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Alexa

Otro día más aquí, en el paraíso.

Parece una exageración pero dentro de lo que cabe lo es.

Pero, hoy era un día aburrido, también dentro de lo que cabe.

No dejaba de revolverme en el sofá, incómoda y casi encima de Caleb que no paraba de quejarse. Que le voy a hacer se me están muriendo las neuronas y el sofá empieza a ser incómodo.

Habíamos puesto una película pero, sinceramente, nadie le hacía caso, estábamos charlando o, bueno, Blair no para de preguntar cosas cuando se aburre.

—¿Hasta cuándo estaremos aquí?

—Ni idea —respondió Blake.

—¿Cuánto tiempo es eso?

—Un tiempo indefinido.

—¿Vamos a morir si pisamos la ciudad?

—Blair, cállate ya —dijo Caleb, harto de sus preguntas. La verdad era que lleva así un rato.

Blair lo fulminó con la mirada. Estos dos han desarrollado una enemistad algo extraña, a ver, no se llevan mal pero... tampoco bien. Prefiero pensar que es porque son demasiado, pero demasiado, distintos y la convivencia no es fácil.

—Cállate tú, gilipollas.

—Vete a dar una vuelta a la playa, por Dios —farfulló.

—Vete tú y ahógate con una medusa —contraatacó ella, molesta.

—Chicos, paz y amor —dijo el pacifista de Blake, poniéndose en medio.

—¡Cállate!

—Menos mal que están de acuerdo en algo —murmuró Aiden, desinteresado, para variar.

—Por favor, que quiero ver la película —se quejó Lia.

—Pero, si ni siquiera te gusta spiderm... —intentó decir Caleb pero Aiden le interrumpió.

—Callados que quiere ver la puta película.

Y luego le decimos mandilón a Blake, bueno, al menos Blake no es pasivo-agresivo.

Blair estaba dispuesta a contraatacar de nuevo, seguro que para volver a pelear con Caleb pero el sonido del timbre sonó en toda la planta baja.

Automáticamente todos nos giramos hacia la puerta, inconscientemente apreté mi agarre en el brazo de Caleb cuando lo hice. Nadie sabía que estábamos aquí, ¿quién habría llamado?

La pequeña ranura plateada de la puerta pareció moverse un poco antes de que cayeran por ella tres sobres color beige. Nos quedamos atontados, viendo como caían al suelo hasta que Blake rompió el silencio.

—¿Qué cojones es eso?

—Voy yo —anunció Aiden.

Se levantó del sofá, decidido, pero, antes de que pudiera ir, Lia le agarro de la pierna, impidiéndoselo.

—No, ¿y si hay un francotirador esperando para matarnos a todos? —se excusó nerviosa. No descarto nada ahora.

—Ves demasiadas películas —le dijo él.

—Pues yo creo que van a matarnos —comenté, tranquila y sincera. El primer paso de que hacer cuando crees que te van a matar es asumirlo, seguro.

—No, conozco esa carta —dijo Caleb, levantándose de mi lado haciendo que cayera sobre el sofá.

Intenté pararlo pero ya se había alejado cuando quise hacerlo. Será capullo, que no quiero que lo maten.

Tomó los sobres sin preocupación alguna antes de volver con nosotros. Volvió a sentarse a mi lado, abriendo el sobre y sacando de él un papel y una tarjeta negra.

Ángeles Oscuros [#2] (TERMINADO)✔️Donde viven las historias. Descúbrelo ahora