Hiraeth ↣ [𝚐.𝚠.]

-𝖙𝖜𝖊𝖓𝖙𝖞-𝖔𝖓𝖊: 𝘩𝘦𝘳𝘦 𝘸𝘦 𝘢𝘳𝘦 𝘢𝘨𝘢𝘪𝘯

HIRAETH — CAPÍTULO XXI
y aquí estamos de nuevo

15 DE AGOSTO, 2003

—Juro por Merlín que no estoy nervioso.

—Sí, y eso se lo cree Pepe Luis el de la granja. Anda y tira a peinarte que parece que llevas un nudo en la cabeza — insistió su Ron —. Mierda George, estás a punto de casarte.

—Con el amor de mi vida. Estoy a punto de casarme con el amor de mi vida, Ronald.

—Ni se te ocurra llamarme Ronald una sola vez más — dijo acicalándole el pelo a su hermano.

—Hasta el día en que me muera — rió colocándose la corbata.

—George — se paró en frente de su hermano —, te haces mayor — dijo limpiándose una lágrima dramáticamente.

—Ya me hacía mayor antes de que nacieras.

—Cierto — pensó —. Faltan diez minutos. ¿estás listo? ¿Escogiste los zapatos adecuados?

—¡Venga Ron! Hermione te está pegando el sobrepensar. Deberías relajarte — dijo pasando sus manos por los hombros de su hermano y hacerle un pequeño masaje —. Llevo preparado para casarme con ella desde que la conocí.

—Eso es muy bonito — dijo Ron tapándose los ojos dramático.

—¿Qué está pasando? — irrumpió Ginny.

—Que estoy muy orgulloso de George.

—Bien — dijo ella cortante —. George, deberías estar ya en el altar.

—Cierto — dijo saliendo de la habitación dejando a sus hermanos atrás.

Habían alquilado una casa de campo enorme para un par de noches, el jardín sería perfecto para la boda. En cuanto salió, todos se levantaron de sus asientos impacientes. Estaba todo decorado con flores y demás adornos.

George se abrió paso hacia su madre, quien la acompañaría al altar. La agarró de la mano fuertemente y comenzaron a caminar hacia él, sin miedo, deseosos.

Pararon frente al oficiante y su madre depositó un beso en su mejilla. Ron y Hermione se colocaron a su lado, y su hermano le susurró algo inaudible para el resto.
La música empezó a sonar, todos sabían lo que eso significaba. El público se levantó ansioso y miraron hacia atrás, donde Lily yacía, tan perfecta, con su pelo recogido en una trenza y un vestido blanco que le llegaba hasta los tobillos. Harry la agarró del brazo y comenzaron a andar hacia George. Detrás, el pequeño James Sirius Potter, se encontraba tirando flores hacia los laterales con ayuda de Teddy, quien llevaba los anillos.

Lily dejó de caminar cuando enfrentó su mirada con la de su novio y el Potter se colocó a su lado mientras los niños se sentaban.

—No me lo puedo creer — susurró George.

—Créetelo — contestó Lily mientras una lágrima recorría su rostro —. Oh, Georgie. Tienes la corbata mal colocada — rio, mientras acercó sus manos hacia la corbata de su futuro esposo para rehacer el nudo.

—George, Lily — avisó el oficiante —. Los votos.

—Déjame empezar — pidió la Lupin —. Como ya sabrás, eres el amor de mi vida Georgie. Estoy muy agradecida de haberte conocido y de compartir este momento aquí contigo. Llevo enamorada de ti tanto tiempo que ni puedo contarlo — y a continuación, agarró la mano de su novio, tomándolo así para siempre y esposándolo consigo.

—No puedo estar más feliz de estar casándome contigo. Me has impulsado adelante en cada bache, sin dejarme caer. Sí, eres el amor de mi vida. Y es que no me creo que esto esté pasando; tú eres tan perfecta, y yo solo un perfecto idiota. Hasta el día de mi partida, quiero quedarme contigo, Lily. Para siempre. Y es que, desde el primer momento hasta el último, soy tuyo — y cogió la mano de la Lupin, mas feliz que nunca y le puso el anillo.

Atraparon sus labios antes incluso de que el oficiante pudiera hablar. Fue un beso profundo, como besarse por primera vez.

• • •

La música sonaba ya a las tantas de la noche en el jardín con montones de luces de colores encendidas. Era una canción movida y alegre, la cual Lily bailaba con su hermano pequeño de ya 6 años y George disfrutaba entre sus hermanos.

Cuando esa canción lenta característica en la bodas comenzó a sonar, los recién esposos se buscaron con la mirada, caminando hacia el centro de la pista y comenzando a bailar de forma improvisada abrazados. Así Lily se fijó en que James Sirius ya se había quedado dormido en una silla y que todos les estaban mirando.

—Te amo — escuchó la voz de George en su oído.

—Y yo — dijo separándose de él y agarrándole las manos, observando en su antebrazo el tatuaje de mariposa que ambos llevaban.

—¡Felicidades! — gritaron todos los invitados a la vez rompiendo el momento; y comenzó a sonar "Do the Hippogriff", canción estrella en el Yule Ball.

Bailaron y bailaron hasta el amanecer, lo que ambos habían soñado, y más hacerlo juntos.
Porque las mejores aventuras se viven con esa persona.

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Eyyy, aqui estamos de nuevooo.
No os libraríais tan fácilmente de mi, os lo dije. Sé que ha sido un capítulo muy cortito y lo siento, pero para una boda me pareció muy forzado meter diálogo.
Anyways, ESPERO QUE OS HAYA ENCANTADO EL CAPÍTULO ♥︎, se vendrán mas...

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os amo <3

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