tán apagados que parecía el mar en plena tormenta, y estaba mucho más delgado.