Hiraeth ↣ [𝚐.𝚠.]

-𝖙𝖜𝖊𝖓𝖙𝖞-𝖙𝖍𝖗𝖊𝖊: 𝘪𝘭𝘭 𝘢𝘭𝘸𝘢𝘺𝘴 𝘭𝘰𝘰𝘬 𝘰𝘶𝘵 𝘰𝘧 𝘺𝘰𝘶

HIRAETH — CAPÍTULO XXIII
siempre cuidaré de ti

23 DE JULIO, 2018

—Aún no me creo que te vayas a ir — suspiró Lily hablándole a su hermano pequeño.

—Lil, en serio que no puedes ser más dramática. Estoy a dos horas en coche y a dos minutos en polvos flú — le tranquilizó Teddy.

—Estoy muy orgullosa de ti.

—Lo sé — hizo una pausa —. Es lo que tiene conseguir un trabajo estable; te puedes comprar una casa — sonrió.

—Cierto. ¿Y bien? ¿Cuántos? — Lily dejó esa pregunta en el aire.

—¿Eh? ¿Cuántos qué?

—¿Cuántos sobrinos me vas a dar?

—Que te follen, tengo veinte años — escupió el peliazul de broma.

—¿Y? — dijo tras darle una colleja. Su hermano la consiguió esquivar y gritó:

—¡George! ¿Me ayudas a bajar las maletas?

Lily rodó los ojos: — Ni se te ocurra volver a hablarme así, jovencito. Mi techo, mis normas.

—¿Molly? — se mofó Teddy por la actitud de su hermana. Esta le dio un pequeño empujón en el hombro.

—¿Qué? Por fin te vas, ¿no? — bromeó George.

—Vamos, cuñi — vaciló el Lupin —. Si te estás aguantando las lágrimas.

Lily y George rieron. Aún sin ocultar demasiado su orgullo por Edward.

—Veinte años, chaval. Esto no es una broma — rio el Weasley a la vez que cogía una de las maletas de Teddy.

—Vaya, el pequeño de los Lupin se hace mayor — suspiró Lily.

—¡Joder, estáis siendo muy pesados de verdad! — gruñó él con cierta diversión, aunque el color naranja en su pelo era visible.

—Solo somos sentimentales — dijo Lily dandole un codazo leve en el pecho.

Los tres fueron hasta el piso de abajo con algo de dificultad por las pesadas maletas de Teddy, dejándolas en el gran salón-recibidor.

—Joder chaval, ya te vale. ¿Qué llevas aquí? ¿Ladrillos?

—Nah, solo los 15 gatos que nunca me dejasteis tener — contestó el peliazul.

—¡Oye! — regañó Stella — No digas eso en frente de Padfoot junior — dijo ella acariciando al gran perro negro que habían adoptado un par de años atrás.

Fred Weasley II entró al recibidor riendo por el comentario de su hermana dirigiéndose hacia Teddy.

—¿En serio te vas a ir? — el Lupin asintió — Siempre pensé que te ibas a quedar aquí hasta los 40, virgen y solo.

—Bueno, tú no vas muy diferente — bromeó él.

—No seas imbécil — dijo Fred dándole un puñetazo leve en el hombro. Hizo una pausa —. Esto no va a ser lo mismo sin ti aquí todos los días — y ambos, casi como hermanos, se fundieron en un abrazo.

—No te preocupes, Freddie — a George y Lily se les encogió el corazón al escuchar ese mote —. Teddy me ha prometido que vendrá toooodos los fines de semana para asegurarse de que no haces ninguna cagada y para jugar conmigo — dijo Stella. Edward le revolvió el pelo.

—Bueno — interrumpió Lily —, deberíamos coger el coche hasta la casa para que nos des la dirección de red Flú — dijo a su hermano —. Bill y Vicky dijeron que estarían ahí a las cuatro.

—Cierto — el Lupin guiñó un ojo —. ¡Conduzco yo! — se apresuró.

•        •        •

Los viajes en coche no era la especialidad de Teddy, eso hay que admitirlo; pero por suerte nadie había vomitado aquella vez.
Llegaron a la pequeña casa de campo en la que vivirían Victorie y Teddy juntos. Dos grandes habitaciones y un comedor con una mesa gigantesca lista para ser utilizada para las comidas de los Weasley. Perfecta para ellos.

—¡Vic! — gritó Teddy yendo a abrazar a su novia en cuanto se bajó del coche.

—Son empalagosos, os lo digo en serio — murmuró Fred ayudando a Stella a bajarse del auto.

Cuando el Weasley menor se bajó, pudo ver a su tío y su padre abrazándose fuertemente.

—¡Vamos a entrar! — anunció Victorie cogiendo la llave.

La casa tenía un par de muebles básicos pero estaba aún sin decorar, pues siempre pensaron que sería mejor darle su esencia.

—Construiremos un hogar — aseguró Teddy en un susurro pasándole a su novia el brazo por las caderas.

—Merlín Teddy, estoy súper orgullosa de ti — dijo Lily —. Todo lo que has conseguido con tu esfuerzo es maravilloso. Te querremos aunque nos abandones — dramatizó en broma. A lo que el peliazul soltó una risa y la abrazó —; las puertas de la casa Weasley-Lupin siempre estarán abiertas para vosotros — sonrió a Victorie.

La familia entró a la casa para echar un vistazo al interior, casi vacía expectante de todo lo que ocurrirían años después.

—¡Edward! — irrumpió Fred —. Te odio mucho — dijo apretando los labios —, me vas a dejar solo con ellos.

—Venga chaval, sobrevivirás — trató de animar abrazándole, aunque el menor tuviera los brazos cruzados —. Mucha suerte y no la líes mucho — le revolvió el pelo.

—Eso debería decírtelo a ti. Usa protección — guiñó al Lupin con diversión.

•        •        •

El trayecto de vuelta a la casa Weasley-Lupin ya había comenzado en el coche volador. Lily conducía intentando despejar alguna que otra nube y los dos niños se habían quedado dormidos en la parte trasera.

Ella suspiró :— Merlín, no me creo que Teddy ya se haya ido de casa, el tiempo realmente vuela. No pensé que este momento llegaría nunca.

—Lily, ¿crees que yo hace veinte años pensé que estaría aquí ahora? Contigo haciéndome feliz cada día, casado con la mujer más bella y dulce de Gran Bretaña y con dos hijos (casi) maravillosos.

—No — le sonrió —. Pero así es — y dejó caer su cabeza sobre el hombro de su esposo.

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¡Hola!
Llevo muchísimo sin escribir, disculpadme de veras. Este capítulo no es de mis favoritos.
Anyways, espero que aún así os haya gustado y votéis o comentéis, me ayudaría bastante!
Gracias por todo el apoyo diario en serio, se os quiere mucho🫶🏻
~ Alex:)

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