Capitulo 62 (Sinaloa Parte 3)

340 40 158
                                    

---Habitación de Aioros y Saga---

En cuanto la Diosa llego, el peli azul abandono cualquier tipo de respeto, solo quería saber que había pasado con su hermanito.

Es una de sus mayores preocupación hoy, aunque lo principal son sus bebes, que estén a salvo, aunque piense que solo es uno.

Bombardeando a la Diosa con cuestionamientos, sin siquiera un saludo antes.

-¡¡¡KANON!!! ¡¡¡¿CÓMO ESTÁ MI HERMANO?!!!- Aunque este sentado sobre la cama, atrapado en los brazos de su sagitario, lo principal al verla es preguntar por el peli cobalto.

Sorprendiendo algo a la anfitriona, pero entendió esta preocupación de inmediato, dejando escapar una débil sonrisa y unos ojos comprensivos.

-Kanon, se encuentra bien...- Calla un instante, mirando para otro lado.

-¿Qué? ¿Qué le ocurre?- Alarmado, pensando lo peor, pero intentando calmar su malestar, solo por su embarazo.

-Nada malo- rápidamente habla.

-Saga, cálmate por favor...- Le deposita un tierno beso en la frente, mientras le intenta dar espacio, para dejar de abrazarlo, pero no dejara esas delicadas manos de lado.

-Pero...- Quiere intentar encontrar rápido la verdad, mediante la protesta de antemano.

-Kanon, necesitará descansar un poco, es solo eso- La joven castaña rojiza, habla rápidamente, queriendo dar alivio al caballero de Géminis –Le deje preparado unas hiervas también para su condición, al despertar tendrá algo de hambre, así que... Creo que hare algo rico de comer y...- No sabe si sea prudente hablar sobre lo que descubrió, aunque sería bueno, pues se trata del hermano menor de este y con toda la dificultad que se está viviendo, no sería lo más conveniente.

-Pero, ¿Qué ocasionó el desmayo de Kanon?- Pregunta sin importar nada más, mirando con esos ojos Viridian a la Diosa, deseando la respuesta, cual sea... Solo quiere comprobar que nada malo volverá a pasarle.

-Eso...- Titubea en siquiera responder, desviando su mirada, con una sonrisa nerviosa –Es que... El estrés, no es bueno...- Su respuesta como tal.

-Somos caballeros dorados, guerreros de elite- Serio menciona esto, mientras frunce el ceño, intentando controlarse –El estrés, no nos pondría así de mal, ¿Existe algo más? ¿No es así?- Sus ojos se centran en la joven, notando sus nervios, queriendo ocultar algo sin duda.

-¿Eh?- Se sorprende porque le digiera esto, en cierta forma no está fuera de la realidad sus palabras pues de hecho se trata de algo así, sin embargo...

¿El cómo decirle es esa la cuestión?

---Un rato después (Habitación de Aldebarán y Kanon)---

No se apartó siquiera un segundo de lado, sentado en una silla, mirando cada gesto que haga el peli cobalto... Deseando que las cosas fueran diferentes, que si hubieran actuado diferente, esperar para hablar sus sentimientos antes de cometer aquello, todo habría sido tan diferente.

Sufre en silencio, cubriendo su boca cada que alguna lagrima sale... No quiere importunar al Dragón Marino, solo pide a sus adentros que este bien, que nada malo le ocurra después...

Está decidido a dejarlo tranquiló, ser amigos como pidió... Total, perderlo de esa forma no podría soportarlo, mucho menos alejarlo, por más fuerte y orgulloso que intentara demostrarse por un concejo, no puede, no está listo para eso.

-Kanon...- Murmura, el nombre de quien ama, mientras sostiene aquella pequeña mano a comparación a la suya... Solo suplicando que esos ojos se abran de nuevo y lo vean...

Un Mes De Vacaciones En MéxicoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora