Alexa
No dejaba de moverme sobre la incómoda silla en la que llevaba más de media hora fingiendo que me lo pasaba bien y hablando con el maldito grupo de Nick al que ahora habían añadido a algunas chicas a las que me daban ganas de gritarles que se callasen cuando abrían la maldita boca.
Esta tortura se me estaba haciendo eterna y encima no podía coger el móvil y hablarle a Caleb porque no tenía batería. Tampoco podía irme, había venido con Nick en la moto porque a este se le ha averiado el coche.
Que oportuno.
Él estaba a mi derecha, charlando tranquilamente con una de las novias de sus amigos. Nick parece hacerlo porque cree que estoy celosa pero solo estoy aburrida.
No me había quedado otra que no fuera entretenerme mirando a mi alrededor, concentrándome en lo que fuera que me pareciera mínimamente interesante. Así llevaba todo este tiempo, intentando no escuchar las estúpidas conversaciones de los demás porque, si seguía haciéndolo, iba a acabar mandando a alguien a la mierda. No se como es posible que todos sean igual de superficiales e idiotas.
Giré mi cabeza hacia la entrada, el ruido de la valla abrirse podía oírse hasta aquí si estabas atento, como era mi caso. Me quede mirando hacia aquella dirección, viendo como un coche negro entraba y avanzaba hasta el aparcamiento.
Pude identificar rápidamente de quién era el coche. Me quedé petrificada en mi lugar sin poder dejar de observarlo mientras avanzaba y aparcaba junto a los demás coches a unos cuantos metros de donde estaba yo, junto al porche, como de costumbre.
Me aseguré de que Nick seguía hablando con aquella chica casi de manera inconsciente antes de volver a mirar hacia el coche del que ahora bajaba un castaño al que conocía muy bien junto con su soso amigo al que solo se que le gusta Lia.
¿Qué harían aquí de nuevo Caleb y Aiden?
Al principio ellos no se giraron hacia mí pero, una vez que tuvieron que pasar por aquí para llegar a la recepción, solo uno se paró a hacerlo.
Aiden le dio un golpe a Caleb que se giró hacia mí casi al instante. Su mirada se cruzó con la mía antes de dedicarme una sonrisa de esas que no puedo evitar devolverle antes de entrar, desapareciendo de mi campo de visión por culpa de las malditas puertas.
No esperaba verlo aquí de nuevo, tampoco sabía qué era lo que hacía aquí. Ahora mismo mi curiosidad solo aumenta a medida que lo pensaba.
Ya había pasado media hora de eso y no podía parar de hacer teorías en mi cabeza sobre qué haría aquí. Quizá trabaje aquí pero, si fuera así, ya lo hubiera visto antes. El club lleva sin contratar a nadie nuevo unos cuantos años, o puede que... Nada, ni siquiera se me ocurría otra maldita razón normal para que estuviera aquí.
Dejando de lado todos mis pensamientos, dignos de una detective profesional, también quería ir a buscarlo y no sabía bien para que. Solo sabía que quería hacerlo.
Definitivamente tengo que ir a buscarlo, ya pensaría en la razón por el camino.
Me levanté de la silla de una manera natural, intentando que el casco de la moto que llevaba en mi mano no chocará con nada para no hacer ruido y poder irme tranquila. Nadie se dio cuenta de aquello por lo que decidí rodear la silla tan normal, nadie me estaba haciendo caso así que ya me daba igual.
O eso creía yo.
Una mano envolvió mi muñeca abruptamente haciendo que parara en seco, girándome y viendo al culpable de esto. Maldito Nicholas.
—Ale, ¿dónde se supone que vas? —preguntó con una falsa sonrisa.
—Vuelvo en un rato. Tengo que ir al baño, no me encuentro bien —respondí, usando mis mejores habilidades como actriz.
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Ángeles Oscuros [#2] (TERMINADO)✔️
RomanceSAGA: Ángeles Oscuros. [#2]: Mentir a un Ángel Oscuro. Alexa Paige había escuchado alguna vez de los Ángeles Oscuros, sabía que era una de las bandas más peligrosas e influyentes de la ciudad. A ella no le importaba nada más que su vida llena de...